Martín Calderón

La presidenta de la Asociación Civil de Transparencia, la politóloga , señaló que si no enmienda sus errores, “crecerá la presión para pedir la vacancia presidencial, pero ésta puede agravar el problema”.

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—¿Cuál es el origen de la crisis política que enfrentamos y cómo salimos de esta?

La crisis política que está pasando el país viene de larga data. Esto tiene varios años; sin embargo, desde el fin del proceso electoral pasado, la división que se generó alrededor del proceso electoral y los cuestionamientos a este hicieron, por un lado, que el gobierno de Pedro Castillo empiece con cierta disconformidad de un sector de la población. Castillo empezó su mandato con 46% de desaprobación. Sin embargo, en los siete meses que lleva de gobierno, el presidente no ha sido capaz de demostrar un liderazgo que le permita rodearse de personas idóneas para liderar el país.

Estas últimas semanas, las crisis políticas que se han generado son resultados de malas decisiones del presidente de la República, nombrando en puestos de muchísima importancia, como el Ministerio de Salud, a personas que no son adecuadas para el cargo.

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—Con el nuevo Consejo de Ministros, el presidente ha perdido la cuarta oportunidad para enrumbar su gestión. ¿Se ha hecho un harakiri político?

El presidente ofreció a la ciudadanía la posibilidad de enmendar errores que había cometido en el pasado; sin embargo, en este último Gabinete, con el nombramiento de ciertos ministros, vemos que no ha cumplido con esa palabra. La figura que más preocupa es, sin duda, la del ministro de Salud. Según una encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), lo único que los peruanos reconocen como positivo en la gestión del presidente Castillo es la vacunación. ¿Cómo se va a garantizar seguir con esa línea de gobierno con una persona que no tiene las credenciales para el cargo? ¿Cómo vamos a garantizar a los ciudadanos su derecho a la vacunación, a la salud?

—La Asociación Civil Transparencia aseguró en un comunicado que el presidente “ha preferido responder a intereses propios”. ¿Se refieren, en concreto, al nombramiento del ministro de Salud, Hernán Condori, y a los intereses de Vladimir Cerrón?

Sí, sin duda. Los intereses a los que nos referimos son intereses políticos. Lo que vemos es que las decisiones para nombrar personas en el Gabinete parecieran responder a esos intereses políticos. El presidente deberá rendir cuentas sobre las razones que lo motivaron a nombrar a estas personas y esperamos que puede enmendar una vez más el nombramiento de personas con antecedentes tan siniestros en cargos tan importantes.

—¿Todavía guarda expectativas de que el presidente pueda tomar otro rumbo?

Nosotros no tenemos ninguna expectativa, sino que hay cosas que se deben hacer por el bien del país, y el que dirige el país en estos momentos es el señor Pedro Castillo. Él debe tomar decisiones en beneficio de todos los peruanos.

Nombrar una persona con los antecedentes del señor Condori es, sin duda, una decisión equivocada, en un contexto como el que atravesamos actualmente. No consideramos que se están poniendo por delante los intereses del país: la lucha contra la pandemia y garantizar el proceso de vacunación. Recordemos que cuando Pedro Castillo fue candidato a la Presidencia de la República, se comprometió, a través de la firma de la Proclama Ciudadana, a garantizar la lucha efectiva contra la pandemia basada en medios probados. Él está incumpliendo ese punto, entre varias otras promesas que ha hecho en campaña y después de campaña. Pero la institución presidencial forma parte del sistema democrático. Actuando de la manera como lo viene haciendo, Castillo está contribuyendo al debilitamiento del sistema democrático, del Estado y de su capacidad para responder a las necesidades del país.

—Hay voces que, por los motivos que usted menciona, piden la renuncia del presidente. ¿Usted la considera?

Si el presidente no enmienda sus errores, evidentemente va a crecer la presión para pedir la vacancia presidencial. Como país, ya hemos vivido diferentes momentos -en los años recientes- donde la figura de la vacancia presidencial se ha utilizado, pero esto solo puede agravar el problema. Además, no es cosa simple conseguir los votos. Por eso, nosotros creemos que una salida a esta crisis puede ser la reforma constitucional integral. Un primer camino de reforma constitucional ya había sido planteado por la Comisión de Reforma Política y había marcado una ruta clara para el Parlamento.

En estos momentos no es posible convocar constitucionalmente a una asamblea constituyente, por lo que recae en el Congreso de la República la responsabilidad de encontrar las vías legales para hacer modificaciones constitucionales. Urgen modificaciones constitucionales para salir de esta crisis. ¿Cuáles son? Pues considerar la acusación por delitos graves para que haya un camino a la salida de, por ejemplo, ministros cuestionados. Con eso se podría garantizar la idoneidad de personas en el cargo.

Repito: un uso irresponsable de la vacancia presidencial puede agravar más la situación. Confiamos en que los representantes de las diferentes fuerzas políticas van a saber ejercer con responsabilidad su rol representativo y responderán a la demanda ciudadana de resolución de esta crisis. Les corresponde actuar con responsabilidad y decidir en pos del resguardo de la democracia. Estamos en un momento de crisis democrática y es necesario resguardarla.

—La Asociación Civil Transparencia también aseguró que el presidente es incapaz de corregir su rumbo.

Lo que vemos es que no ha sido capaz de corregir su rumbo en el último cambio de gabinete. En los últimos meses hemos visto dos de los gabinetes más breves de la historia. Incluso, uno duró una semana. Se había exigido, en el nombramiento del Gabinete Valer, que se revisen los antecedentes de los ministros antes de designarlos. Hoy vemos que el primer ministro Aníbal Torres sale a decir que ha pedido a los ministros saber si tienen antecedentes. Pero ese trabajo se debe hacer previo al nombramiento. Entonces vemos que hay poca capacidad política y poca capacidad de gestión en lo vinculado a los nombramientos de los funcionarios más importantes de cada sector.

Sobre el nombramiento de los funcionarios ya se emitieron alertas en diciembre pasado a través del trabajo que viene realizando la Asociación Civil Transparencia junto con más de 10 organizaciones de la sociedad civil, mediante la plataforma Vigilantes, qué es una red de vigilantes ciudadanos. Esta red estableció, a partir de los 12 compromisos asumidos por el entonces candidato Castillo, más de 40 indicadores. Una de los alertas más graves fue que no se estaban nombrando personas idóneas. Ya han pasado casi dos meses y no se están viendo señales que apunten a enmendar esos errores.

—Por eso hay hartazgo ante la clase política y cada cierto tiempo revive la frase “Que se vayan todos”. ¿Pero hay garantía de que los que lleguen lo harán mejor?

Según la última encuesta publicada por el Instituto de Estudios Peruanos, los ciudadanos están cansados de los diferentes representantes de las fuerzas políticas. Lo que se precisa es un liderazgo que sea capaz de convocar a la ciudadanía y que refleje las demandas que ella tiene. Pero ninguna fuerza política que ahora está representada en el Parlamento parece ser capaz de traducir las demandas ciudadanas en iniciativas legislativas y en acciones de índole político. Entonces, de cara al futuro, es necesario pensar cómo vamos a fortalecer nuestro sistema de partidos en un momento en el que son claves para el sistema de nuestra democracia.

—Los discursos políticos agresivos y la mención a salidas extremas, como la vacancia presidencial o la disolución del Congreso, están cada vez más presentes. ¿Estamos perdiendo capacidad para convivir en democracia?

Según cifras del Barómetro de las Américas, que figuran en el estudio de los años 2018 - 2019, más de la mitad de los ciudadanos en el Perú estaría dispuesto a aceptar un golpe de Estado en caso de corrupción, y nos encontramos en un momento en el que ha habido varias alertas por posibles situaciones de corrupción en el manejo del Ejecutivo. Los ciudadanos parecen demandar medidas que planteen orden, pero no necesariamente un orden democrático. Eso es un altísimo riesgo para nuestras instituciones y para la salud de la democracia en el país. En ese sentido, nos corresponde a todos resguardar la democracia.

—Hay discrepancias en el Congreso y entre abogados constitucionalistas si una posible salida de Castillo y Boluarte provocaría elecciones generales o solo presidenciales. ¿Qué escenario haría más viable una salida de la crisis?

Creo que en estos momentos es necesario pensar en salidas a corto plazo. Hablar de adelanto de elecciones al día de hoy sin duda genera una sensación de precipitación. Confiamos en que las fuerzas políticas puedan encontrar una salida que nos permita a todos recuperar la estabilidad que se requiere y hacer frente a los problemas públicos más álgidos, entre los cuales se encuentran la lucha contra la pandemia

— ¿Hay algún avance de este gobierno en cuanto a transparencia en los últimos meses?

La falta de transparencia es otra de las alertas que en el mes de diciembre apareció como muy grave en la plataforma Vigilante. En el mes que ha seguido, a pesar que el presidente ha dado algunas entrevistas, eso no implica que se haya traducido en mayor transparencia del gobierno. Ya se ha venido exigiendo que se transparente, por ejemplo, las visitas a la casa de Breña, pero no hay explicaciones sobre estas.

Es necesario seguir exigiendo al Poder Ejecutivo y al mandatario que transparenten de la mejor manera posible sus acciones para que los ciudadanos confían en su rol.

—¿Le queda credibilidad al presidente Castillo o ya terminó de sepultarla?

Según la encuesta del Instituto de Estudios Peruanos, el presidente Castillo sigue teniendo un porcentaje de aprobación mayor en las zonas rurales que en las zonas urbanas. Pero además, a pesar que tiene 60 % de desaprobación, hay alrededor de 30% que aprueba su gestión. Allí vemos que hay un porcentaje de quienes habrían votado por él y siguen esperando un tipo de resultados. Pero si sigue en la línea que ha trazado, no escuchando las demandas ni enmendando sus errores, sin duda la ciudadanía verá la forma de expresar su descontento.

—¿Qué balance realiza del Congreso a siete meses de gestión?

El Congreso tiene también parte de la responsabilidad en esta crisis. En lugar de encontrar salidas y buscar formas de ejercer su rol de control político de manera responsable, prioriza proyectos que tienen como objetivo reforzar su poder político frente al Ejecutivo. Lo que ha buscado el Parlamento es ser un actor confrontacional con el Ejecutivo, pero lo que necesitamos como país es que ambas fuerzas políticas trabajen respetando, obviamente, sus funciones, pero de cara a resolver los problemas que tenemos, que son múltiples y de todo nivel. En ese sentido, creo que es necesario hacer un llamado al Parlamento para que ejerza con responsabilidad sus funciones, que se vea reflejado en ello el sentir y las demandas de la población y que ponga fin a esta situación de crisis desde sus competencias.

—¿Si el Congreso es confrontacional y el presidente no muestra capacidad para corregir su rumbo, que le queda a la sociedad civil?

La sociedad civil ahora es la llamada a recordar que la democracia se debe defender diariamente. En este sentido, ella debe mantenerse organizada y vigilante. Debe permanecer atenta y movilizarse. Son válidas todas las formas de expresión pacíficas de la ciudadanía para recordar la agenda que tenemos como país frente a nuestras autoridades. Hemos visto en la últimas semanas diferentes iniciativas de mujeres qué buscaban señalar que el perfil del señor Héctor Valer atentaba contra los esfuerzos por la paridad y la igualdad. Tuvo señales que atentaban contra los derechos directamente de las mujeres, pero gracias a la movilización es que se hizo saber las demandas que tenemos los ciudadanos en cuanto a respeto y garantía de nuestros propios derechos. Seguramente otros colectivos que requieren que sus derechos se respeten se movilizarán cuando sea necesario.

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