La política no se debe mezclar con el deporte. A Carlos Neuhaus le dio mucha pena lo que hizo el presidente colombiano, Gustavo Petro, con Barranquilla que perdió la sede de los Panamericanos. Se tenía que pagar los 20 millones de dólares a PanamSports y Barranquilla pidió el dinero, pero el Gobierno Central comenzó a demorar porque Barranquilla es un gobierno de centroderecha y como no era afín a Petro vino el inimaginable boicot. A eso lleva la espantosa polarización de izquierda y derecha que termina siempre perjudicando a un país. Cuando Petro quiso reaccionar, ya era demasiado tarde. Fue así como ingresó a la pelea el Perú que terminó ganándole a Paraguay. Neuhaus fue testigo presencial de como el alcalde Rafael López Aliaga y el primer ministro Gustavo Adrianzén, pese a pertenecer a ideologías distintas, lo dieron todo para lograr la sede para los juegos Panamericano del 2027 y lo lograron en el nombre del Perú.
— Imagino el orgullo y alegría que sintió cuando escuchó que Lima sería por segunda vez sede de los Panamericanos.
Cuando retrocedo en mi historia y recuerdo el momento en que me encargaron los Panamericanos, siento orgullo porque era un compromiso del Perú, un compromiso del Estado. Había algunas cosas que se habían hecho, pero lo que teníamos por delante era inmenso. Me pregunté al inicio cómo enfocarlo, cómo sacar todo adelante. Recuerdo que recorrí todas las sedes. Lo primero que me planteé fue la Villa Panamericana. Sabíamos que en El Salvador fueron 29 torres de 8 a 10 pisos. Yo sabía que hacer 29 sótanos para hacer las torres iba a ser imposible; decidimos hacer siete torres y proyectarlas hacia arriba. Salían los arquitectos a decir que era imposible, los ingenieros decían lo contrario. El ingeniero Julio Kuroiwa nos asesoró y nos dijo: “En ingeniería, todo se puede”. Tomamos la decisión y cavamos hasta encontrar tierra firme que era aproximadamente 4 metros de profundidad. Hicimos una plataforma y todo fue para arriba en tiempo récord.
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— Al final, ¿las siete torres a cuántos atletas alberga?
Cinco mil y pico deportistas. Durante la terrible pandemia del COVID-19, 66.000 peruanos fueron alojados allí. ¿Qué hubiera pasado si estas personas se hubieran tenido que quedar en sus casas? Hubieran contagiado, hubiéramos tenido más de 200.000 fallecidos.
— ¿Qué fue lo más difícil de hacer en los Panamericanos?
La parte de la construcción fue muy difícil, recurrimos a la figura de gobierno a gobierno. Primero, por una razón fundamental, eso nos permitía actuar bajo reglas de país desarrollado, reglas de contrataciones de países desarrollados que hacen obras con licitaciones transparentes sin paralizaciones. Las obras se empiezan y terminan a tiempo.
— ¿Escuchó quejas de los convenios gobierno a gobierno?
Escuché, pero el tema de fondo es que se tiene que mejorar nuestra legislación de contratación porque el Perú no puede seguir con un sistema arcaico, donde muchas veces son tres personas las que deciden y pueden ser influenciadas por los postores, no solo por coimas sino también por presiones de otro tipo. En nuestro caso, todo era en una página virtual, todas las consultas se hacían virtualmente y teníamos cero contacto con los postores, quien cruzaba esa línea, así no hubiera hecho nada malo, chau. Dimos trabajo a más de 5.000 peruanos, muchos ingenieros y arquitectos peruanos.
— Los críticos, y tiene varios furibundos, dicen que fue un despilfarro de dinero.
Se calcula que más o menos después de los Juegos aproximadamente 80.0000 menores han ido a hacer deporte. Las sedes han estado abiertas. Este es el legado mayor.
— Pero se acusa que no están bien mantenidas.
¿Entonces por qué hemos ganado los Juegos? Los inspectores técnicos de PanamSport vinieron con dos días de aviso y observaron que las sedes, incluso las torres, estaban tal cual estuvieron en el día de la competencia, en óptimas condiciones. El que acuse eso es un ignorante. Disculpa que me enoje, pero me he fajado, yo me he roto, he corrido un riesgo tremendo en tratar de hacer estos juegos de la manera más correcta y eficiente porque me puse la camiseta del Perú y eso se respeta. Hay personas que dicen que ha habido corrupción cuando hemos devuelto 300 millones de dólares que no hemos usado. A las personas que dicen que esto no valió para nada les decimos que 80.000 artículos publicados en el exterior durante los Juegos equivale a mil millones de dólares que hubiera tenido que invertir Prom-Perú en promover nuestro país. Cuatrocientos millones de personas han visto los Juegos, en directo y el rebote, que están colgados en YouTube.
— La crítica fue unánime con la inauguración y la clausura, fue uno de los Panamericanos más hermosos que se hayan podido hacer.
Las cuatro ceremonias: apertura y clausura de Panamericanos y Parapanamericanos, con el recorrido de la antorcha por el país, costó la mitad de lo que costó la ceremonia de inauguración de Río de Janeiro y esto dicho por los que saben.
— Al final, ¿cuánto nos costó organizar los Panamericanos?
El presupuesto original que encontré en el plan maestro era 5.000 millones de soles sin IGV. Recortamos porque eliminamos un polideportivo y las torres las comprimimos y nos fuimos hacia arriba, hubo un ahorro importante. El Ministerio de Economía, como vio que estábamos racionalizando, nos bajó a 4.300 millones con IGV. Al final, los Juegos los hicimos en 3.800 millones con IGV.
— ¿En cuántos meses hizo todo?
Comencé el 26 de setiembre del 2016, firmamos con el Gobierno Británico el 5 de abril del 2017; la Villa Panamericana comenzó el 15 de diciembre del año 17. En julio del 2018, ya teníamos todas las torres levantada, teníamos toda la zona hasta con jardines, todo listo. Nuestro problema era mantenerlo. Lo tuvimos 5 meses antes. Yo he estado en Chile y me invitaron a recorrer la villa; cuatro días después en la inauguración todavía había obreros.
— ¿Por qué cree que algunos peruanos son tan mezquinos y no reconocen lo que hizo?
El éxito en el Perú se penaliza. Uno no puede salir y hacer las cosas bien. Hay que buscar siempre errores. Por allí alguien dijo que hubo corrupción y siempre contesto que yo no iba a sacrificar toda mi historia personal y la de mi familia. Mi honor estaba en juego.
— Demostró que sí se pueden hacer las cosas en equipo pensando en lo mejor para el Perú.
Cuando uno quiere hacer las cosas bien, sí se puede. Lo importante es seleccionar un buen equipo de gente. Yo escogí el grupo de arriba, pero todo lo demás era por concurso. Recuerdo que mandaron una vez, de muy arriba, unos CV y a la persona le dije “llévatelos”. La gente que me llamaba sabía que yo era del PPC y nunca lo he negado, pero cuando me pedían un favor les decía que pasen su proceso de selección. Yo no me iba a quemar por alguien que dices amigo, ¿no?
— ¿No cree en el pago de favores?
Yo creo en la capacidad de las personas y cuando hay una cosa de suma responsabilidad no se puede poner en juego la reputación del país por darle el favor a un inepto o a un corrupto para que haga las cosas.
— Hablando de la ciudad, hubo cosas que se hicieron con los Panamericanos, por ejemplo, el puente en la Costa Verde. ¿Cuál es el desafío hoy?
Se hizo el puente de la Costa Verde, la Panamericana Sur, la avenida La Molina para llegar a la escuela de equitación, la Pachacútec. Esta es la gran oportunidad para la Municipalidad de Lima dar el salto cuantitativo y cualitativo en las obras que se necesita y este y el manejo del tránsito en la ciudad y gran oportunidad también para que el Ministerio del Interior ante este desafío haga funcionar la inteligencia. Ojalá y tengamos un buen ministro del Interior que termine por devolver la seguridad.
— Ha sido una sorpresa que en un corto tiempo un mismo país gane dos veces la sede.
Cuando cerramos los Panamericanos fueron momentos de alegría, todo el Perú estaba contento, estábamos unidos. En los últimos años fue nuestro momento feliz. Después comenzó la bronca política, la pandemia y toda la pesadilla de Castillo. Yo tuve una reunión con Sebastian Coe, campeón olímpico y mundial de 800 y 1.500 metros planos, presidente de la organización de las Olimpiadas de Londres, miembro del Parlamento. Él me advirtió: “Vas a estar entre dos fuegos. Los de casa dirán que el dinero es para escuelas y hospitales, que es un derroche ante la pobreza. Por el otro, tendrás al Comité Olímpico Internacional que te pedirá unas exigencias tremendas. Tú enfócate en el día después”.
— ¿Pensó mucho en el día después?
Si no hubiera sido por la forma que lo hicimos, no nos hubieran considerado para repetir los Panamericanos. En julio vamos a tener cuatro mundiales. Ya hemos tenido mundiales clasificatorios para resolver Olimpiadas. Vamos a tener el mundial juvenil de atletismo y de natación, que son los deportes más populares en los Juegos junto con la gimnasia. Yo me siento agradecido por haber podido darle algo a mi país.
“Nunca se me hubiera ocurrido comprarme un Rolex”
— ¿Como presidente del PPC ya piensa en una candidatura presidencial?
Lo que estamos haciendo primero... estamos en la fase final de lograr la inscripción, porque sin ella no tenemos nada. Yo creo que sí lo vamos a lograr, siempre hay el tema de siempre que la inscripción, etcétera, pero teníamos que presentar 65 sedes en 20 regiones distintas del país y las cumplimos. Tenemos 69. Ahora falta la verificación de las firmas. Mientras tanto, estamos conversando con gente para unirnos. Tenemos que ponernos de acuerdo y, llegado el momento, la persona que mejor esté posicionada será la que lidere la candidatura.
— ¿Con quiénes está conversando?
Del centro para la derecha y con gente independiente también. Estamos conversando del modelo de país que queremos: ¿cuáles son los mínimos comunes? ¿Qué queremos? La libertad, una economía social de mercado donde el sector privado tenga un rol protagónico y que el sector público haga lo que le corresponde: salud, educación, infraestructura. Yo converso con todos los que piensan en soluciones para el país. En nuestro país la división es tan grande, tan fuerte ideológicamente que no terminamos de entender que eso nos está hundiendo. Todo lo que está ocurriendo es porque torpedearon los partidos donde, al menos, había escuela y formación. En el PPC tenemos una doctrina y normas de convivencia y respeto.
— ¿La bicameralidad y la reelección congresal le parecen buenas medidas?
La reelección congresal nunca debió desaparecer, Vizcarra se equivocó de plano; pero, claro, era muy popular anularlo. Los buenos congresistas deben ser reelegidos y servirán de referentes para los que vienen después. Si no hubiera sido por la bicameralidad, por ejemplo, la estatización de la banca de Alan García hubiera prosperado.
— El PPC que busca su resurrección enfrenta grandes deserciones. Mire a Marisol Pérez Tello que se acaba de presentar como líder de un nuevo partido. ¿Lo considera una traición?
Marisol empezó a tocar algunos temas. Por ejemplo, el aborto cuando hay otros temas urgentes y prioritarios como el hambre, la falta de trabajo, la falta de educación, la falta de salud. Esos son los principales problemas. Cuando estuvo en el partido trabajó muy bien. Creo que sus prioridades no estaban totalmente alineadas con las prioridades de los demás. Si se une a los exmorados no sé por dónde va a terminar. Espero que después de la pandemia y de la pesadilla de Castillo hoy elijamos mejor.
— ¿Después de Vizcarra, Castillo fue lo peor que nos ha pasado?
Creo que sí. La presidenta Boluarte está tratando de hacer lo que puede. Estamos viviendo con un equilibrio precario.
— Pero este pacto es supervivencia, nos pasa factura a los ciudadanos. Los menos favorecidos están siendo extorsionados, asesinados por sicarios.
Con el ministro Víctor Torres que no sabe a dónde va. Lo que yo sé es que vivía muy tranquilo en Miami y que tenía su negocio. ¿Para qué vino? ¿Fue recomendado por el hermano Nicanor? En los momentos más álgidos hay que poner a los mejores y él no lo es. La presidenta necesita ministros fuertes.
— Hablando de la presidenta, el último incidente tiene que ver con su Rolex. La pregunta es de dónde tiene ese Rolex que cuesta 14.000 dólares o quizá más.
Yo ando con mi reloj para que cuente mis pasos. Nunca se me hubiera ocurrido comprarme un Rolex. Si Acuña tiene uno, es probable porque tiene plata como cancha, pero Boluarte tendrá que explicar el origen porque si es regalo siempre trae factura, ¿o no?
— Los dos grandes problemas del país son inseguridad y corrupción y estamos entrampados. ¿Cuál es su lectura?
Yo no soy abogado, pero veo: la justicia mezclada con política nada bueno sale. Justicia ideologizada no es justicia. Cuando uno ve a un fiscal hablando con tanto odio de una persona que está en proceso, me llama la atención y te hace dudar de la imparcialidad a la hora de perseguir el delito. En un país desarrollado, jamás ves a un fiscal parándole los machos a un político y menos salen a gritar con megáfono en mano.