Unidad de Investigación
La designación de Jorge Angulo Tejada como nuevo comandante general de la Policía Nacional de Perú (PNP) no fue fácil para el gobierno de Dina Boluarte. Su antecesor, el ahora general en retiro Raúl Alfaro, parte de la investigación fiscal sobre la presunta organización criminal vinculada a Jorge Hernández Fernández, conocido como ‘El Español’, se negó a ser relevado de su cargo, según fuentes de este Diario.
La noche del lunes 21 de este mes, Alfaro estuvo en el Ministerio del Interior acompañado por un abogado para entrevistarse con el ministro del sector, Vicente Romero, para discutir los términos de su salida. Horas antes se había dado el allanamiento de la casa y la oficina de Alfaro.
Según fuentes del sector Interior, en la reunión –en la que también estuvo el entonces jefe del Estado Mayor de la PNP, teniente general Vicente Álvarez Moreno– Alfaro no quiso aceptar como motivo de su renuncia los señalamientos en su contra revelados por el equipo policial que apoya al Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción del Poder, que investiga el caso de ‘El Español’.
Ante la persistente negativa de Alfaro, Álvarez, quien le seguía en la línea de mando, le pidió su carta de renuncia, ante lo cual el jefe de la PNP dijo que “la evaluaría”.
El mismo lunes, pero más temprano, el ministro Romero y su equipo de asesores jurídicos ya habían empezado a alistar el nombramiento del nuevo jefe de la policía. El elegido fue el general Jorge Angulo.
No hubo respuesta de Alfaro al pedido para que renunciara. El martes 22 se publicó en “El Peruano” la resolución que pasaba al retiro a Alfaro y daba por concluida su designación como jefe de la PNP. Asimismo, se designó a Angulo como su sucesor.
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Para oficializar el nombramiento de Angulo, seis generales que estaban delante de él pasaron al retiro.
En primer lugar, los dos oficiales que componían el alto mando con Alfaro, quienes fueron descartados por el Ejecutivo por tener antecedentes negativos en su trayectoria.
Vicente Álvarez Moreno, quien ocupaba la jefatura del Estado Mayor desde el 27 de agosto del 2022, había sido expulsado de la PNP en el 2016 luego de que el Ministerio Público lo acusara de organizar el escuadrón de la muerte, un supuesto grupo de policías que realizaba ejecuciones extrajudiciales contra presuntos delincuentes. También fue cuestionado por la venta ilegal de combustible de la Dirección contra el Terrorismo (Dircote), unidad en la que fue jefe.
Una decisión judicial obligó al comando PNP a reintegrarlo a sus funciones desde enero del 2022.
El tercer alto oficial era el teniente general chotano Segundo Mejía Montenegro. Su cercanía con el expresidente Pedro Castillo y una investigación que enfrentó por el delito de lavado de activos fueron razones suficientes para no tenerlo en los planes del Ejecutivo.
Debajo de Álvarez y Mejía había otros cuatro oficiales que podían asumir el mando de la PNP antes que Angulo.
Los generales Adolfo Semino Córdova y Rodrigo Prada Vargas, ambos de 68 años, estaban en actividad tras reincorporarse por una orden judicial. Sin embargo, su permanencia en la PNP podía revertirse porque sus procesos administrativos siguen vigentes. Ambos generales habían ascendido hace más de 10 años.
Los otros dos generales son Luis Lazo Fernández y Luis Cacho Roncal. Su situación en la policía era similar: su actividad dependía de procesos administrativos pendientes de resolverse.
La antigüedad de estos oficiales, así como el estado de sus procesos, fueron razones para no ser tomados en cuenta desde un inicio.
Fuentes del Ministerio del Interior señalaron que algunos de esos oficiales manifestaron resistencias para pasar al retiro por causal de renovación extraordinaria. Ellos habrían propuesto postergar su salida hasta fines de año para no verse afectados respecto de los beneficios a los que tienen derecho los oficiales generales. Hasta el cierre de esta edición, las resoluciones con sus pases al retiro no habían sido publicadas.
El nuevo comando
De no surgir algún giro imprevisto, los dos oficiales que acompañarán al general Jorge Angulo en el alto mando de la policía serán los que le siguen en el cuadro de méritos: Carlos Chong Campana y Víctor Montoya.
Chong, de 60 años, es director de la Secretaría Ejecutiva de la PNP. Pasaría a comandar el Estado Mayor. Angulo y Chong son de la promoción Los Celadores de la antigua Guardia Civil (1986).
En junio del 2022, Chong era jefe de la Dirección de Seguridad del Estado cuando el exministro Juan Silva se fugó. En ese momento se evidenció su vínculo familiar con Dina Boluarte (sobrino de segundo grado), entonces ministra y vicepresidenta. Chong, además, es sobrino del embajador Luis Campana Boluarte. El diplomático a su vez es primo de la actual mandataria. Tras revelarse esos nexos, Chong fue reasignado de la Seguridad del Estado a la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes).
El otro alto oficial que sería nombrado como inspector general de la policía es el general Víctor Montoya Mori, director de la Dirección Nacional de Orden y Seguridad desde el año pasado.
Las resoluciones para ascenderlos a tenientes generales estarían a la espera de la firma de la presidenta Boluarte.
La ceremonia de reconocimiento del nuevo comandante general de la PNP, Jorge Angulo, se realizó ayer a puertas cerradas en el Ministerio del Interior.
El general Raúl Alfaro no fue a la ceremonia, aunque se supo que había planeado ir porque se sentía “inocente”.