Fernando Vivas

La fiscalía hizo un hallazgo tardío, de esos que escapan a un primer allanamiento. No estaba en los cajones, ni en los estantes, ni en la memoria de las computadoras de Palacio de Gobierno. No estaba en el armario de un baño, como le pasó a Bruno Pacheco cuando le pillaron $20 mil. Estaba –según contó el programa “Contracorriente” de Willax- en la memoria de una impresora. Era el texto de un decreto ley que disolvería el Congreso el mismo 7 de diciembre, si la temeridad de Pedro prosperaba.