1. Cambié, pero no como querías
Dina habló ante una portátil y escuchó el eco que quería escuchar: que la mejor manera de avanzar es no oír a los críticos. Invocó el refrán ‘a palabras necias, oídos sordos’. Ella soltaba una línea y el auditorio completaba la otra, mejorando la ocasión en que cantó ‘El gato ronron’ ante niños incómodos. Es fue el lunes; el jueves, en Piura, el auditorio no era dócil y ella dijo ‘a más odio más obras’. Su equipo ha aprendido a organizarle encuentros donde se siente a gusto aunque se enajene de los reclamos que sí oiría en otras circunstancias; ella ha aprendido a refugiarse en la retórica de lemas cortos.
Los cambios de ministros (ver crónica aparte) no respondieron a una evaluación de las críticas opositoras; sino a los pedidos que quiso oír y de las señales que quiso ver, pero sobre todo, de mutuas pérdidas de confianza con ministras que antaño sintió muy leales como Hania Pérez de Cuéllar (ex Vivienda) y Leslie Urteaga (ex Cultura) y con el ex canciller Javier González Olaechea quien dejó constancia de lo imprevisto que fue para él su salida poniendo en su carta de renuncia 12:15m, menos de una hora antes de la juramentación de su reemplazo, el embajador Elmer Schialer. Su salida y algunas improvisaciones nerviosas de Schialer han dado pie a un debate sobre sí la posición peruana ante Venezuela debe ser más severa o más moderada. Como si a Maduro le importaran esos matices.
“Los cambios de ministros no responden a una evaluación de las críticas opositoras; sino a los pedidos que quiere oír y de las señales que quiere ver la presidenta”
2. Patricia Benavides II
La suspendida ex fiscal de la nación, afronta serísimas imputaciones penales sin el respaldo político que alguna vez tuvo de la mayoría congresal. Sin embargo, si su batalla personal parece perdida; no parece así la batalla que prometió ganar: destronar el presunto dominio ‘caviar’ en el Ministerio Público. Por eso, la mayoría congresal aprueba decididamente la permanencia en el gabinete del ministro del Interior, Juan José Santiváñez, cuyo discurso es más duro contra los fiscales que permiten la liberación de delincuentes pillados por la PNP en flagrancia que contra los mismísimos criminales.
Por eso también, la misma mayoría aprobó el miércoles, en segunda votación, la norma que devuelve facultades de investigación a la PNP y la empodera relativamente frente al Ministerio Público (MP). Con eso, siguiendo una común narrativa conspirativa, el supuesto ‘poder caviar’ que domina el MP perdería peso ante una policía tradicionalmente afín a la derecha. Que con este cambio la persecución penal corra riesgo de ser políticamente instrumentalizada por los gobiernos de turno, es una preocupación de muy largo plazo para los 80 congresistas que votaron a favor.
El Congreso privilegia en su legislación cálculos e intereses mucho más inmediatos, a lo sumo, proyectados a las condiciones en que se llevarán a cabo en el 2026 las elecciones presidenciales y del nuevo parlamento bicameral.
3. Fusiones y decepciones
Si los cambios ministeriales fueron promovidos, en parte, para acallar las expectativas generadas por el vago anuncio en el mensaje presidencial del 28 de julio de fusionar dos pares de carteras (esa es nuestra hipótesis en la crónica “El gabinete de la inseguridad”); poco efecto van a tener. Para algunas bancadas, la aprobación del proyecto del Ejecutivo de crear un ministerio de Infraestructura podría condicionarse a que el gobierno avance en la concreción de esas promesas.
Adrianzén dijo que ello tomará un tiempo. En realidad, se percibe un desgano en el Ejecutivo ante esa promesa de crecimiento del Estado en una época en la que todos los apetitos y la mayoría de iniciativas legislativas empujan a limitar la recaudación y aumentar el déficit fiscal.
Renovación Popular, desplazada de la alianza de centro derecha en la mesa directiva (Fuerza Popular, Alianza Para el Progreso y Avanza País) en favor nada menos que de Perú Libre; ha tomado una actitud más opositora, pidiendo ajustes al gasto corriente en el presupuesto. A medida que se acerquen los próximos hitos del calendario electoral veremos cambios de posición como este.
“Los congresistas están concentrados en la ley de presupuesto, sustentada por José Arista el jueves y clave de sus entendimientos con alcaldes, gobernadores, y los intereses particulares que representan con más celo que a sus electores”.
Sin embargo, RP coincide con el ‘Bloque’ que la desplazó y con una amplia mayoría cuando se trata de dar la batalla al Ministerio Público y al resto de poderes que hacen al Congreso el contrapeso que no le hace el Ejecutivo. Veremos si el TC, ahora presidido por la magistrada Luz Pacheco, se suma al contrapeso desafiando la percepción de que tiende a favorecer al Congreso.
Por todo esto, 80 congresistas, como ya vimos, votaron a favor de la ley que empodera a la PNP respecto al MP. Por todo esto están concentrados en la ley de presupuesto, sustentada por José Arista el jueves y clave de sus entendimientos con alcaldes, gobernadores, y los intereses particulares que representan con más celo que a sus electores.