Milagros Leiva

Es la víspera de Navidad y Roque Benavides abre espacio en su agenda. En una hora irá a almorzar con todos los trabajadores del Colegio de Ingenieros; es decano del Consejo Departamental de Lima. Eso siempre lo llena de orgullo: decir que es ingeniero y que estudió en la UNI. También lo llena de fuerza hablar de la minería. “Roque Benavides no se va del Perú. Me quedo aquí y vamos a seguir trabajando. Nunca es más oscuro que cuando va a amanecer y yo creo que el Perú tiene grandes posibilidades”. Así me recibe, con optimismo y con fe. Está convencido de que todos debemos recapacitar y pensar en lo que hicimos mal para volver a comenzar.