“¿Qué sentido tenía intervenir ahí (Ilave)? Ninguno, por cierto. Me ratifico, entonces, en la decisión que tomamos en el Ministerio del Interior, y asumo esa responsabilidad”, dijo Fernando Rospigliosi cuando, en su condición de ministro del Interior del gobierno de Alejandro Toledo fue interpelado por el Congreso, luego de que una turba linchara y asesinara al exalcalde de Ilave, Cirilo Robles (2004).
En ese momento, el ahora extitular del Interior trataba de justificar el no haber desplegado contingentes policiales en la zona para contener a los iracundos pobladores, y evitar un costo social mayor. Sin embargo, el exministro fue censurado por el Legislativo y tuvo que renunciar al cargo.
En una vuelta del destino; y gracias al voto popular, Rospigliosi Capurro se presentaría ante el Parlamento nueve años después, pero esta vez para ocupar una curul en su condición de accesitario de la Fuerza Popular (FP), ante el deceso del congresista Hernando Guerra-García.
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Y es que, el sociólogo, periodista, analista político y especialista en temas de seguridad e inteligencia de 76 años, fue uno de los seis congresistas más votados durante las últimas Elecciones Generales del 2021.
Según el registro de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (Onpe) obtuvo 14,705 votos, quedando en el sexto lugar de los candidatos por la región Lima; pero en ese momento no alcanzó una curul.
Keiko Fujimori, lideresa de Fuerza Popular, confirmó que a Rospigliosi Capurro le tocaría asumir el encargo congresal ante la repentina desaparición del exvicepresidente del Congreso.
De asumir la curul fujimorista, Rospigliosi tendrá que esperar que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) le entregue su credencial. Para esto, antes, el Congreso debe expedir una resolución declarando la vacancia del cargo por fallecimiento de Guerra-García.
“Yo creo que no podemos comparar a las personas; vamos a extrañar mucho a Nano, y estoy segura que el señor Rospigliosi asumirá con mucha responsabilidad este rol que le toca”, dijo Fujimori Higuchi.
Antecedentes
Sociólogo de la Universidad Pontificia Universidad Católica del Perú, entre los años 1970 y 1980 militó en el partido político del movimiento peruano marxista Vanguardia Revolucionaria (VR).
Durante el gobierno de Alejandro Toledo, desempeñó el cargo de ministro del Interior en dos ocasiones. Durante su primer periodo -de julio del 2001 a julio del 2002- se crearon lo Comisionados para la Paz y el Desarrollo y dispuso el trabajo conjunto con la Comisión de la Verdad y Reconciliación.
Su segundo periodo fue entre julio del 2003 a mayo del 2004. Fue el primer ministro censurado del gobierno de Toledo, por parte del Congreso. Esto, por el caso Ilave.
Años después, cuando Toledo Manrique era acusado de haber sido parte de la corrupción de Odebrecht, Rospigliosi criticó al exjefe de Estado tildándolo de mentiroso, ante las evidencias de sus presuntos actos ilegales.
“Miente diciendo que jamás ha recibido dinero ilegal, cosas que sabemos que sí ha ocurrido y hay evidencias incuestionables. Eso ha sucedido”, aseveró a RPP Noticias.
Ya fuera del cargo ministerial, en el 2009, fue procesado constitucionalmente en el Congreso por presuntamente haber dispuesto una serie de contratos durante su gestión como exministro, sin tener en cuenta las normas de contrataciones. La Comisión Permanente acordó acusarlo constitucionalmente e inhabilitarlo, pero el caso no pasó en el Pleno.
Solo meses antes (octubre del 2008), Rospigliosi había denunciado la trama de corrupción del “Caso Petroaudios” presentando tres grabaciones que daban cuenta de tratos ilícitos para la concesión de lotes petroleros.
Fue incluido como víctima de interceptaciones de la empresa Bussines Track (BTR), integrada por exmarinos y asesores en seguridad.
En noviembre del 2015 fue presentado como jefe de campaña del entonces candidato a la presidencia, Pedro Pablo Kuczynski. Sin embargo, tres meses después fue despedido del cargo al ser responsabilizado del descenso en las encuestas del economista.
Finalmente, cinco años después se sumaría al equipo de Fuerza Popular (FP) y postularía al Congreso por dicha agrupación política.
De crítico de Keiko a candidato de FP
Años antes, Fernando Rospigliosi era un crítico acérrimo, no solo contra el expresidente Alberto Fujimori, sino también contra la misma Keiko Fujimori y su partido.
Ella (Keiko Fujimori) vivía en Estados Unidos, a cuerpo de reina, con la plata que le daba Vladimiro Monesinos, con la plata que se rbaban del Estado y por suuesto que deben tener unas cuenas enormes, porque Fujimori se fue con las maletas llenas de plata(…) estaba metida hasta el cuello en la corrupción fujimorista. Es imposible que no supiera, es como si Fujimori no hubier sabido lo que hacía Montesinos”
Fernando Rospigliosi, 2009.
En el 2017, incluso hablaba sobre el “recuerdo de los años `90, cuando hubo una dictadura”, que podría ocurrir lo mismo con el fujimorismo y otros partidos quienes podrían tomar “represalia” e “intento de amedrentamiento” contra la fiscalía.
“¿Cómo van a investigar los fiscales al señor Joaquín Ramírez, a la señora Fujimori, o a cualquiera (…) Claro, una espada de Damocles sobre su cabeza. Si empiezan a investigar lo no les gusta les caen encima y lo destituyen”, afirmaba entonces.
En otra entrevista con TV Perú Noticias también aseguraba que existía una “ofensiva” del fujimorismo en el Congreso.
“Tiene una mayoría abrumadora en el Congreso y están actuando como aplanadora, pasando por encima de la institucionalidad y no respetando ninguna regla política. Esto de pretender acusar al fiscal de la Nación porque no hace lo que a ellos le parece; que en realidad es un chantaje y es un amenaza por las investigaciones que está llevando a cabo la fiscalía que afectan a personajes encunbrados del fujimorismo, como a la misma Keiko Fujimori”, anotó.
Sin embargo, en diciembre del 2020, Rospigliosi Capurro fue presentado como parte del equipo técnico de la campaña presidencial de Keiko Fujimori, para las Elecciones Generales del 2021.
Luego, pasó a integrar la lista de candidatos parlamentarios. Justificó sus decisión y aseguró apoyar a la lideresa de FP bajo el argumento de que era momento de “cerrar heridas” y “cerrar brechas” por la democracia.