¿Estamos condenados en el Perú a que nuestros servicios de inteligencia siempre estén satanizados porque los gobiernos de turno los manipulan para perseguir a opositores? Tras los cuestionamientos a la DINI (Dirección Nacional de Inteligencia) por denuncias de reglajes, es bueno recordar las acciones de inteligencia que en casos emblemáticos sirvieron para combatir verdaderas amenazas y culminaron con la captura de cabecillas del narcotráfico y el terrorismo. El Comercio conversó con los artífices de estos históricos casos para conocer más detalles de las estrategias que emplearon.
1. Las libretas de ‘Polaco’ que ayudaron a descubrir los ‘negocios’ de ‘Lunarejo’.
El general de la Policía Nacional en retiro Carlos Morán Soto dirigió hace diez años el equipo policial especial que capturó a quien el Gobierno de Estados Unidos consideraba uno de los diez principales narcotraficantes del mundo: Fernando Zevallos, ‘Lunarejo’, dueño de la otrora aerolínea Aerocontinente. Morán reclutó a cincuenta hombres probos y expertos en combatir el tráfico ilícito de drogas, homicidios, corrupción de funcionarios y lavado de activos.
Era el 2005 y Zevallos, que fundó Aerocontinente en 1992 con capitales cuyo origen no justificó, se codeaba con ministros, congresistas, empresarios y periodistas, pese a que este Diario dio cuenta desde 1995 de sus vínculos con la banda de los López Paredes, dedicada al tráfico ilícito de drogas, y a que figuraba desde el 2004 en la referida lista negra de EE.UU.
Este hombre de inteligencia nos dice que un punto de partida importante para la caída de ‘Lunarejo’ fue la captura de su lugarteniente, Jorge Chávez Montoya, ‘Polaco’, en julio del 2005. Las libretas de este revelaban sus actividades ilícitas.
“Fueron más de cuatro meses de captar informantes, acopiar datos, rastrear en los Registros Públicos”, menciona Morán. En esa época todavía no funcionaba el equipo Constellation para interceptaciones telefónicas autorizadas.
Morán afirma que para el éxito de la captura fue clave “trabajar con autonomía”. Ni el entonces presidente Alejandro Toledo sabía que su equipo le pisaba los talones a Zevallos.
‘Lunarejo’ fue detenido en noviembre del 2005 minutos después de salir de su casa en Casuarinas, valorizada en US$4 millones. No ofreció resistencia, estaba nervioso. “Esto es un abuso. Me quieren probar lo que nunca han podido probarme”, gritaría luego.
Zevallos tenía que responder por lavado de activos provenientes del narcotráfico, a través de Aerocontinente, y por homicidio, pues testigos habían señalado que recurría a sicarios para desaparecer a sus enemigos. Días después fue condenado a 20 años por sus ‘negocios’ con López Paredes.
Le preguntamos a Morán si entonces recibió presiones políticas. “Al mes siguiente de la captura se intentó separar al equipo especial”, respondió.
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