El lunes 6, el Congreso envió al despacho presidencial la autógrafa de ley que permite el retiro del 25% de los fondos de las administradoras de fondos de pensiones (AFP), con un tope máximo de S/12.900. La norma fue aprobada en plena emergencia sanitaria por el coronavirus.
El presidente Martín Vizcarra tendrá hasta el miércoles 29 de abril para tomar una decisión sobre esta ley. Si el Ejecutivo no tuviera observaciones, la promulgaría y publicaría en el diario oficial “El Peruano”. Pero tanto Vizcarra como la ministra de Economía y Finanzas, María Antonieta Alva, y los titulares de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP y el Banco Central de Reserva han expresado su preocupación al respecto. Señalan que un retiro de fondos, estimado en más de S/30 mil millones, en un plazo reducido y en un contexto negativo en el mercado de valores, afectaría el sistema financiero y la economía peruana en plena emergencia por el COVID-19.
En estas circunstancias, Vizcarra tiene cuatro opciones: promulgarla, observarla, negociar o plantear una cuestión de confianza sobre la política económica. Cada una trae sus propios riesgos.
Aun cuando cooperar con el Congreso para brindar mayor liquidez a los aportantes le traería algún rédito político –sobre todo en un contexto en el que la imagen pública de las AFP está deteriorada–, para el presidente, promulgar la ley significaría entrar en abierta contradicción y debilitar el respaldo a su propio equipo económico.
Otra opción, entonces, sería observar la norma. Hacerlo supondría manifestar su rechazo a la iniciativa. Fuentes cercanas al presidente del Congreso, Manuel Merino, informaron a El Comercio que Vizcarra le adelantó –en el viaje que ambos realizaron juntos a Tumbes– que observaría la norma.
Sin una estrategia que la acompañe, no sería mucho más que un mero gesto político. La observación, por sí sola, no evitaría que el Congreso la promulgue por insistencia. Tendrían asegurados los votos para promulgarla si el Ejecutivo la observa.
Entonces, ¿esta batalla está perdida? No necesariamente. Los días que restan hasta el 29 de abril podrían usarse para insistir en un acuerdo que implique realizar modificaciones que minimicen el impacto económico de la medida, como topes menores, gradualidad de entregas u otras.
Si la estrategia tuviera éxito y el Legislativo aceptara las observaciones, el presidente lograría sortear este primer choque con el nuevo Congreso sin poner en riesgo la economía: Vizcarra consolidaría su liderazgo en la crisis.
Sin embargo, la atención del Gobierno no parece estar, por ahora, centrada en el tema AFP. Tampoco es fácil identificar quién en el equipo de Vizcarra tendría la capacidad de negociar con el Congreso.
¿Cuestión de confianza?
Si ninguna de estas opciones fuera satisfactoria, al Gobierno le quedaría una jugada mayor: plantear una cuestión de confianza sobre la insistencia del proyecto y la política económica, lo que implicaría haber evaluado que el costo de esa ley es tan alto que amerita medidas extremas.
La confrontación entre Ejecutivo y Legislativo alcanzaría un alto nivel en medio de la emergencia sanitaria. Aunque los enfrentamientos no le son ajenos al presidente, añadiría una crisis política a esta coyuntura.
Tomar una decisión requerirá que el Gobierno evalúe sus recursos para conseguir lo que se propone y el impacto que generaría, pero también la posición de su interlocutor. Este es un Congreso breve y limitado por la coyuntura. Sus labores y capacidad para incidir en la agenda se han visto afectadas por el estado de emergencia. Y, aunque fragmentado, parece decidido a emprender iniciativas que mitiguen los impactos negativos de la coyuntura –más allá de que estas sean técnicamente correctas o no– y lo acerquen a la gente. Su empuje para anotar un logro popular no debe ser subestimado.
¿Cómo se contagia el coronavirus?
La COVID-19 se contagia por el contacto de una persona sana con otra que esté infectada. Esta enfermedad se propaga de persona a persona mediante las gotículas procedentes de la nariz o boca cuando el que se encuentra enfermo tose o exhala.
En muchos casos, estas gotículas caen sobre objetos o superficies, que después tocan otros individuos y se llevan a la nariz, ojos o boca cuando pasan sus manos por la cara.
¿Cómo prevenir la propagación del coronavirus?
Para reducir la probabilidad de contagio existen varias maneras. Las principales son:
- Lavarse las manos con agua y jabón por 20 segundos y usar alcohol o gel desinfectante.
- Mantenerse a una distancia mínima de 1 metro de cualquier persona.
- Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca, debido a que las manos al palpar muchos objetos y superficies pueden recoger el virus.
- Mantener una buena higiene respiratoria: si tose o estornuda deberá cubrirse la boca y la nariz con el codo doblado o con un pañuelo de papel, que deberá desecharse de inmediato.
- Permanecer en casa si no se encuentra bien. En caso tenga fiebre, tos y dificultad para respirar, busque atención médica y siga las instrucciones que le de personal de salud.
¿Cuánto durará la cuarentena por coronavirus en Perú?
Después que se reportaron los primeros casos de coronavirus en el Perú, el presidente Martín Vizcarra declaró estado de emergencia nacional por 15 días ante el avance del COVID-19 en el Perú. A través de este Decreto Supremo se busca la prevención y el control para evitar la propagación del coronavirus en el territorio nacional.
Sin embargo, este jueves anunció que habrá prórroga por el bien de todos los peruanos, y se extenderá este periodo de emergencia nacional por 13 días más, es decir hasta el 12 de abril.