Un país emboscado por el encono y ahogado en la incertidumbre recibe una noticia extraordinaria: un compatriota ya ilustre recibe un añadido reconocimiento, esta vez asociado a la inmortalidad del lenguaje francés. La distinción ensalza su monumental obra literaria, escrita siempre con la peruanidad en su sistema sanguíneo, haciendo universal un ya inexistente bar del jirón Huancavelica donde resonará por siempre una pregunta que trágicamente parecería definir a este país. Mario Vargas Llosa responde desde Madrid sobre su vida y sobre el Perú con la honestidad intelectual que lo define. Mientras tanto, la mezquindad, por si fuera necesaria mencionarla, tirita y balbucea, como siempre.
—Un joven peruano llega a Francia pretendiendo ser escritor francés. Repara que lo que le toca es ser un escritor latinoamericano, y con el tiempo acaba siendo un autor universal. ¿Eso es la vida o eso es literatura?
Eso es la vida y al mismo tiempo es literatura de la mejor. No lo pude prever, pero así ha resultado mi biografía. Creo que en ella se reflejó una juventud confusa, como era la de los peruanos que sentían una vocación literaria en los años 40, y que luego, ayudado por la suerte, se fue orientando cada vez más hacia la literatura. Mi vinculación a Francia me prestó un extraordinario servicio, sobre todo, siguiendo el ejemplo de Flaubert.
—¿Todos somos novelables? ¿Todo es novelable?
Todos somos novelables. En principio, sí. Cualquier estado de cosas puede ser producto de una novela. Eso sí, hay que trabajarla de una manera muy rigurosa, siguiendo el ejemplo de los mejores, y sin apresurarse, según el ejemplo que nos dieron los grandes novelistas. Pero es un hecho que la novela de nuestro tiempo debe añadir algo que no tuvieron las novelas del pasado.
—¿La literatura realmente mejora la vida o solo la anestesia, que ya es bastante?
La novela es enormemente instructiva, no solo para quienes la leen, sino también para aquellos que la escriben. Yo diría que es la más rica experiencia de la creación, porque en ella no solo hay un lenguaje, sino también una visión del mundo, de la sociedad, y de los problemas actuales. Trabajando día y noche en esos temas se aprende tanto como leyendo las mejores novelas.
—El escritor es Dios frente a la hoja en blanco. ¿Qué es Dios para el escritor? ¿Sigue siendo un agnóstico militante?
El tema de Dios es un tema complicado en el que hay que respetar todas las posiciones: las de los creyentes y las de los no creyentes. Eso es la democracia, tal como se vive en los países más civilizados. Además, hay países como Inglaterra, en los que es de mal gusto preguntar a una persona si es creyente o no.
—En su discurso de ingreso a la Academia Francesa se refiere varias veces al ‘espíritu francés’, valor universal de cultura y civilización. ¿Cómo definiría al ‘espíritu peruano’?
El espíritu francés está sólidamente establecido a lo largo de los años, por una manera de ser y de actuar. El Perú es todavía un país sin una estructura sólida, en el que cada grupo actúa en función de valores que son muy distintos entre sí. Probablemente es el caso de toda América Latina, sin excepción. Aunque algunos países están más adelantados que otros, tengo la impresión de que como un conjunto social estamos más divididos que unidos, y ese es uno de los problemas que tenemos que resolver cuanto antes.
"El Perú es todavía un país sin una estructura sólida, en el que cada grupo actúa en función de valores que son muy distintos entre sí"
—¿Es sostenible el gobierno de Dina Boluarte? ¿Ha llegado la hora de que dé un paso al costado y se proceda según la sucesión constitucional?
El gobierno de Dina Boluarte me parece que se ha establecido de acuerdo a las leyes y a la Constitución y que, en las próximas elecciones que tengamos, los peruanos deben votar mejor, pues ya han tenido una visión de lo que puede ocurrir cuando se elige mal.
—Toda América Latina ha votado por la izquierda pero bajo el argumento de detener al fascismo. ¿Hay un riesgo real de fascismo en la región o el autoritarismo viene por la izquierda?
No hay ningún riesgo de que el fascismo se instale en América Latina. El fascismo de izquierdas es el que va avanzando poco a poco en los países de nuestro entorno con la complicidad de esa extrema izquierda que va incorporando cada día nuevos sectores a su irresponsable estrategia. Con esa izquierda no hay esperanzas de salir del subdesarrollo. Es cierto que América Latina ha optado por una posición de izquierda lamentable. No hay ningún ejemplo que seguir, porque todos los regímenes de izquierda han fracasado en el mundo. Los ejemplos están no solo en Europa, sino también en el Tercer Mundo. Los países que han avanzado de veras, como ocurre en el oriente, han entendido que la mejor manera de progresar es con una economía de mercado en la que los ciudadanos puedan trabajar por labrarse un porvenir y los gobiernos los ayuden en este ideal. Creo que América Latina va muy mal por el camino que ha emprendido y que, si avanza y porfía al respecto, le esperan grandes fracasos. Ojalá no sea así.
—Los intelectuales de izquierda llenaron de contenido al envase vacío de Pedro Castillo bajo la figura del buen salvaje. Viene a la memoria su texto sobre “el intelectual barato” latinoamericano.
El caso de los intelectuales de izquierda, que hoy día defienden a Pedro Castillo y lo han convertido en una figura, es lamentable. Pedro Castillo era un analfabeto y trató, además, de dar un golpe de Estado que iba contra la Constitución y las leyes. Creo que con semejante líder, la izquierda se ha desnaturalizado por completo.
"No hay ningún riesgo de que el fascismo se instale en América Latina. El fascismo de izquierdas es el que va avanzando poco a poco"
—Mientras la izquierda promete la asamblea constituyente como la panacea, la derecha parece contentarse con prometer un statu quo o una vuelta al Perú pre-Castillo y prepandemia, algo que no volverá. ¿No se extrañan las promesas de una derecha liberal?
Hay una derecha incivil, representada por pequeñas minorías. Pero la verdadera derecha de nuestro tiempo elige la prosperidad, el derecho de todos los ciudadanos de labrarse un porvenir, que es lo que pretenden las familias. La izquierda, en su empeño de repetir los modelos ya extintos, está perdida. Ellos creen que repartiendo la riqueza actual, se solucionarán los problemas del subdesarrollo. Ese no es el camino. Lo es atraer inversiones y crear un ambiente favorable para el comercio. Es verdad que el subdesarrollo permite a ciertos líderes de izquierda gobernar, pero ese es un puro disparate en el que no hay futuro para América Latina. Chile, felizmente, parece ir dando marcha atrás de lo que significó un mero deterioro de los altos índices de desarrollo que había alcanzado. Esperemos que este ejemplo sea seguido por el resto de América Latina y que no contribuyamos a un subdesarrollo del que otros países tratan de escapar. América Latina tiene muy buenas perspectivas, si emprende una política más sensata. Sus riquezas son reales, pero carecemos de capitales y hay que atraerlo, como hacen tantos países del Asia. Y los capitales están rodando por el mundo buscando los mejores lugares para invertir. Pero esto no es compatible con lo que ocurre hoy día en América Latina, donde una izquierda irresponsable e insensata nos aleja cada vez más de esas fuentes que son el verdadero desarrollo.
—¿Por qué la derecha pierde la narrativa mediática ideológica contra la izquierda? Un ejemplo es el golpe y la corrupción de Castillo, que ha quedado de lado frente a las protestas y la errática respuesta del gobierno de Dina Boluarte.
La derecha pierde la narrativa mediática e ideológica por una razón muy simple: los peruanos no saben lo que los favorece. A mi entender, la defensa del liberalismo pondría al Perú en la buena dirección, en tanto que se alinearía con todos los países que en el mundo prosperan. En cambio, qué distinta es la situación de Cuba, Nicaragua, Venezuela y los países latinoamericanos que siguen esa línea. ¿Dónde ha prosperado el socialismo? En ninguna parte. Y Rusia está sufriendo en estos momentos una previsible derrota por parte de Ucrania. Por eso espero que las próximas elecciones no solo voten con sensatez, sino también que su voto sea inteligente.
"La derecha pierde la narrativa mediática e ideológica por una razón muy simple: los peruanos no saben lo que los favorece"
—Un estandarte del Colegio Militar Leoncio Prado se lució en la Academia Francesa, así como se honró a la Universidad de San Marcos. ¿Qué es lo que más les agradece a estas dos instituciones?
El colegio militar Leoncio Prado y la Universidad de San Marcos me hicieron conocer el Perú profundo, algo que les agradezco enormemente. Yo hubiera podido ser, por el contrario, una persona muy limitada en su visión del Perú y de los peruanos. Pero gracias a esas instituciones, tuve, desde muy joven, una visión integral del país, tan dividido y de tantas maneras. No hubiera podido escribir lo que he escrito si no hubiera tenido esas vivencias.
—Usted ha tenido como maestros y amigos personajes que son referentes de la cultura peruana.
Si tengo que nombrar a una persona, a la que debo mucho, nombraría al Dr. Raúl Porras Barrenechea. Trabajé cinco años con él, de lunes a viernes, todas las tardes, y creo que en su biblioteca aprendí todo lo que San Marcos no pudo enseñarme. Le tengo una gran admiración y un enorme cariño, pues era muy generoso con todos quienes trabajábamos en su casa. Un verdadero maestro, en un mundo en el que los maestros no abundaban.
—Al ingresar a la Academia Francesa, usted recibió una espada, según la tradición. A propósito de espadas, esta es la herramienta por antonomasia del matador de toros, profesión en la mira de la corrección política y el pensamiento único justo ahora que un peruano –Andrés Roca Rey– es figura cumbre del toreo. ¿Qué encuentra de defendible en la tauromaquia?
Estoy a favor de la tauromaquia y considero que Andrés Roca Rey es una figura cumbre del toreo. Lo he visto muchas veces y creo que se merece todos los aplausos. La tauromaquia está respaldada por la historia y por el toro bravo, que es una especie única, que desaparecería si prevaleciera la campaña en contra de la tauromaquia. Espero que no sea así.