Si bien el Papa Francisco no pisó suelo peruano, sí pasó por su cielo. Ese fue el consuelo de muchos peruanos que ayer en la tarde veían como algunas televisoras informaban que el argentino Jorge Mario Bergoglio, el primer jesuita en dirigir el Vaticano, se trasladaba a la ciudad boliviana de La Paz desde Quito (Ecuador), atravesando el Perú, mirando nuestro país desde lo alto.
¿Por qué el Papa Francisco no hizo escala en el Perú? ¿Tiene el cardenal Cipriani alguna responsabilidad? ¿O fue culpa del Gobierno de Ollanta Humala?
Al respecto, el ex embajador del Perú en el Vaticano Alfonso Rivero explicó que el primer paso para que se concrete una visita papal es que el Gobierno o la Conferencia Episcopal envíen una invitación a la Santa Sede, a fin de que esta sea evaluada por su secretaria de Estado.
En diálogo con El Comercio, Rivero señaló que no es suficiente que la invitación sea verbal, como la que le hicieron al Papa Francisco el presidente Ollanta Humala y el monseñor Salvador Piñeiro.
“Es evidente que la invitación debe ser por escrito, ese es el procedimiento diplomático”, refirió.
Rivero dijo que no le sorprende que Francisco no haya incluido al Perú en su primera gira pastoral por Sudamérica, tras su visita a Brasil el año pasado. Principalmente por tres motivos: eligió a Ecuador, Bolivia y Paraguay por ser los países más pequeños, a los que él llama “las periferias emergentes”.
Además, porque en el Vaticano cuidan mucho de que la imagen del Papa no sea utilizada políticamente en las naciones que visita. En Perú, que está en un año preelectoral, corría ese riesgo.
Por último, porque en la Santa Sede evalúan las cercanías y los gestos: mientras que el presidente ecuatoriano Rafael Correa se reunió hasta en tres oportunidades con Francisco, Ollanta Humala canceló su cita 48 horas antes de la fecha en la que estaba programa.
Sin embargo, para el ex canciller Eduardo Ferrero Costa, la decisión del Papa de no incluir al Perú se debe a un límite de tiempo y a que priorizó visitar las naciones de Sudamérica que tienen menor crecimiento económico. “No creo que haya un desaire al Perú por razones ideológicas, por el cardenal Cipriani o porque no fue invitado por el Gobierno o porque Humala no fue a la investidura papal”, señaló.
La opinión de Garatea
Incluso, el padre Gastón Garatea, a quien Cipriani no le renovó su licencia para dar misas en el 2012, consideró que no se puede responsabilizar al cardenal de Lima o al Gobierno por la no visita del Papa Francisco.
“Eso es mirar el asunto con una medida muy chica. Los problemas que el Papa se plantea son mucho más grandes que discusiones pequeñas con un personaje”, indicó a este Diario, al ser consultado sobre las supuestas diferencias entre Bergoglio y Cipriani.
“Es evidente que el Papa Francisco le ha dado preferencia a los más pobres”, añadió, para luego señalar que ya le tocará al Perú recibirlo.
El monseñor Ricardo García, representante de la Conferencia Episcopal, señaló, en esa misma línea, que los rumores sobre diferencias entre el Papa y el cardenal limeño “lindan con la ficción”.
“El Papa no puede estar en todas partes, no somos el centro del mundo y él eligió a los que más lo necesitaban”, acotó.
LOS DATOS
En el 2016, el Papa Francisco tiene previsto visitar Chile, Argentina y Uruguay. Y evalúa incluir al Perú. De acuerdo al ex embajador Rivero, si la gira se realiza después de elecciones es probable que llegue a nuestro país.
Hace poco, el Papa Francisco recibió en audiencia al teólogo peruano Gustavo Gutiérrez, el fundador de la Teología de la Liberación, un movimiento execrado con severidad durante los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI. Tras ello, el cardenal Cipriani calificó de “ingenuo” al prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el alemán Gerhard Müller, por haber promovido ese encuentro y por acoger en Roma a Gutiérrez como si fuese un gran pensador ortodoxo.
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— Mundo El Comercio (@Mundo_ECpe) julio 9, 2015