Fernando Vivas

Aunque ninguna misión de la OEA ha resuelto una crisis per se; llamarla fue una buena idea. Le ha dado algo de oxígeno y pausa a un Ejecutivo acorralado. Agotado en el corto plazo, Pedro Castillo ya no busca grandes respaldos ni gobernabilidad, sino tiempo, al menos un cachito, para pasar la crisis de noviembre. Luego se verá la de diciembre.