Perú recibe la presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico: escenario y claves de un traspaso tardío

El Perú recibió la presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico el pasado martes 1 de agosto, seis meses después del impasse diplomático generado por el presidente de México, Manuel López Obrador, quien se negaba a entregar el mandato por razones políticas.

La ceremonia del traspaso de la presidencia del bloque comercial que integran Chile, Perú, Colombia y México se realizó en Santiago de Chile, a donde viajó la canciller Ana Cecilia Gervasi junto con otras autoridades peruanas.

Perú debió asumir el mando a inicios de este 2023. No obstante, el mandatario mexicano rechazó entregar la presidencia al desconocer a Dina Boluarte como jefa del Estado peruano, luego del golpe de Estado que dio Pedro Castillo.

Para salir del impasse, Chile tuvo un papel clave y, por acuerdo de los cuatro países, asumió la presidencia pro tempore durante un mes, desde el pasado 28 de junio, para luego entregarla al Perú.

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En la ceremonia de traspaso al país, en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, participaron autoridades de los cuatro miembros del bloque. En esta, Gervasi recibió la presidencia pro tempore de manos de su homólogo chileno, Alberto van Klaveren.

La canciller aseguró que el traspaso del mandato significa la renovación del compromiso de Chile, Perú, Colombia y México por alcanzar la integración regional.

No obstante, las relaciones diplomáticas de Perú con México y Colombia se mantienen a nivel de encargado de negocios desde que el Gobierno peruano retiró a sus embajadores en ambos países, a inicios de este 2023.

El embajador en retiro Carlos Pareja aseguró a El Comercio que el traspase de la presidencia pro tempore es “el triunfo del diálogo y la diplomacia”.

“Es el encuentro de una solución consensuada entre los cuatro países al impasse político que estaba perjudicando a la Alianza del Pacífico, tanto en sus aspectos comerciales como en su imagen”

Carlos Pareja, embajador en retiro

Pareja destacó el rol que desempeñaron los cancilleres de Chile y México, Alberto van Klaveren y Alicia Bárcena, respectivamente, en el proceso. “Han conseguido este acuerdo con la discreta actuación de la cancillería peruana y la aquiescencia de Colombia”, dijo.

En opinión del diplomático, a Perú le toca impulsar los aspectos comerciales, de inversión y sociales de la Alianza del Pacífico.

“Habrá que hacer una aproximación a los socios comerciales más imperantes de la Alianza del Pacífico para demostrar la fuerza del mecanismo. Hay que tener en cuenta que son 63 países observadores de la alianza, un socio estratégico como es la ASEAN [Asociación de Naciones del Sudeste Asiático] y una relación privilegiada del mecanismo con Corea y Singapur”, señaló.

Sin embargo, los especialistas en asuntos internacionales Francisco Belaunde y Oscar Vidarte coincidieron en que la Alianza del Pacífico difícilmente avance si se mantiene la tensión entre el gobierno de Perú y los de Colombia y México.

“No parece que se pueda avanzar demasiado en, por ejemplo, nuevos proyectos. Seguramente habrá reuniones, pero no parece muy factible, por lo menos en estos momentos, que puedan haber nuevas iniciativas que sean aprobadas. Las relaciones no están tan buenas”, dijo Belaunde.

"Salvo que México y Colombia cambien de actitud, las expectativas no son muy altas".

Francisco Belaunde, internacionalista

Los mandatarios López Obrador (México) y Gustavo Petro (Colombia) cuestionan la legitimidad del gobierno de Boluarte. Ambos consideran a Castillo como un aliado de la izquierda y desconocen que dio un golpe de Estado en diciembre pasado.

En opinión de Vidarte, “difícilmente el Perú pueda hacer algo importante respecto a la Alianza del Pacífico”.

“La Alianza del Pacífico es un bloque de carácter intergubernamental, entonces requiere del acuerdo de los cuatro países. [...] La relación entre Perú y México y la relación entre Perú y Colombia están en mal momento. Esperar que puedan acordar cosas al más alto nivel no es creíble”, dijo.

En la ceremonia en Santiago de Chile no participó ningún jefe de Estado.