Rumbo a los 100 días: ¿cómo va la relación Congreso-Ejecutivo?
René Zubieta Pacco

Luego de que el Congreso aprobara delegar facultades legislativas al Poder Ejecutivo, cierta calma parece haber llegado tras la tormenta en la que se debatieron las iniciativas del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (). Incluso, desde se ha indicado que “estamos viviendo el mejor momento de la República”, mientras que desde Peruanos por el Kambio se ha manifestado que “ahora sí” hay un Parlamento que “está funcionando”. Aparentes guiños desde ambas tiendas políticas.

Se trata de un interesante panorama considerando la expectativa con la que inició el actual período gubernamental, pues no es el oficialismo, sino la oposición la que tiene mayoría en el Parlamento. Y todavía absoluta. Así las cosas, ¿cómo calificar entonces la relación entre el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo a poco de que PPK llegue a los 100 días de gobierno?

—La visión oficialista—
El vocero de la bancada de Peruanos por el Kambio, Carlos Bruce, sostiene que la relación Congreso - Ejecutivo recién se empieza a construir, pero va por buen camino y con un sentido democrático en toda su esencia. En ese andar, identificó al debate sobre la delegación de facultades legislativas como el momento de mayor tensión: “Muchos pensamos que esto iba por mal camino, felizmente después eso se enderezó y terminó bien”, dijo tras recordar que la Comisión de Presupuesto, presidida por Cecilia Chacón, emitió un informe negando otorgar las facultades.

Aún así, Bruce manifestó que la relación con el fujimorismo es menos tensa de lo que esperaba. “Yo esperaba una relación más obstruccionista y eso no está ocurriendo felizmente para el país”, aseveró en diálogo con El Comercio.

¿Cómo explica Carlos Bruce este momento en la convivencia entre ambos poderes? “Creo que son tres factores. Primero, no tenemos posiciones ideológicas irreconciliables. No es el caso, eso ayuda. Dos, creo que ayuda el hecho de que el presidente Kuczynski tiene una aceptación alta. Y tercero, el hecho de que toda la clase política se ha revalorizado con este gobierno, yo no he visto nunca al Congreso con cuarenta y tantos por ciento de aprobación. Todos salimos bien en la foto, eso contribuye a que se lleve la fiesta en paz”, detalló.

—La visión desde la oposición—
Por su parte, el vocero de la bancada de Fuerza Popular, Luis Galarreta, sostuvo que se trata de una relación “como tiene que ser”: de dos poderes autónomos que tienen que cumplir su función. “Es una relación normal, natural, que no es una convivencia ni un enfrentamiento”, sostuvo para luego reiterar que “políticamente la República está en una buena situación porque hay equilibrio de poderes”.

Según detalló, ello ha quedado demostrado con los consensos logrados en la distribución de comisiones, el voto de confianza, la elección del Defensor del Pueblo o la delegación de facultades legislativas al Ejecutivo. “Eso no quiere decir que nosotros mañana no podamos censurar a un ministro si corresponde políticamente. Y eso sería una acción soberana del Congreso y así tiene que ser respetada”, advirtió.

Además, consideró que un factor para el diálogo logrado entre el Ejecutivo y el Congreso -lo que apuntó que quizá algunos “futurólogos” no esperaban- tiene que ver con un escenario no “convulsionado” como el de la gestión anterior. “Estando en el legislativo, lo que nos toca demostrar es que sí vamos a fiscalizar y hacer control político, pero eso no significa petardear, oponernos ni obstaculizar”, concluyó.

—“Convivencia convenida”—
Para el politólogo Arturo Maldonado, el fujimorismo lleva una “convivencia convenida” con Peruanos por el Kambio, puesto que es difícil mostrar una oposición más fuerte considerando la popularidad actual del gobierno. Sin embargo, consideró que no hay que tomar el actual panorama como “un triunfo de la democracia”, pues al partido naranja no le queda de otra y, además, ayudan las coincidencias entre el Legislativo y el Ejecutivo en temas económicos. 

“Al fujimorismo no le cuesta nada aprobar iniciativas del Ejecutivo, porque son iniciativas que hasta ellos mismos hubieran podido proponer si es que fueran gobierno”, sostuvo.

Pese a esas coincidencias, Maldonado cree que el fujimorismo no quiere ser percibido como parte de un cogobierno, por lo que tiene que mantener su imagen de oposición. “Y esto es lo que ha originado las fricciones. Sobre todo en temas que no son meramente económicos, como lucha contra la corrupción y seguridad ciudadana, que creo es donde han puesto los mayores peros”, afirmó a El Comercio. Asimismo, señaló que mientras el debate por el voto de confianza al gabinete de Fernando Zavala fue un acto simbólico y formal, la pugna de poderes evidenció más en el pedido de facultades legislativas.

“Al fujimorismo todavía no le conviene ser muy incisivo, están al frente con un gobierno popular. Están con todos los ojos puestos en su performance, algo obstruccionista puede ser visto como una postura antidemocrática, cosa que a ellos no les conviene. Ello en la medida de que el gobierno es popular, cuando ya no lo es, oponerse es más rentable”, sentenció finalmente.

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