Hoy culmina un proceso electoral gris en Lima Metropolitana. El Mundial de Fútbol, los audios que generaron la crisis del sistema de justicia, el anuncio del referéndum y la última cuestión de confianza son solo algunas de las vallas con las cuales tropezó la campaña municipal a lo largo de casi cuatro meses.
Cada vez que los focos se posaron sobre los candidatos al sillón metropolitano, la coyuntura cambió. Cuando los electores empezaban a conocer a un candidato, los reflectores giraron hacia otro lado.
Pero la elección de hoy, sin embargo, trasciende las caras visibles de cada propuesta política. Con la elección del alcalde de Lima Metropolitana, los votantes determinarán, a través de la cifra repartidora, quiénes serán los regidores. Entre ellos, uno tiene especial relevancia: el futuro teniente alcalde.
“Lo deseable es que parte del paquete informativo manejado por el votante respecto a propuestas, hojas de vida y financistas contenga también detalles de los tenientes alcaldes. Sobre todo porque será quien reemplace al alcalde cuando se ausente o, más importante aun, si este es vacado”, remarca el director ejecutivo de Proética, Samuel Rotta.
—Segundo en línea—
El teniente alcalde cumple funciones de sucesión similares a las de un vicepresidente de la República. La diferencia entre uno y otro es que el primero es, a la vez, regidor. El teniente alcalde se mantiene plenamente activo como tal hasta una eventual ausencia del titular del municipio.
“Por ejemplo, si el alcalde está incomunicado, el teniente alcalde toma las riendas. Queda facultado para tomar cualquier tipo de decisión sin una autorización expresa. Eso, muchas veces, genera disputas con el alcalde”, detalla el ex secretario general del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) Roque Bravo.
El factor de poder resulta particularmente trascendente cuando las candidaturas para teniente alcalde son definidas por el partido y no por su cercanía con el candidato al sillón municipal. Dos ejemplos son Ángel Tacchino, candidato a teniente alcalde de Lima por Podemos Perú, y Miguel Romero, postulante al mismo puesto por Acción Popular.
Tacchino fue dos veces alcalde de Pueblo Libre, dos veces candidato a la Alcaldía de San Borja y es una persona de confianza para José Luna. Su cercanía con el dueño del partido Podemos Perú primó sobre el vínculo con el candidato a la alcaldía Daniel Urresti, según conoció El Comercio.
Del mismo modo, la militancia en Acción Popular del ex viceministro de Vivienda Miguel Romero fue determinante para aspirar a ser teniente alcalde de Jorge Muñoz.
“Constituye un factor de riesgo porque uno está votando por caras visibles que son invitados del partido, pero la que realmente maneja las riendas es la organización política. No sabemos, por ejemplo, si en una eventual gestión gobernaría Urresti o Luna”, advierte Rotta.
—Pasado común—
La revisión de los seis principales postulantes a teniente alcalde lleva también a un factor en común: tres de las seis principales campañas a Lima Metropolitana albergan postulantes con pasado en gestiones de Solidaridad Nacional.
Pese a que Renzo Reggiardo (Perú Patria Segura) y Daniel Urresti (Podemos Perú) son críticos de la actual gestión edilicia, sus tenientes alcaldes cumplieron labores políticas y administrativas, respectivamente, bajo el mandato de Luis Castañeda Lossio. Norma Yarrow –hoy candidata a teniente alcaldesa por Perú Patria Segura– fue regidora de Solidaridad Nacional durante las dos primeras gestiones de Castañeda Lossio, mientras Tacchino ejerció como gerente de fiscalización entre el 2008 y el 2010.
Con Luis Castañeda Pardo también postula a teniente alcaldesa una ex funcionaria de la gestión de su padre. Edith Matías, candidata por Solidaridad Nacional, se desempeña desde el 2015 como gerenta de Desarrollo Social de la Municipalidad de Lima.
“Es otro elemento de esta realidad de partidos. Solidaridad Nacional ha sido municipalista, como en su momento lo fue Somos Perú. Puede llegar a ser preocupante porque no se caracterizó por [ser] una organización seria, democrática y honesta”, sostiene Bravo.
Los candidatos a teniente alcalde por Acción Popular, Perú Libertario y el Partido Popular Cristiano también cuentan con experiencia municipal. Romero fue regidor de Lima en el período 1998-2002, Carlos Granda cumplió la misma función durante la gestión de Ricardo Belmont y Marco Álvarez es alcalde de San Borja.
Ninguno de los seis postulantes a teniente alcalde aludidos en este informe registra sentencias desfavorables en su hoja de vida. Aun así, los especialistas coinciden en que eso no constituye una garantía anticorrupción.
“Muchos alcaldes investigados y procesados llegaron sin antecedente; se corrompieron durante la gestión. La corrupción se combate con mayores niveles de transparencia, control y de calidad en la vigilancia ciudadana”, concluye Rotta.
Hoy el elector no solo votará por el sucesor de Luis Castañeda Lossio. Cada voto definirá a quien podría convertirse en el circunstancial alcalde de Lima durante cualquier pasaje de los próximos cuatro años.