La defensa de Alejandro Toledo pide evitar un "desastre diplomático" si el expresidente fallece en prisión por Covid-19. (Ilustración: Reuters/Vicki Behringer).
La defensa de Alejandro Toledo pide evitar un "desastre diplomático" si el expresidente fallece en prisión por Covid-19. (Ilustración: Reuters/Vicki Behringer).
Paolo Benza

Casi todas las ciudades que rodean la Bahía de San Francisco, en California, se parecen hoy mucho a Lima. Están vacías. Desde el inicio de la semana, cuando las autoridades locales ordenaron el aislamiento obligatorio en la zona, la actividad se ha reducido al mínimo. Algo sorprendente dado que allí se ubica el hub tecnológico Silicon Valley.

Pero una decisión como esa no ha llegado de forma gratuita. El área ha sido una de las más afectadas por el en Estados Unidos y ya registraba 258 casos confirmados el lunes. El mismo día que llegó el documento al despacho del juez del Distrito Norte de California Thomas Hixson. Está firmado por los abogados de y El Comercio pudo revisarlo.

Con esta situación, el exmandatario parece haber encontrado el nuevo argumento que buscaba para intentar salir de la cárcel. Un objetivo que persigue desde el 16 de julio del año pasado, cuando fue arrestado por la justicia norteamericana con fines de extradición.

Pero no es un argumento perfecto. Toledo tiene hoy cierto nivel de aislamiento, cuando lo que se está haciendo para combatir el virus es precisamente distanciarse. Y hace dos semanas otro juez federal –Vince Chhabria– .

Sin embargo, el expresidente ha decidido intentar. En un documento de nueve páginas ha vuelto a escribir todos los argumentos que ya dio sobre por qué debería salir de prisión, solo que esta vez los ha puesto detrás del . Y, específicamente, de sus casi 74 años y sus males de salud. Sus abogados piden evitar "lo que podría ser un desastre diplomático internacional”.

El mismo aire

¿Por qué Toledo afirma que está en peligro? Primero –dice– porque ve la enfermedad expandiéndose a su alrededor. El oficio enviado por sus abogados menciona que “el condado de San Mateo [donde queda la cárcel de Maguire, que alberga al expresidente] es uno de los epicentros de la pandemia”. Según cifras oficiales, la circunscripción registraba 41 casos confirmados el lunes.

Luego, porque –según alega– las instalaciones en las que está favorecen el contagio. “Porque permanece alojado en la unidad médica, interactúa con los mismos guardias y personal médico, comparte el mismo cuarto de entretenimiento e incluso respira el mismo aire sin filtrar que los otros internos con problemas de salud”, dice el documento.

Sus abogados también agregan que “la gente que trabaja en las instalaciones [...] sale y regresa diariamente, sin un proceso de monitorieo” y que, por eso, “los brotes de gripe ocurren regularmente en las cárceles". Incluso, citan como ejemplo a China, donde dicen que “se ha confirmado que el coronavirus se esparció a paso veloz dentro de las prisiones, alcanzando los 500 casos”.

Además, ya hay un precedente local. La defensa destaca el caso de la vecina penitenciaría de Santa Clara, donde dos reos entraron en cuarentena luego de que un abogado que los había entrevistado diera positivo para coronavirus. Sin embargo, no mencionan que la mayoría de ‘county jails’ (cárceles administradas localmente) de California han empezado a limitar las visitas, según medios de la zona.

“[En un caso de 1990], la corte concluyó que una ‘circunstancia especial’ [que justificaba la liberación bajo fianza] fue que un candidato a extradición era alérgico al detergente de la lavandería del centro penitenciario. En este caso, no se trata simplemente de si el jabón de la ropa hace que al Dr. Toledo le pique la piel", insiste el documento.

El peso de los años

Del otro lado están los argumentos que tienen que ver con el propio Toledo y con sus condiciones de salud. Un tema que su defensa viene utilizando desde hacer varios meses para buscar la fianza. En octubre, por ejemplo, una carta del psiquiatra que lo atendía en su anterior prisión –Santa Rita– le valió el pase a la más amigable Maguire.

Así que la premisa se repite, solo que aludiendo a otros factores. “El Dr. Toledo tiene 74 años y sufre de hipertensión. Tendrá 75 a fin de mes. Los lineamientos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades [de Estados Unidos] dicen que las personas de más de 60 y con problemas crónicos de salud, incluida la hipertensión, deben tomar inmediata acción preventiva”, dicen los abogados.

Luego recurren a la estadística: según la entidad mencionada, los mayores de 70 tienen un índice de mortalidad por coronavirus de 8% y las personas con hipertensión, uno de 6%. “La combinación de la edad del Dr. Toledo y su pobre estado de salud lo ponen en grave riesgo de morir si es que queda expuesto al virus”, es la conclusión.

Finalmente, está el precedente. La defensa le adjunta a Hixson un protocolo publicado el lunes por el también juez del Distrito Norte de California Nathanael Cousins. Se trata del procedimiento establecido por el magistrado para revisar todas sus órdenes de detención, "en vista de la pandemia de coronavirus”. “Los detenidos por otros jueces no están implicados”, aclara.

Pero la defensa de Toledo pide a Hixson que lo tome como referente. “En su protocolo, el juez Cousins reconoce que ‘esta crisis de salud pública es seria y urgente’, y urge a los a los jueces a que no demoren en determinar si las audiencias de detención de los acusados deben ser reabiertas en función de su salud física y mental”, reclaman los abogados.

Por todo ello, Hixson ha concedido a Toledo la moción para acelerar el proceso. Ayer (hora peruana) una audiencia telefónica decisiva. La fiscalía federal de EE.UU. tiene hasta el mediodía de hoy para contraargumentar. El juez ha pedido que en la llamada también esté Eliane Karp. “En caso Toledo sea liberado, ella deberá pagar la fianza”, finaliza Hixson.



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