Antonio Ketín Vidal afirma que no aceptaría ser declarado héroe, porque solo cumplió con su deber en la captura de Abimael Guzmán. (Vídeo: El Comercio / Foto: Hugo Pérez)

Antonio Ketín Vidal, jefe de la Dircote cuando cayó el terrorista Abimael Guzmán, advierte que el Movadef puede estar realizando un trabajo de adoctrinamiento como lo hizo Sendero Luminoso en la década de los 70. El ex ministro del Interior también considera que la estrategia contra los remanentes subversivos en el Vraem ha fracasado.

— El gobierno afirma que el Movadef dirige el paro de maestros en algunas regiones. ¿Este grupo prosenderista representa un peligro para el país?
En el gobierno hay opiniones muy diferentes con relación al Movadef, se nota que hay una confusión conceptual. ¿Qué es el Movadef? ¿Para qué se formó? Es un tema serio y delicado y, en consecuencia, debe tratarse igual, si no, vamos a incurrir en los mismos errores por los que pasamos en los primeros años de la lucha contra Sendero Luminoso. Es cierto que en este momento el Movadef puede tener cierto comportamiento dentro del sistema democrático, alejado de la violencia, pero no sabemos qué derivaciones puede tener más tarde. Para eso hay que hacer un trabajo exhaustivo en el campo de la inteligencia, nada se saca con discursos. A veces, por hacer una confrontación verbal y directa con ellos, se les puede sobredimensionar y eso termina beneficiando a esa organización.

— Según el Ministerio del Interior, más de 4.800 maestros firmaron los planillones presentados ante el JNE, en el 2011, para que el Movadef sea inscrito como partido. ¿Estos profesores deben ser retirados de las aulas?
No, yo no creo eso. En primer lugar, se debe establecer si esos profesores han cometido algún tipo de delito. Todos los peruanos son libres de firmar por [la creación] de una agrupación. Por ejemplo, no porque alguien firme, significa que pertenezca. También hay gente que no está debidamente educada, incluso los propios profesores. Y si firman por el Movadef, no significa que lo hagan por Sendero Luminoso. Esa es una tarea pendiente, el ministro del Interior debe demostrar si estos maestros están implicados en algún hecho subversivo.

— ¿No cree que el Movadef está acumulando fuerzas para luego usar la violencia?
Es una posibilidad, no se puede descartar. Pero insisto, se tiene que ejecutar un trabajo técnico, minucioso y serio de mediano y largo plazo en el campo de la inteligencia. Solamente así se sabrá qué terreno se está pisando, a qué apunta realmente el Movadef.

— Desde su experiencia, ¿de qué manera se debe contrarrestar al Movadef y a otros grupos que aún defienden el ‘pensamiento Gonzalo’?
Además del trabajo de inteligencia, se tienen que revisar las normas legales sin violar la Constitución y lógicamente tiene que existir una actitud política proactiva.

— A 25 años de su captura, Abimael Guzmán todavía tiene seguidores. ¿Qué sensación le genera este hecho?
Si bien en la Dircote desmontamos a las dos organizaciones terroristas y capturamos a los cabecillas, nos faltó avanzar más, terminar, porque ya el terreno era fértil. Las cabezas habían caído, pero no se hizo más, parece que se conformaron con los resultados logrados en ese momento y me refiero a las autoridades políticas. La cosa fue entibiándose y el mejor ejemplo es el Vraem. Ningún gobierno ha avanzado ahí, se les ha apoyado con dinero, como debe ser, pero nada, ahí hay un foco infeccioso que se tiene que derrotar, derrotar aprovechando que todavía es posible un manejo militar y policial en la zona antes de que crezca y avance. Los remanentes del Vraem han ingresado al terreno delincuencial, pero se mantienen bajo la sombra o el paraguas del terrorismo para dar miedo, pero cumplen una función en beneficio del narcotráfico.

— Son 25 años en los que las FF.AA. están en el Vraem y no se ha logrado capturar a los hermanos Quispe Palomino…
Es un fracaso esa estrategia. ¿Por qué no se cambia? Fácil, eso depende del poder político. Los distintos gobiernos que han pasado –a excepción del de Valentín Paniagua, con quien trabajé como ministro del Interior– no tuvieron avances. ¿Sabe cuántos atentados hubo en el Vraem durante la transición? Solo uno. Porque les hicimos una operación tenaza, coordinamos con el Ministerio de Defensa e intercambiamos inteligencia.

— Entonces, usted cree que la policía debe dirigir la inteligencia y las FF.AA. la operación…
Sí, no es lo mismo inteligencia que operación. La inteligencia operativa policial fue un recurso de emergencia. En el Vraem, los mismos que hacen inteligencia no pueden ir a capturar. Primero tiene que conocerse de manera molecular y escrupulosa al adversario, esto con la idea de no fallar.

— ¿Qué es Sendero Luminoso hoy en día?
[…] Los hechos históricos siempre ayudan. ¿Qué paso antes de que Sendero Luminoso inicie sus acciones terroristas, su famosa lucha armada? Abimael Guzmán se trasladó a Ayacucho, donde ocupó un cargo directivo y de profesor en la Universidad de Huamanga. Ahí comienza a formar gente, a realizar un trabajo político en los pueblos, que tenían carencias. Él aprovecha esa situación para manipular, para decir que “la democracia es una farsa” y que para cambiar eso había que tomar el poder y usar la violencia. Entonces, yo me pregunto: ¿no será que de repente podrían estar haciendo ese trabajo ya no en las comunidades alejadas, sino en las zonas periféricas de Lima, donde hay tantas carencias? La única manera de saberlo es con inteligencia pura, no solo el dato o el soplo.

— ¿Los últimos tres gobiernos pasaron por agua tibia al Movadef?
Si hasta el momento nos estamos haciendo interrogantes con relación a este grupo, a su organización, a su conducta abierta y cerrada, y no podemos precisar qué es, salvo lo que ellos pregonan, quiere decir que no se ha avanzado en este campo. Lo concreto es que seguimos un poco en la nebulosa [respecto al Movadef]. No se sabe mucho de su dinámica y no se ha avanzado lo necesario.

— Usted ha sido director de la policía y ministro del Interior. ¿Este gobierno ha tenido avances en seguridad ciudadana?
Quiero confiar en el discurso del ministro del Interior en el sentido de que en dos años se verán resultados. En los hechos, de acuerdo con las estadísticas, se ha avanzado en la lucha contra las organizaciones criminales, eso no se puede negar. ¿Por qué? Porque la policía aún conserva aquel sector que se dedica a la investigación, que es la Dirincri [Dirección de Investigación Criminal], por eso es que caen las bandas criminales. Pero en lo que refiere al delito callejero, a los robos diarios, no se ha avanzado casi nada, de acuerdo a datos del INEI.

— Hace poco los integrantes del GEIN marcharon en la parada militar, ¿usted siente que ha sido olvidado?
No, no, yo no lo hubiera aceptado, tampoco lo acepté una vez anterior.

— En el Congreso hay un proyecto para declarar héroes a los captores de Abimael Guzmán. ¿Tampoco aceptaría ese reconocimiento?
No, porque yo cumplí con mi deber como policía y por la formación en inteligencia que tengo, amo el secreto y la privacidad, por eso tampoco suelo dar entrevistas.

— Según Benedicto Jiménez, el GEIN le abrió la “puerta de la historia”, pero usted “la cerró y los dejó afuera”…
En principio, eso no es verdad. Ellos [Jiménez y Marco Miyashiro] no fueron subalternos para mí, sino camaradas de trabajo, siempre los traté bien y si los hubiera tratado mal, bueno, que den pruebas. ¿Yo le cerré las puertas de la historia a Jiménez para que se vaya becado al Japón y a Taiwán? ¿Yo le cerré las puertas de la historia para que se vaya como agregado policial a Panamá? Sabe cuánto se gana ahí, se quintuplica el sueldo de un oficial. ¿Yo le cerré las puertas de la historia para que se vaya a ser jefe de Pacificación al SIN?

— ¿Benedicto Jiménez pasó de héroe a villano, tras formar parte de la red de Orellana?
No lo puedo calificar así. Lo que puedo decir es que yo sí lamento de verdad que él haya resultado envuelto en este caso. Espero que la justicia actúe de acuerdo a la ley, nada más.

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