Ricardo León

“¡SOLUCIÓN POLÍTICA! ¡AMNISTÍA GENERAL! ¡RECONCILIACIÓN NACIONAL!”, decía uno de los panfletos que los hombres del general PNP Vicente Romero, jefe del frente Policial Huallaga, recogieron a fines de enero del 2012 en un caserío de la localidad de Campanilla, cerca de Juanjuí. Los informantes de la policía, repartidos en varios puntos del Alto Huallaga, avisaron que la columna terrorista que vieron llegar estaba compuesta por unos 40 sujetos armados, y que al mando estaba el propio Florindo Eleuterio Flores Hala, el temible ‘’.

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La columna de ‘Artemio’ huyó y en su carrera los terroristas abandonaron objetos personales. Estudiaron el maoísmo más radical hasta el último instante.
La columna de ‘Artemio’ huyó y en su carrera los terroristas abandonaron objetos personales. Estudiaron el maoísmo más radical hasta el último instante.

Conocía bien la selva y sabía en qué zonas estaba a salvo. Sus vínculos con narcotraficantes y con cocaleros radicales le permitían tener corredores por donde desplazarse. ‘Artemio’ parecía estar en todos lados, y al mismo tiempo nunca estaba. Esa selva era suya, y había que arrebatársela. En los días siguientes, comenzaron a perseguirlo muy de cerca.

El general Vicente Romero asumió el mando del Frente Policial Huallaga. “Me dieron una sola misión: atrapar a ‘Artemio’”, recuerda.
El general Vicente Romero asumió el mando del Frente Policial Huallaga. “Me dieron una sola misión: atrapar a ‘Artemio’”, recuerda.

La madrugada del 9 de febrero, ‘Artemio’ ordenó a sus hombres armar un campamento y descansar en un paraje de Santa Rosa de Mishollo, junto a un río. Lo resguardaban sus hombres de mayor confianza. Él no sabía que uno de ellos era un agente especial de la policía.

“¡Traidor!”, gritó ‘Artemio’ cuando vio a este agente hablando por celular con las patrullas que merodeaban cerca. El terrorista intentó disparar, pero recibió un disparo de escopeta en la mano. Era el comienzo de su caída.

Coronel Harvey Colchado, ‘René’, declara en el juicio contra ‘Artemio’. A unos metros, el terrorista solo escucha. (Foto: Poder Judicial / Archivo)
Coronel Harvey Colchado, ‘René’, declara en el juicio contra ‘Artemio’. A unos metros, el terrorista solo escucha. (Foto: Poder Judicial / Archivo)
/ PACO MEDINA

El coronel Harvey Colchado, conocido como ‘René’, y el mayor Walter Lozano, ‘Bica’, líderes de los equipos policiales que investigaban al cabecilla, activaron todos sus mecanismos. Por aire, por tierra y navegando en el río, interceptando comunicaciones telefónicas e incursionando en caseríos de la zona, cerraron el cerco. “Ya perdí, soy un prisionero de guerra”, dijo ‘Artemio’ cuando fue atrapado. Estaba solo, abandonado, temeroso y delirando por la fiebre que había ocasionado la infección de sus heridas. Fue el 12 de febrero del 2012, hace diez años exactos.

El mayor Walter Lozano (izquierda), conocido como 'Bica', observa a su enemigo derrotado. “Demostró que era un cobarde”, dice ‘Bica'.
El mayor Walter Lozano (izquierda), conocido como 'Bica', observa a su enemigo derrotado. “Demostró que era un cobarde”, dice ‘Bica'.

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