No fue sencillo destacar a tres ministros de un Gabinete con bajos perfiles y que pasaron desapercibidos este año, según los analistas consultados. Pero en un balance con coincidencias y diferencias, hay un grupo que –de alguna manera– cumplió con su labor y destacó sobre el resto. Y hubo otro cuyo desempeño recibió notas en rojo por parte de los expertos.
Los que aprobaron
Pedro Tenorio
Periodista y analista político
1. El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Vicente Zeballos.
Destaca de manera clara porque acompañó todo el proceso de la reforma que impulsó el presidente Martín Vizcarra: actuó como vocero, intercambió con sectores políticos que eran reacios al tema y tuvo una voz mucho más efectiva que la de César Villanueva.
2. El ministro de Relaciones Exteriores, Néstor Popolizio.
Le tocó una ‘papa caliente’ y una situación complicada con el pedido de asilo de Alan García a Uruguay. Orientó a Vizcarra junto a los profesionales de la cancillería y manejó el tema como lo quiso el mandatario. Es decir, trabajar para que no se le dé el asilo.
3. La ministra del Ambiente, Fabiola Muñoz.
Logró avances importantes en leyes como la que regula el uso del plástico, temas que en el Congreso caminaban muy lento. Había incluso voces que objetaban la iniciativa y se oponían, pero la ministra supo avanzar. Destaco su trabajo de vocera de su campaña.
Jeffrey Radzinsky
Especialista en gestión pública
1. El ministro de Economía y Finanzas, Carlos Oliva.
Serio, riguroso y prudente. Ha tenido una importante coordinación con otros sectores que son fundamentales para la inversión, como Energía y Minas y Transportes. Ha procurado instruir a autoridades electas subnacionales sobre temas de inversión pública. Eso es un esfuerzo destacado.
2. La ministra del Ambiente, Fabiola Muñoz.
Con la aprobación de la ley que regula el uso del plástico, ejemplificó cómo consensuar con distintos sectores económicos y políticos. Eso es una coordinación fundamental, escasa en nuestro país. Ha subido su perfil, pero tiene retos pendientes.
3. Rogers Valencia, como ministro de Comercio Exterior y Turismo.
La coyuntura lo favoreció. El sector Turismo ha venido creciendo sostenidamente en el país. Hay políticas de Estado que se están desarrollando y creo que ha hecho una buena labor. En comercio exterior pasó lo mismo: tuvo una ola favorable.
José Carlos Requena
Analista político
1. El ministro de Energía y Minas, Francisco Ísmodes.
Ha tenido algunos logros y ha hecho que los proyectos sigan su camino sin inconvenientes, incluyendo haber sacado Quellaveco, aunque no es solo por su gestión. Por lo menos ha mantenido todo en orden. Pero si dices su nombre, nadie lo conoce.
2. El ministro de Educación, Daniel Alfaro.
Logró paliar una huelga, algo que el año pasado fue muy complicado. Destaco que en el ministerio parece que las cosas han caminado sin sobresaltos. No se ha movido de la política de equidad de género y es importante mantenerla.
3. El ministro de Transportes, Edmer Trujillo.
Por los Juegos Panamericanos y el avance de la infraestructura, resalto que está trabajando de manera adecuada. Algo que hace unos meses parecía imposible, está bien manejado. También destaco el proceso de ampliación del aeropuerto Jorge Chávez.
Los que desaprobaron
Pedro Tenorio
Periodista y analista político
1. El ministro de Economía y Finanzas, Carlos Oliva.
Ha sido un gran ausente en el debate político. Puede tener todas las cuentas en azul, pero si no participa del debate, si no se convierte en una voz en un sector tan importante, genera la sensación de que no se está yendo necesariamente por un buen camino.
2. La ministra de Salud, Silvia Pessah.
Es una persona preparada, pero no ha dado la talla en un sector tan delicado y tan difícil. Todo no se puede resolver con aplicativos o conferencias. Tiene que haber una labor más comprometida, más presente. No ha estado a la altura de lo que necesita este Gobierno y este país.
3. La ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Liliana La Rosa.
Lo que uno siente es que los programas sociales han perdido efectividad y que podrían estar convirtiéndose para utilizarlos políticamente para un presidente que necesita popularidad. Creo que esos son terrenos en los cuales se está caminando muy lento.
Jeffrey Radzinsky
Especialista en gestión pública
1. El ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Javier Piqué.
Ha pasado con un perfil sumamente bajo. Lo criticaría sobre todo porque una de las brechas de infraestructura más grande que tiene el Perú es el saneamiento. Era una de las grandes banderas que enarbolaba el Gobierno y es de las deudas más grandes.
2. El presidente del Consejo de Ministros, César Villanueva.
Pensé que iba a tener una coordinación más activa y efectiva con los gobiernos subnacionales. Le faltó gestión y ser un poco más efectivo con sus mensajes. Más de una vez se lo ha notado no tan preciso ni alineado con el presidente Martín Vizcarra.
3. El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Vicente Zeballos.
Era uno de los llamados a tener un perfil y una comunicación política más presentes en un Gabinete con exposición tan baja. Eso le ha faltado. Tiene que hacerlo porque lo ameritan las prioridades de este momento y la agenda establecida por Vizcarra.
José Carlos Requena
Analista político
1. El ministro de Defensa, José Huerta.
Donde se ha notado mayor opacidad, grisura y ni siquiera se sabe qué está pasando es en Defensa. Es un sector que no ha aparecido y es muy importante. No recuerdo que haya enfrentado o haya abordado algún tema. Es de los más anónimos que hay en el Gabinete.
2. El ministro del Interior, Carlos Morán.
Tras la acusación de Alan García sobre un supuesto espionaje telefónico, me parece que no ha respondido bien. A pesar de ser una denuncia sin mucho sustento, el propio ministro no zanjó bien el tema. Tiene una buena reputación, pero quizá comunicar no es su fortaleza.
3. La ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Liliana La Rosa.
Este ministerio ha perdido su rumbo hace buen tiempo. La gestión de la ministra no lo ha cambiado. Los programas sociales podrían no ser parte de la superación de la pobreza, sino un uso de clientelaje político. Esa sombra no ha sido despejada.