(Foto: Congreso)
(Foto: Congreso)

El Perú y Costa Rica son ahora los únicos países de la región que no permiten la . Si bien faltan tres años para determinar los efectos de esta medida en los comicios del 2021, varios especialistas coinciden en alertar que se requiere una reforma integral para que los partidos políticos presenten listas con candidatos idóneos. De lo contrario, agregan, tendremos un Parlamento en las mismas, o hasta peores, condiciones.

Costa Rica atraviesa una situación similar con encuestas en que la mayoría rechaza la reelección. En un informe del 2017 denominado “Reformas políticas para fortalecer la capacidad del Estado costarricense para cumplir la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible”, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) plantea como hipótesis que “la ciudadanía percibe una falta de compromiso de la clase política con la transparencia y la rendición de cuentas y no perciben que la posibilidad de reelección sea una forma de dar continuidad a una buena labor”.

“Las ventajas para la gestión parlamentaria, el control ciudadano y la generación de nuevos liderazgos están asociadas a la carrera parlamentaria, la posibilidad de reelección consecutiva”, concluye el informe.

(Infografía: El Comercio)
(Infografía: El Comercio)

—Reforma incompleta—
Fernando Tuesta, catedrático de la PUCP, considera que se necesitan ajustes en el marco regulatorio de las organizaciones políticas, para incentivar a los que desean entrar a la política por vocación y desincentivar a los que pretenden ingresar con otros fines subalternos.

Tuesta sostiene que si bien se han elevado ciertas exigencias para los partidos políticos, estos cambios han terminado beneficiando a las 23 organizaciones actualmente inscritas, la mayoría de ellas “cascarones”.

“Tienes 23 partidos y todos tienen firmas que no son reales, la exigencia formal no da cuenta de la realidad. Hay que empezar con implementar requisitos que sean realistas y que solo puedan ser cumplidos por partidos realmente existentes. Una manera realista es eliminar las firmas, que las elecciones internas sean obligatorias y organizadas por la ONPE, y poner una valla de convocatoria y una caución”, plantea.

El politólogo agrega que son necesarias las medidas para cerrar la puerta de salida de los partidos. Es decir, para mantener la inscripción partidaria no solo se debe participar y pasar una valla, sino haber obtenido representación congresal. “El presidente Martín Vizcarra debe seguir empujando para direccionar la reforma, si no, nos vamos a arrepentir”, advierte Tuesta.

—Sin partidos—
Para José Elice, director ejecutivo de Reflexión Democrática, la ausencia de los partidos políticos en la campaña del referéndum es una muestra del debilitamiento de nuestra clase política.

“Los partidos, a la hora de seleccionar a sus candidatos, deben dejar de buscar a los que tienen plata y los que son populares como artistas, periodistas, deportistas, que pueden entrar pero no puede ser criterio principal para armar las listas”, manifiesta.

El especialista parlamentario añade que se debería implementar de manera obligatoria la declaración jurada de intereses de los candidatos al Congreso. También eliminar el voto preferencial y la posibilidad de “invitados” en las listas, crear el distrito uninominal y establecer sanciones políticas a las organizaciones. “Si un congresista es desaforado, el partido tiene que asumir la consecuencia de haberlo llevado. ¿Cómo? Que la curul sea ocupada por el accesitario de la fuerza política que quedó segunda en la elección”, acota Elice.

Para Percy Medina, jefe de IDEA Internacional, las regulaciones normativas no serán suficientes y los partidos deben demostrar que están en la capacidad de presentar mejores cuadros. Cifras de los entes electorales muestran que en los últimos tres años los principales partidos poco han hecho por renovar sus cuadros. “Lo que venga no necesariamente va a ser mejor”, señala Elice.