Fernando Vivas

El aserto de que la diplomacia es una guerra por medios sofisticados; también se aplica en el frente interno. En Torre Tagle, el palacio de la cancillería nacional, se han diseñado razzias y conspiraciones internas con pompa y protocolo. Aún quedan heridas abiertas, por ejemplo, de la razzia de 117 diplomáticos cesados por antipatías, prejuicios ideológicos y homofóbicos en 1992, durante el gobierno de Alberto Fujimori.