El poder en el Congreso tiene nombre de mujer [CRÓNICA]
El poder en el Congreso tiene nombre de mujer [CRÓNICA]
Gerardo Caballero

Cuando Luciana León juró a la tercera vicepresidencia del Congreso de la República por la memoria de su abuelo ex diputado, las mujeres pasaron a ser mayoría en la Mesa Directiva de ese poder del Estado. La fujimorista Luz Salgado, quien le tomó juramento ese miércoles 28, es considerada la persona que más poder tiene en el Parlamento, según una encuesta hecha por Ipsos entre líderes de opinión. Y realmente lo es. En el Palacio Legislativo se comenta que fue ella quien pidió que el aprista Elías Rodríguez dejara la Mesa Directiva del Congreso (lugar que ocuparía Luciana León), cuando se conoció que había presentado proyectos con fragmentos plagiados.

Pero Salgado no es la única voz influyente en Fuerza Popular, después de la lideresa Keiko Fujimori. Aunque el portavoz de la bancada es Luis Galarreta, existen dos parlamentarias cuyo liderazgo –por usar una expresión bastante común– le hace sombra: una de ellas es Cecilia Chacón, presidenta de la Comisión de Presupuesto y –según comenta una fuente– “futura presidenta del Congreso”. Aunque, claro, hay quienes ponen objeciones. “Lo que pasa es que hay quienes conocen mucho mejor cómo funciona el Congreso de la República. La experiencia previa te hace sentir mucho más seguro, hace viable tus propuestas”, afirma una fuente de la bancada naranja.

La otra es Úrsula Letona, quien no tiene por ahora un cargo directivo, pero, además de haber sido jefa del plan de gobierno de Fuerza Popular, pertenece al círculo de confianza más íntimo de Keiko Fujimori.

Fuerza Popular no es la única bancada en la que existen parlamentarias con poder de decisión. En  el Frente Amplio, el liderazgo de Marisa Glave, actual presidenta de la Comisión de Vivienda, es poco discutido. Tan es así que compite con el del vocero de la bancada y presidente del partido, Marco Arana.

De hecho, junto a la congresista Indira Huilca, Glave pertenece al círculo de confianza de la ex candidata presidencial Verónika Mendoza. Pero, a entender de una fuente del Frente Amplio, el desempeño de Glave en la bancada es más notorio: “En las reuniones de bancada, por la forma como habla, el ímpetu, la fuerza, el énfasis, pareciera que está dando un discurso”.

En Peruanos por el Kambio es clave el papel de Mercedes Aráoz, presidenta de la Comisión de Economía. La también segunda vicepresidenta de la República es bastante cercana al presidente Pedro Pablo Kuczynski. Y esa cercanía ha sido llevada a otro plano: Aráoz –quien, según la Encuesta del Poder elaborada por Ipsos, es la cuarta parlamentaria más influyente– despacha en Palacio de Gobierno.

—¿Cuota o alternancia?—
“Lo que estamos viendo, estas lideresas adquiriendo roles protagónicos, es la demostración de que las mujeres son tan capaces como los varones de tener un desempeño importante en la política”, considera Carmen Ilizarbe, profesora de Ciencia Política.

Milagros Suito, directora de Educación y Formación Cívica del Jurado Nacional de Elecciones, considera necesario que se aprueben los proyectos de alternancia en las elecciones, pues si bien desde que existe la cuota de género se ha incrementado notablemente la participación de las mujeres en el Parlamento, aún queda una brecha que debe cerrarse. “En las últimas elecciones generales, el 42,9% de mujeres fueron ubicadas en el último tercio de las listas”, explica la especialista. “Y quienes hacen estas listas son los partidos”, añade. Recuerda que –además– las candidatas han recibido proporcionalmente menor cobertura que los hombres.

Sin embargo, aclara Ilizarbe, el incremento de la participación de la mujer no es el único objetivo deseable. “Que más mujeres ingresen a la política no necesariamente mejora la calidad de la política. En el caso de las mujeres, también vemos lideresas autoritarias, antidemocráticas, populistas y que no necesariamente legislan en favor de las mujeres”, advierte.

El debate del proyecto de alternancia servirá para saber si las parlamentarias consideran que ese es el camino para promover la participación femenina en el hemiciclo. Y un Congreso, cuya Mesa Directiva está integrada por tres mujeres y un hombre, será el escenario de la discusión.

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