Esta historia se cocina en el ´solido’ Norte ¿Recuerdan cuando así lo llamaban los apristas porque, además de que Trujillo es la tierra natal de Víctor Raúl Haya de la Torre, allí reinaban en el electorado? Dejó de serlo para ellos en el 2006, cuando César Acuña, en nombre de su partido Alianza Para el Progreso (APP), les arrebató la alcaldía de Trujillo. Desde entonces el Norte fue sólido pero para APP. Ahora, en estos tiempos de afectos políticos volátiles, podría pasar a serlo para los movimientos regionales. Uno de estos, Trabajo Más Trabajo (T+T), le disputó a César Acuña el gobierno regional (GORE) de La Libertad. No ganó el GORE pero ganó bastante más alcaldías que APP. De ahí la tremenda pica de Acuña, que el miércoles pasado, cuando le preguntaron por el tema, dijo: “No existen movimientos sino personas que creen que tienen movimientos”.
En esta historia hay un detalle que explica la dualidad partidos/movimientos: El líder de T+T, Elías Rodríguez, ha sido secretario general del APRA, lo que delata que algo pasa en los partidos que hace, para electores y candidatos, más atractivos los movimientos. El APRA perdió su inscripción en el 2021 y Rodríguez, con un grupo de liberteños, formó T+T para lanzarse en su región. Conversé con él. “En el camino resistimos las tentaciones de Acuña, que quería quebrarnos, y construimos una sólida plataforma. Mira, de 83 plazas en La Libertad, Acuña ganó 2 alcaldías provinciales, 4 distritales y el GORE; 7 plazas en total. Nosotros ganamos 6 de las 12 alcaldías provinciales y varios distritos; 17 en total. Fortaleza [otro movimiento] ganó 14 plazas”, me dijo. Según mis fuentes liberteñas, las tentaciones de Acuña no se limitaron a la campaña.
LEE TAMBIÉN | Gobierno de AMLO no transparenta beneficios a Lilia Paredes a año y medio de su asilo
Mis fuentes liberteñas me cuentan de una historia previa a las Elecciones Regionales y Municipales (ERM) del 2022. Richard Acuña buscó a Rodríguez y lo llevó a casa de su padre César. Allí, papá Acuña le planteó a su paisano y rival, unir fuerzas. Incluso, según estas fuentes, le habría ofrecido la candidatura a la gobernación bajo el logo de APP. Pero Rodríguez no aceptó porque ya estaba embarcado en su propia plataforma. Acuña, al no tener otro cuadro que le asegurara el triunfo en su ‘sólido’ Norte, se lanzó él mismo. Si ganó, fue en buena parte gracias a esa percepción que tiene el electorado de él como un magnate proveedor que puede suplir las falencias del sistema con su habilidad financiera.
Si vemos la performance de APP a nivel nacional y la comparamos con otros partidos, según la tasa de efectividad (relación entre listas inscritas y plazas ganadas) medida por el equipo de investigación del JNE, queda en tercer lugar con 17.7%. El primero lugar es de Somos Perú con 20.2% (ganó 7 gobernaciones) y el segundo lugar es de Avanza País con 17.9%. En esa tabla, con apenas 3 distritos ganados en todo el país, y ninguna región o provincia conquistada, Fuerza Popular tuvo un mísero 1.4% de efectividad en las ERM del 2022. Ahora, comparemos el desempeño de los partidos versus los movimientos en esas mismas ERM. En los documentos que he revisado del JNE no se consignan las cifras de efectividad a ese nivel pero sí encontré estos datos: mientras los partidos ganaron el 40% de gobernaciones y vicegobernaciones, los movimientos obtuvieron el 53.3% (el 6.7% fueron alianzas). A nivel de consejeros regionales los partidos ganaron 36.8% mientras los movimientos les sacaron amplia ventaja con 59.9%. A nivel de alcaldías provinciales y distritales los partidos obtuvieron el 41.2% mientras los movimientos el 56.5%.
El dilema mortal
El líder de un movimiento regional que me pidió no ser identificado me contó que estaba en un dilema mortal: o se volvía realista y se afiliaba, junto a sus dirigentes, a algún partido antes del 12 de julio (se estima que ese día es el ‘deadline’ para afiliarse y poder postular a planchas presidenciales o listas congresales al 2026) o antes de octubre de este año que es el ‘deadline’ para postular a las ERM de fines del 2026. O mantiene la ilusión y espera que en la próxima legislatura, se produzca la segunda votación para lograr la eliminación de los movimientos y esta no consiga 87 votos. ¡Podrían quedarse sin posibilidad de participar en la contienda ni con su logo ni con el de un partido! Es un ataque mortal al derecho de participación política consagrado en el Art. 2 de la Constitución.
Conversé con Freddy Vracko, abogado de Madre de Dios, presidente de la Asociación de Movimientos Regionales (AMR). Su directiva identifica tan nítidamente a Acuña como principal enemigo que lanzaron un comunicado declarándolo ‘persona non grata’. Vracko me dice, sin ambages, que el congresista Eduardo Salhuana “es el sicario de Acuña, porque fue el que anunció el texto sustitutorio que se escamoteó en la votación para aprobar la reelección de alcaldes y gobernadores”. En realidad, la muerte de los MR no se perpetraría agregando líneas a algún artículo sino extirpando la palabra ´movimientos´ en el Art. 35 de la Constitución: “Los ciudadanos pueden ejercer sus derechos individualmente o a través de organizaciones políticas como partidos, movimientos o alianzas”.
Vracko me contó que el dirigente de un partido le contó que APP lideró la iniciativa contra los movimientos pero él mismo y otros partidos se sumaban porque les convenía. Cuando he entrevistado a dirigentes partidarios sobre el tema, coinciden en decir que los movimientos son volátiles, desaparecen tras una elección, suelen ser vehículo de caudillos ligados a mafias y no son fiscalizados como los partidos. Le comento esta lista de críticas a Vracko y me replica que “por supuesto que somos fiscalizados y con bastante exigencia, más que los partidos y tenemos valla que la han subido a 10% del electorado de la región”. Álvaro Henzler, presidente de Transparencia me dijo que en su asociación han hecho un cuadro comparativo sobre las exigencias para partidos y movimientos y sí es cierto que las hay más severas para los primeros, pero eso se puede arreglar con simples ajustes reglamentarios.
Respecto a la volatilidad de los movimientos, es muy probable que sea bastante mayor que los partidos (según cifras de la ONPE, se presentaron 161 movimientos en las ERM 2022 y actualmente hay 84 inscritos, resultado de que varios perdieron la inscripción por no pasar la valla y de que se han inscrito algunos nuevos). Vracko, negando que los MR sean tan fugaces como se les pinta, me cita ejemplos de movimientos que se han mantenido por más de una década no necesariamente porque ganaron un GORE sino por los varios alcaldes distritales, provinciales, regidores y consejeros que mantuvieron en sus filas: AYNI en Huancavelica (desde el 2006), Frente Regional de Cajamarca (2006), Arequipa Tradición y Futuro (2006, llevó al poder a Yamila Osorio), entre algunos otros, siguen vigentes. Vaya dilema que les espera: afiliarse pronto a algún partido o frustrar la segunda votación en la próxima legislatura. La ironía provocadora sería que, en lugar de afiliarse a APP, FP, Somos, Avanza u otro de los partidos que los quieren desaparecer, los movimientos en capilla se afilien a los recién inscritos, que es la competencia que más teme el actual Congreso y contra la que ya están ideando armas letales.