Fernando Vivas

Un rearme opositor, que se diga rearme, no vemos en absoluto. Pero sí pudimos ver que la oposición a Dina Boluarte aprovechó pasajeramente el ‘efecto Rosselli’. ¿En qué consistió este? En que las mentiras de Amuruz para minimizar su presencia en la fiesta que acabó en un muerto desangraron al llamado ‘Bloque Democrático’. Fue una bofetada de frivolidad limeña a un Congreso que es mayoritariamente (70%) regional. Por añadidura, el impacto de la performance de Rosselli fue tan profundo, que causó fuertes tensiones al interior de su bancada de Avanza País.