La primera vez que Manuel Merino de Lama (Tumbes, 1961) resultó elegido parlamentario, allá por el año 2001, también fue luego de una campaña enrarecida, atípica, sui generis, producto de una crisis. Tras la caída del régimen de Alberto Fujimori, Valentín Paniagua asumió la dirección del Gobierno y convocó a nuevas elecciones generales. Sin embargo, pidió a la interna de su partido, Acción Popular, que no presente plancha presidencial para evitar cuestionamientos al proceso de transición.
Sin “locomotora”, como lo son en casi todos los casos los candidatos a la presidencia, la campaña acciopopulista tuvo dificultades. Solo logró poner a tres representantes en el Congreso 2001-2006, y uno de ellos fue precisamente Merino, que había postulado por Tumbes, y que obtuvo 9,730 votos preferenciales, según el registro de la ONPE.
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Los otros dos fueron Pedro Morales (Junín) y Yonhy Lescano (Puno). A la interna del Congreso, se conformó entonces la Unión Parlamentaria Descentralizada, que agrupaba también representantes de Unión por el Perú y Somos Perú, con los cuales sumaban 12 votos.
Pero su acercamiento con el partido de la lampa data de mucho antes y se puede decir que es por tradición familiar. Incluso en la elección del 2000, en donde participó Paniagua, Merino postuló por primera vez al Congreso, pero no alcanzó escaño.
Además, en los 80’s fue secretario de organización de juventudes de la agrupación que fundó Fernando Belaunde Terry.
Si bien ingresó a la Universidad Nacional de Trujillo para estudiar ingeniería agrónoma, no culminó la carrera. Sí se dedicó, por el contrario, a la actividad empresarial en dos principales sectores: la agricultura (sobre todo vinculadas al arroz) y la ganadería, lo que le valió hacerse conocido en su región.
Por una década fue representante de los Productores Agrarios de Tumbes. También fue presidente de comercialización de la Asociación de Productores de Plátanos, entre otros cargos vinculados a esas industrias.
Merino es fiel seguidor católico. En sus palabras, “el seno familiar es la parte fundamental que te da la fortaleza frente a los problemas que tiene el Parlamento Nacional”.
“Y que a veces [los problemas] no son propiamente del congresista sino del propio concepto que tiene la población”, reflexionaría años más tarde en una entrevista.
También tiene una fuerte afición por los gallos, que fue cultivada por su padre y a su abuelo. Es de creer que “en la vida del gallero se encuentran los mejores amigos”.
Incluso llegó a comprar las acciones de un coliseo de gallos en Tumbes, en donde, según él mismo cuenta, acudieron personajes como Raúl Castro y Fidel Castro.
Vida parlamentaria
Durante su labor en el Congreso, presidió la Comisión de Producción (2005) y la de Defensa del Consumidor (2003).
Para el 2006, tentó ser reelegido congresista con el Frente de Centro, una alianza entre Acción Popular, Somos Perú y la Coordinadora Nacional de Independientes, y que llevaba como candidato a la presidencia a Valentín Paniagua. Pero no tuvo éxito.
Tampoco lo tuvo en el 2010, cuando postuló para ser presidente regional de Tumbes.
Mesa Directiva
Las elecciones del 2011 sí merecen una mención aparte, cuando postuló con la Alianza Electoral Perú Posible, que conformaban Perú Posible, Acción Popular y Somos Perú.
En esa época, Alejandro Toledo solo le había dado en un inicio cinco cupos al partido de la lampa. Sin embargo, Víctor Andrés García Belaunde, que estaba entonces como coordinador, medió para que les den otros tres cupos más en la lista al Congreso, entre los que estaban Merino. El candidato de Perú Posible en Tumbes estaba siendo cuestionado.
Luego de una reunión en Punta Sal, en la casa de Toledo, esto fue aceptado, según fuentes de este Diario. En total, de los ocho que postulaban por Acción Popular en esa alianza, cinco lograron tener representación en el Parlamento 2011-2016. Merino obtuvo un escaño gracias a sus 9,474 votos preferenciales.
Este periodo es importante puesto que fue la primera vez que Merino finalmente logró ocupar un puesto en la Mesa Directiva del Congreso. Algo que le serviría años más tarde.
En el 2011, hubo una votación interna para definir quién ocupaba la primera vicepresidencia del Congreso, luego que el nacionalismo diera a esta alianza un asiento para ocupar la Mesa Directiva que iba a liderar Daniel Abugattás. Merino se impuso al otro candidato de Perú Posible, propuesto por Toledo.
“Fue porque caía bien, no tenía anticuerpos y es un hombre de buenas relaciones. En la interna fue una sorpresa que todos, porque de los tres grupos, la mayoría la tenía Perú Posible. Y varios de Perú Posible votaron por Merino”, recuerda una fuente.
Poco después, en el 2012, presidió la Comisión de Vivienda; cargo que volvió a ocupar en el 2015.
Posdisolución
En las últimas elecciones del 2016, Merino volvió a postular para ser congresista, pero tampoco obtuvo los votos necesarios: solo alcanzó 3,800 votos preferenciales.
Según fuentes consultadas, se estaba preparando para ocupar un cargo dirigencial al interior de Acción Popular, cuando se dio la disolución del Congreso, el pasado 30 de setiembre. Las internas para la nueva directiva se suspendieron puesto que se tenía que buscar nuevos cuadros para el Congreso.
Es allí cuando fue elegido para encabezar la lista acciopopulista en Tumbes, para una campaña de cuatro meses en donde –nuevamente- no se tendría el arrastre de un candidato presidencial. ¿Coincidencias?
A lo largo de esta carrera electoral se conoció que tenía una sentencia laboral en su contra del 2017, por el despido arbitrario de un trabajador del Fundo Santana de Tumbes, del cual es propietario. Fuentes consultadas indicaron que el comité electoral de Acción Popular determinó no retirar su candidatura al considerarlo “cosa juzgada”.
Ahora bien, dos días después del 26 de enero, y aún sin tener los resultados oficiales, Merino participó de un encuentro con el presidente de la República, Martín Vizcarra, durante una visita en Tumbes. Personas cercanas a él aseguran que esto no fue motivado por Merino sino por el mismo gobernador y que también estuvieron otros representantes.
Lo cierto es que semanas más tarde se reuniría nuevamente con Vizcarra, pero ya no en Tumbes sino en Palacio de Gobierno, como parte de la ronda de diálogos del jefe del Estado con las virtuales bancadas.
“Nos ha hablado de la reforma política […], nos ha pedido una atención especial en esto doce proyectos e igualmente los decretos de urgencia que se tienen que revisar. Lo que le hemos hecho notar al presidente de la República es la independencia de poderes”, apuntó Merino a su salida de la Casa de Pizarro.
El salto a la presidencia
Este encuentro también es importante puesto que fue mismo día el que se decidió su futuro, para ocupar por segunda vez la Mesa Directiva.
Luego de la visita a Palacio, a unos cuantos metros, el Comité Político y los 25 congresistas electos tuvieron una cena en el Club de la Unión, en el Centro de Lima, en donde Merino fue elegido para ser candidato a la presidencia del Congreso.
Ciertamente esto generó primero algunos desencuentros internos, debido a que hubo una facción que había pedido que esto no se elija ese mismo día. Sin embargo, ganó la mayoría y se siguió adelante con la votación.
Según las fuentes, esa noche primó a favor de Merino la idea de que era el único de la lista acciopopulista -que resultó electa- que tenía experiencia previa en el Congreso. Por tanto, conocía la dinámica parlamentaria desde la Mesa Directiva.
Cuentan que también sumó su carácter: “Es un hombre conciliador. No es un pleitista”, aseguraron en sus filas.
Y, precisamente, la palabra consenso estuvo presente durante su discurso de asunción como nuevo presidente del Congreso.
Al asumir el cargo, el parlamentario acciopopulista dijo que es consciente del alto ausentismo electoral en los últimos comicios, por lo que, remarcó, “eso nos obliga no solo a conversar entre nosotros para lograr acuerdos, sino, además, nos impone la inmensa tarea de recuperar la credibilidad y la confianza de la población”.
También mencionó la emergencia sanitaria que vive el país por el COVID-19, y apuntó al resto de sus colegas: “Nos espera una tarea titánica. No hay tiempo para ensayar. No hay tiempo para improvisar. Ni para fracasar. Solo tenemos tiempo para actuar, concertar y trabajar”.
La fórmula que encabezó Merino de Lama fue la ganadora con 93 votos a favor. En las vicepresidencias están representantes de Alianza para el Progreso, Somos Perú y Podemos Perú.