SEBASTIAN ORTIZ MARTÍNEZ @Shebas07
Durante casi tres años, el congresista Marco Tulio Falconí guardó perfil bajo. Ni siquiera cuando ocupó una de las vicepresidencias del Parlamento cambió ese estilo. Sin embargo, hoy está en el centro de la polémica por su intención de renunciar a su curul para postular a la Presidencia Regional de Arequipa.
En abril de este año, Falconí presentó su carta de renuncia ante la Presidencia del Congreso, que en ese entonces era dirigida por el nacionalista Fredy Otárola. El ahora ministro de Trabajo trasladó el caso a la Comisión de Constitución, cuya secretaría técnica señala en un informe que los legisladores tienen el derecho a dimitir.
Al arequipeño se le cuestiona porque gracias a una medida cautelar pudo inscribir su candidatura, pese a que la Constitución en teoría se lo impide. Este hecho ha prendido las alarmas en la oposición, que ve en este caso un precedente nefasto que puede viabilizar una eventual candidatura presidencial de la primera dama Nadine Heredia en el 2016.
“Si habiendo una prohibición a nivel constitucional, a Falconí se le permite inscribir su candidatura, una prohibición menor (la Ley Orgánica de Elección impide que la esposa del presidente postule) con mayor razón debería prosperar. Es un tema muy delicado”, advirtió el congresista del PPC-APP Juan Carlos Eguren.
Por estos días Falconí es el congresista más buscado y, pese a la guardia que le han hecho reporteros en su local partidario y casa en Arequipa, él no se ha dejado ver.
“GANAR LA LOTERÍA ME ARRUINÓ LA VIDA”
En la Ciudad Blanca conocen al legislador por dos motivos: a fines de la década de 1990 ganó la lotería y porque ha postulado en tres ocasiones sin éxito a la presidencia regional.
En una entrevista a “Perú21”, Falconí contó cómo llegó a ganar 220 mil soles por una lotería que compró sin querer: “Eso fue más o menos en 1996 o 1997. Un día yo iba a la Corte de Justicia y al pagarle al taxista lo hice con veinte soles y me dio de vuelto puro sencillo. Era un problema y tenía que gastar el dinero porque si no me iba a malograr el bolsillo. Como era muy temprano todas las tiendas estaban cerradas y vi entonces un letrero de la Tinka. Me acerqué y pedí cuatro tinkas pero yo no sabía que era un sorteo…”.
El ex vicepresidente del Congreso añadió que recién se enteró que debía escoger números, cuando la persona que le vendió las loterías le dijo si quería marcar al azar: “‘Será pues’, le dije, y cuando regresé a casa mi esposa me preguntó por qué compraba rifas si nunca las verificaba. Le respondí que era por colaborar. Tiempo después llegué al mismo lugar a tomar una gaseosa, tenía el ticket, y cuando se lo mostré a la persona que atendía me dijo: ‘Ud. ha ganado’. Yo le respondí: ‘¡Ah, sí!’, pero en realidad no sabía nada…En esa época el premio fue como de S/.220 mil porque a mí me tocó el 50%”.
Consideró que ganar la lotería arruinó su vida, porque “soy bastante conocido en Arequipa y todo el mundo, desde entonces tenía ‘cáncer’, estaba pobre, tenía deudas. No me dejaban entrar a mi casa ni a mi estudio”.
SUS POSTULACIONES
Según el Infogob, Falconí postuló en el 2002, 2006 y 2010 al Gobierno Regional de Arequipa. Además, en las elecciones generales del 2006 también fue candidato a la vicepresidencia de la República y a congresista por Fuerza Democrática, pero tampoco resultó electo. Recién en el 2011 obtuvo su primera victoria en las urnas: salió elegido parlamentario por Perú Posible.
Ya en el Congreso, el arequipeño decidió abandonar la bancada toledista junto con otros representantes del interior del país y de Cecilia Tait para formar Unión Regional.
Falconí junto a Yván Vásquez, encarcelado presidente regional de Loreto, integraron la plancha presidencial de Alberto Borea. (Foto: Archivo El Comercio)
¿POR QUÉ RENUNCIÓ?
Una semana después de presentar su dimisión, El Comercio entrevistó a Falconí para su edición regional. En esa nota, el congresista dijo que renunciaba a su curul “porque ahora la representación es más directa. Al postular para ser presidente del Gobierno Regional de Arequipa, evidentemente tendré una relación más directa que como parlamentario nacional”.
“No entiendo por qué la ciudadanía se sentiría mortificada con mi decisión; no estoy renunciando para postular a un cargo alejado de la región, como hacen otros que postulan en sitios alejados de su lugar de residencia. Estoy demostrando mi vocación de servicio y mi interés de trabajar por Arequipa”, añadió.
Explicó que “la grave crisis que atraviesa Arequipa” lo motivó a postular a la región sureña.
“Actualmente, la región está paralizada y la corrupción enquistada”, refirió en aquella oportunidad.
Falconí es el presidente del movimiento regional Fuerza Arequipeña y dueño de un estudio de abogados en la Ciudad Blanca. Ahí fue titular del Club Internacional, cuyos integrantes lo acusan de haber adquirido un terreno supuestamente sobrevalorado en el distrito de Paucarpata. El legislador deseaba ampliar las instalaciones del club, pero el terrero que compró solamente puede ser usado para fines agrícolas.