“Soy primer ministro tal vez en el momento más complejo de nuestra historia republicana”, decía Pedro Cateriano Bellido, en una entrevista a El Comercio, tres días después de haber asumido como jefe del Gabinete Ministerial del gobierno de Ollanta Humala, en abril del 2015.
Cateriano asumía el cargo después de la censura a su antecesora Ana Jara -hace 51 años que no se censuraba a un primer ministro- y, cinco años después, podría volver a usar la frase para describir el escenario en el que vuelve a asumir el cargo, en medio de una pandemia mundial que afecta seriamente la salud y la economía del país.
Cateriano asumió el 2 de abril del 2015 como primer ministro del entonces presidente Ollanta Humala. Y no solo podría repetir la frase antes mencionada sino -como ha mostrado hasta el momento- busca replicar el estilo concertador que asumió hace cinco años y que hasta entonces, todos desconocían.
En una de sus primeras declaraciones, después de asumir el cargo en el 2015, Cateriano anunció que cambiaría su tono. Sostuvo que un vocero del Ejecutivo debe ser el intérprete de ese poder del Estado. “Es decir, debo interpretar el sentir de la mayoría de los miembros del Gabinete y, por lo tanto, mis opiniones políticas personales tendrán que ser, en muchos casos, reemplazadas por el criterio del gobierno”, explicó, por ese entonces, para luego acotar: “En un cargo como este estoy obligado a dialogar”.
Antes de ser designado como primer ministro, Cateriano había liderado el Ministerio de Defensa y desde ese espacio su tono fue confrontacional. Este estilo lo llevó a tener episodios como el registrado en el 2012 contra Mauricio Mulder (Apra) en el pleno del Congreso. También en el 2012, Cateriano solicitó una cuestión de confianza al Congreso -en su calidad de titular del Mindef- por un proyecto de ley del Ejecutivo.
Esta iniciativa buscaba que el Parlamento le delegue la facultad de legislar en materia de fortalecimiento y reforma institucional del sector Interior y de Defensa Nacional. Al final el Congreso no votó la cuestión de confianza, sino que optó por la aprobación de las facultades legislativas artículo por artículo.
Fuera del Congreso, Cateriano tampoco tenía problemas en mostrar su estilo confrontacional pese al cargo de ministro que ocupaba. Desde Twitter, lanzaba pullas especialmente contra el Apra y Fuerza Popular. “Mulder: hasta ahora tu gordo mayor, no explica cómo adquirió su depa en París”, escribió el 7 de noviembre del 2014. Días después, el 28 de noviembre, tuiteó: “Fuerza Popular, liderada por la hija del dictador, no tiene propósito de enmieda. Siempre niega la responsabilidad penal de Fujimori”.
De ahí la sorpresa en el tono conciliador que asumió cuando fue nombrado jefe del Gabinete Ministerial. Apenas a cuatro días de haber jurado, Cateriano ya tenía una agenda para la ronda de diálogo con los principales líderes políticos.
Esta ronda se volverá a repetir, y Cateriano se reunirá con cuatro partidos políticos con representación en el Congreso -Acción Popular, Alianza para el Progreso, Podemos Perú y el Partido Morado- este sábado 18 de julio.
Y en lo que respecta a los mensajes políticos, Cateriano acaba de responder un tuit de Keiko Fujimori de la siguiente manera: “Esta grave emergencia nos obliga a sumar esfuerzos, salvando las marcadas diferencias políticas existentes. Cordiales saludos, P.C.”.
Reuniones sostenidas por Pedro Cateriano, cuando asumió la PCM en el 2015 | Líderes políticos |
---|---|
6 de abril | Luis Bedoya Reyes, Partido Popular Cristiano |
7 de abril | Pedro Pablo Kuczynski, Perú Más |
8 de abril | Alejandro Toledo, Perú Posible |
9 de abril | Keiko Fujimori, Fuerza Popular |
10 de abril | Alan García, Apra |
Cateriano logró reunirse incluso con Alan García, con quien llevaba más de 20 años de rivalidad política, y sobre quien escribió un libro -El Caso García, recientemente reeditado-, una crónica sobre la labor que cumplieron las diferentes comisiones del Congreso investigando al primer gobierno aprista.
Tras dicha reunión, incluso García exhortó a Keiko Fujimori a respaldar el trabajo de los últimos meses del gobierno de Humala, y a dar el voto de confianza a Cateriano. Era la primera vez que se veía al Apra y al fujimorismo confrontados directamente.
Investidura y facultades
El 27 de abril del 2015, Pedro Cateriano recibió el voto de confianza del Congreso, tras una sesión de 13 horas, hasta casi la medianoche, la mayor parte sin polémicas o enfrentamientos. Fueron 73 votos a favor, 10 en contra y 39 abstenciones.
La postura en contra llegó de legisladores izquierdistas, mientras que los fujimoristas votaron en abstención. Una figura que bien podría repetirse en el actual Parlamento.
El gran anuncio en su presentación ante el Congreso fue un pedido de facultades para legislar en materia económica y administrativa, así como en seguridad ciudadana y lucha anticorrupción. Aquí empezaría su primera crisis política.
El 11 de junio de ese mismo año, Cateriano y seis de sus ministros estuvieron en vano dos horas en el Congreso esperando para sustentar el pedido de facultades.
El pleno no pudo sesionar por falta de quórum, pues Fuerza Popular, Concertación Parlamentaria (Apra en su mayoría) y PPC-APP se retiraron en protesta porque no se ponía al debate el desafuero de un congresista. Los fujimoristas eran los más interesados, debido a que dicho legislador había renunciado a su bancada y su desafuero implicaba el ingreso del accesitario que les devolvería un voto: Karina Beteta.
El entonces mandatario Ollanta Humala tuvo que convocar a una legislatura extraordinaria, y recién el 18 de junio, el pleno aprobó la delegación de facultades. Pero ese mismo día se dio la insistencia a la norma que exoneraba de impuestos a las gratificaciones y permitía disponer libremente del 100% del excedente de 4 remuneraciones brutas de los depósitos por concepto de Compensación por Tiempo de Servicios (CTS).
El Poder Ejecutivo había presentado una iniciativa planteando exonerar las gratificaciones de descuentos solo en el 2015, pero el Congreso -sin estudio técnico- fue más allá.
Pese a las advertencias del Ministerio de Economía y del propio Cateriano, el Congreso -incluidos cinco oficialistas- votaron a favor de la insistencia. El ánimo populista del Parlamento pudo más y eso es algo que probablemente el jefe del Gabinete enfrentará en el actual periodo, donde se han visto casos similares con las AFP.
Además, en camino hay un dictamen sobre el congelamiento de deudas en entidades financieras y la liberación de fondos de la ONP, ambos con opinión desfavorable del Ministerio de Economía.
Durante la época de Humala, Cateriano también dio mensajes concretos ante el Congreso. “Yo no admiro a Hugo Chávez, pero ese es un problema de intercambio político entre los dos”, dijo en julio del 2015 marcando distancia de las relaciones políticas del entonces presidente. Por aquel tiempo, también descartó que Humala fuera a disolver el Parlamento. “Ello alteraría más la estabilidad política y cuando no hay eso, el primer daño que ocurre es el económico”, exclamó.
Proyectos y mociones
Entre el 2015 y 2016, el Poder Ejecutivo presentó 73 proyectos de ley (sin contar acuerdos internacionales, ni resoluciones de viaje o ingreso de tropas) y el Congreso le aprobó solo 41. La mayoría tenía que ver con la creación de nuevos distritos, un tema siempre vigente en la agenda regionalista de los parlamentarios.
El pedido de delegación de facultades, aunque en medio de una crisis, fue otorgado. “Habrá que ir al Congreso, tener una actitud más proactiva […], un buen ministro tiene que ir al congreso a persuadir, tiene que convencer, batallar”, había dicho Cateriano en una entrevista al iniciar su mandato en el 2015.
Bajo su gestión, el Congreso interpeló al entonces ministro Justicia, Gustavo Adrianzén, por la supuesta mordaza contra la exprocuradora Julia Príncipe. Tras la sesión, se promovió una moción de censura pero, dos días antes de que el Parlamento discuta y vote la moción, Adrianzén renunció.
Un mes después, por el mismo tema, se presentó una moción de interpelación contra el mismo Cateriano y su ministro del Interior José Luis Pérez Guadalupe. Pero esta no prosperó porque se retiraron firmas.
La gestión de Cateriano frente a la PCM duró 483 días. Su aprobación en las encuestas se ubicó en 17% en promedio. Según las encuestas El Comercio-Ipsos publicadas en ese entonces, al inicio de su periodo, su desaprobación se concentraba en el interior (37%), en el nivel socioeconómico B (43%) y D (37%), mientras que en el último mes de su mandato, la desaprobación era mayoritaria en Lima (44%) y en el nivel socieconómico A (73%).
Gestión de Pedro Cateriano según encuestas El Comercio-Ipsos publicadas entre abril del 2015 y julio del 2016 | Aprueba | Desaprueba |
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Abril 2015* | 16% | 36% |
Mayo | 19% | 48% |
Junio | 19% | 51% |
Julio* | 16% | 47% |
Agosto | 20% | 50% |
Setiembre | 23% | 46% |
Octubre* | 16% | 54% |
Noviembre* | 13% | 53% |
Diciembre* | 13% | 56% |
Enero 2016* | 16% | 55% |
Febrero* | 14% | 54% |
Marzo* | 16% | 50% |
Abril* | 16% | 53% |
Mayo* | 13% | 55% |
Junio* | 19% | 51% |
Julio* | 22% | 43% |
*Encuestas urbano rural, las demás fueron nacional urbana |
Actores a tener en cuenta
Cateriano regresa a la PCM en un escenario político donde existen algunas caras conocidas. Reemplaza a Vicente Zeballos que, en el 2015, era congresista e incluso postuló -impulsado por el oficialismo- a la presidencia del Congreso en el último año, perdiendo frente a Luis Iberico.
Daniel Urresti, hoy vocero de la bancada Podemos Perú, fue ministro del Interior durante el gobierno de Ollanta Humala, en el mismo periodo que Cateriano era titular del Ministerio de Defensa. En el periodo de Cateriano en la PCM, Daniel Urresti forjaba su candidatura en el Partido Nacionalista, aunque al final quedó trunca.
“El Gobierno del presidente (Martín) Vizcarra gana con la incorporación de Cateriano como el nuevo líder del gabinete. Es un reconocido constitucionalista, tiene una bien ganada imagen de lucha contra la corrupción, conoce los problemas del país, tiene experiencia ministerial y sabe los retos que tiene el Perú pospandemia”, afirmó Urresti tras conocer el regreso de Cateriano a la PCM.
Omar Chehade, hoy en Alianza para el Progreso, también era oficialista en el 2015 pero nunca tuvo cercanía con el ahora primer ministro. Semanas atrás, Cateriano renunció al consejo consultivo de la Comisión de Constitución que preside Chehade en oposición a la reforma de inmunidad, que es aún un tema pendiente con el que tendrá que lidiar Cateriano en los próximos meses.
El voto de investidura del Gabinete de Cateriano constituye la primera prueba de fuego por la fecha en que se realizará. En su primera reunión protocolar ha planteado que sea antes del 28 de julio, pero en el Congreso no están tan dispuestos a ceder y quieren que se realice después del mensaje a la Nación del presidente Martín Vizcarra.
“Aunque esa tarea es más de parlamentarios y menos de ministros, yo veía que dejábamos actuar muy fácilmente a la oposición. Tal vez en muchos casos, por mi condición de ministro de Defensa, debí haber sido más prudente, pero a veces sopesaba y estos silencios eran perjudiciales y por eso respondía”, decía Cateriano en el 2015, en una entrevista a El Comercio, explicando su cambio de estilo al llegar a PCM. Este nuevo periodo representa un reto si tomamos en cuenta que no tiene una bancada oficialista que lo respalde.
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