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Edgar Alarcón
Redacción EC

El contralor negó las acusaciones en su contra sobre la compra de vehículos y de terrenos. Añadió que su actuación como funcionario público ha sido transparente.

Ante el grupo de trabajo de la Comisión Permanente que evalúa su permanencia, Edgar Alarcón precisó que la adquisición de ocho vehículos entre 2013 y 2017, cuando ejercía el cargo de vicecontralor, fue para uso particular.

En su exposición, explicó que cada una de las unidades compradas fueron usadas para el transporte de su familia y luego vendidas por renovación y no como negocio en el lapso de tiempo mencionado. "No busqué una actividad lucrativa", dijo.

Edgar Alarcón también detalló que los posteriores compradores de dichos vehículos fueron terceras personas, ajenas a la contraloría.

Respecto a la compra de terrenos en Camaná, Arequipa, el contralor negó que haya infringido el artículo 33 del Sistema Nacional de Control, que impide a los funcionarios públicos adquirir bienes de propiedad de la entidad donde labora.

Según dijo, en sus declaraciones juradas consignó los bienes e inmuebles de su propiedad y negó una presunta evasión de impuestos al referir que todos sus inmuebles han sido inscritos y pagados los impuestos de ley.

-Pago indebido-
Edgar Alarcón también negó un presunto pago indebido a una ex trabajadora de la contraloría, quien, según dijo, dejó de laborar acogiéndose a la modalidad de mutuo disenso para obtener beneficios laborales por su renuncia.

El contralor refirió que se miente al decir que Marcela Mejía recibió S/100 mil adicionales a los beneficios obtenidos por su renuncia bajo esa modalidad.

De otro lado, ratificó que no es una práctica suya grabar a las personas que se reúnen con él e indicó que presentó una denuncia constitucional contra el ministro de Economía y Finanzas, Alfredo Thorne, por una vulneración a la autonomía de la contraloría.

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