Perú Libre usa el dinero que recibe por financiamiento público directo, es decir, la plata de todos los peruanos, para pagarle su sueldo y gratificación a Vladimir Cerrón. No solo eso, la agrupación que llevó a Pedro Castillo a la presidencia también utiliza el dinero del Estado para pagar los “servicios” de albañilería de Luis Mori Sánchez.
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¿Es acaso Mori tan diestro en su oficio que su presencia se ha hecho imprescindible para cuanta refacción requiera el local partidario de Perú Libre? ¿ Cuáles son sus habilidades en el arte de la construcción que lo han hecho merecedor de pagos que suman más de 20 mil soles con fondos públicos?
Todo indica que los méritos del privilegiado albañil no tienen nada que ver con el yeso y el cemento. Según el fiscal Richard Rojas Gómez, que investiga al partido del lápiz por los presuntos delitos de organización criminal y lavado de activos, Vladimir Cerrón habría utilizado a Mori Sánchez para ocultar dinero de procedencia ilícita, a través de depósitos bancarios bajo la modalidad conocida como ‘pitufeo’.
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Una muestra del uso distorsionado de los fondos del financiamiento público directo es el hecho de que un partido político emplee ese dinero para pagarle a quien es señalado por la fiscalía como el testaferro de su líder.
En teoría ese dinero debe destinarse a gastos de funcionamiento ordinario (aquí es donde encaja la figura del albañil beneficiado) y para actividades de formación y capacitación de los partidos que han logrado tener presencia en el Congreso.¿Qué ha hecho Perú Libre con la plata para las capacitaciones? Según un informe de la ONPE, el partido de Vladimir y Waldemar contrató por S/45.000 a la empresa AARON VH S.A.C para que realizara la actividad denominada “Capacitación y formación educativa en políticas de intercambio sobre la actualidad latinoamericana caribe y otros dirigido a la juventud (sic)”. Lo curioso es que esa empresa se dedica a los servicios de arquitectura e ingeniería . Otro dato que genera suspicacias es que no todos los participantes eran militantes de Perú Libre.
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La agrupación que ahora busca un lugar en la Mesa Directiva intentó también acreditar el pago— reitero,con dinero que sale de los impuestos de todos los peruanos— de una gigantografía con el rostro inmenso de Vladimir Cerrón. En otras palabras, financiar el narcisismo con dinero del Estado. La ONPE, como era de esperarse, observó este gasto.
No es la primera vez que un partido político es denunciado por el mal uso de los fondos públicos. Avanza País pagó por servicios de capacitación a una empresa que funciona en un local de fotocopias. Renovación Popular utilizó el dinero público para pagarle al productor de ‘Chibolín’.
Las acciones que se realizan para fiscalizar el gasto de los partidos han resultado ser insuficientes. No sorprendería que las capacitaciones que el Estado le financia a Perú Libre solo sean simples reuniones donde los expositores se la pasan paporreteando sobre “lawfare” y “asamblea constituyente”.