La encuesta realizada esta semana por El Comercio-Ipsos muestra que el 70% de peruanos considera que está justificada la renuncia de Juan Carlos Liu a la conducción del Ministerio de Energía y Minas (Minem). Esto, luego de que se revelara que Liu prestó asesorías a la empresa Odebrecht en el pasado y no lo declaró.
Los servicios brindados a la constructora brasileña fueron a través de su empresa Consultores Supervisores y Asesores Nacionales S.A.C. Solo el 23% de encuestados cree que esta decisión no se justifica.
Para el analista político y director del grupo Fides Perú, Jeffrey Radzinsky, la sensación general que esto revela es que existe un apoyo a la decisión de que no continúe en el sector. Para él, este no es un asunto que golpee la popularidad de Vizcarra. “A la mayoría de gente le resulta indiferente el cambio de ministros. Son tan poco conocidos que ni están al tanto de quiénes son, ni de que los cambien”, sostiene.
Radzinsky considera que la relevancia de este caso, más allá de los ministros, es que toca el nervio de uno de los temas más sensibles: la corrupción, en particular, relacionada al Caso Odebrecht.
Liu renunció al cargo el pasado lunes, luego de revelar que participó de reuniones con el procurador Jorge Ramírez y representantes de Odebrecht en torno al Caso Gasoducto Sur Peruano. El trabajo de campo hecho por Ipsos fue entre el miércoles 12 y viernes 14, mientras continuaban las revelaciones sobre la crisis que ocasionó la salida de cuatro ministros.
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Los encuestados también respondieron una interrogante sobre los motivos de la alta rotación en el Gabinete: “El presidente Vizcarra cambia por diversos motivos algún ministro cada 22 días en promedio [aunque el promedio baja a 20 días con los últimos cambios], ¿por qué cree que lo hace?”.
Las respuestas se dividen en tres grupos. El 37% considera que es muy difícil conseguir buenos ministros. Un 28% señala que Vizcarra selecciona a sus ministros de manera apresurada y los cambia para corregir su error. Y un 27% cree que Vizcarra prescinde de ellos porque no está dispuesto a perder apoyo popular defendiéndolos si surge alguna denuncia contra ellos.
Sobre su renuncia, Liu dijo: “De alguna manera, la concordamos [con Martín Vizcarra] y yo preferí dar un paso al costado antes de ver involucrado al gobierno, toda vez que, cualquiera fuera la explicación técnica y administrativa que se dé, el tema político está afectando mucho más que mis explicaciones”. Esto va en concordancia con lo que sostiene el último grupo de encuestados.
Para Radzinsky, solo los que se encuentran en el segundo grupo hacen un cuestionamiento directo a las decisiones del presidente. Los otros dos lo comprenden o lo apoyan. “Al final, esto refuerza la brecha; algo que es inédito entre un presidente muy aprobado y un gobierno muy desaprobado. Por lo general, la distancia es corta”, señala.