Elecciones 2018. (Foto: Archivo de El Comercio)
Elecciones 2018. (Foto: Archivo de El Comercio)

Una vez conocidos los resultados de las , los primeros en festejar fueron los partidos políticos. Se habló del resurgimiento de Acción Popular tras la victoria en Lima de Jorge Muñoz y del empoderamiento de Alianza para el Progreso (APP) con sus triunfos en regiones. Sin embargo, dos politólogos analizan el panorama completo y ponen en entredicho el espejismo de las victorias partidarias.

El politólogo Paulo Vilca sostiene que si bien los partidos políticos parecen recuperar protagonismo a escala regional a partir del incremento de candidaturas, también queda claro que aún no logran disputar el escenario a los movimientos regionales. “Porque si bien ha habido menor cantidad de candidatos de movimientos, continúan ganando más autoridades”, dice.

A eso se suma que la mayoría de los candidatos que ganaron en estas elecciones no son militantes de los partidos con los que postularon.

“En las elecciones subnacionales pesa más la trayectoria del candidato. ¿Por qué ganó Elmer Cáceres en Arequipa o Walter Aduviri en Puno? Fue, básicamente, por sus trayectorias personales, no porque su movimiento tenga mayor presencia en la región, en estos casos el peso de la marca no es tan relevante. La trayectoria se construye por fuera de los partidos mientras se construye una reforma”, agrega.

—Espejismo electoral—
Para el politólogo Mauricio Zavaleta, uno de los problemas es que los políticos buscan “membretes” con los cuales ganar elecciones y las principales casas políticas cargan muchos pasivos.

“Si vemos al Apra, ya no es atractivo para los políticos locales. Algunos membretes han tenido mejor desempeño, pero no deberíamos pensar que fue por la organización, sino que algunos políticos competitivos vieron conveniente postular en membretes. Así sucedió con Jorge Muñoz y Acción Popular. Y varios Muñoz existen en el interior del país”, explica.

Zavaleta no considera que esto sea negativo, pero advierte que se está volviendo común ver cómo los candidatos pasan de membrete en membrete en busca de ganar una elección.

En el caso de APP, Paulo Vilca sostiene que los recursos que invierte en la campaña parecen ser un factor en su nivel de efectividad como partido. Según cifras de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), APP gastó más de 20 millones en la campaña subnacional, casi el doble que Acción Popular o Somos Perú.

Otro ejemplo del espejismo electoral es Restauración Nacional. “Su nivel de efectividad es alto frente a otros, pero tiene 47 alcaldes de más de 1.700. Es un partido sin cuadros orgánicos que funciona como vehículo, que basa su éxito en la trayectoria de los candidatos que postula”, afirma Vilca, profesor del Programa de Gobernabilidad de la PUCP.

—Alejados de la política regional—
Mauricio Zavaleta recuerda que en los años 80 cuatro partidos tenían presencia en 80% de la política subnacional debido a su vinculación con organizaciones locales y profesionales. La izquierda con las organizaciones campesinas o el Apra con los médicos, por poner algunos ejemplos.

“Había una relación partido-sociedad. Cuando se hace el reajuste económico, sucede una especie de big bang y quedan desvinculados de las organizaciones. Por eso en los años 90 surgen las listas de independientes y organizaciones locales y provinciales. Los últimos cambios electorales para desaparecer estas listas han sido un incentivo para su agregación en movimientos regionales pero sin un compromiso a largo plazo”, señala.

Vilca complementa esto poniendo como ejemplo el conflicto en Las Bambas. “No ves el pronunciamiento de ninguna agrupación política y es en este vacío donde los dirigentes regionales o líderes gremiales utilizan los escenarios para labrar su trayectoria”.

La teoría dice que los partidos otorgan una especie de prestigio instantáneo a los candidatos. En opinión de Zavaleta, en el Perú sucede lo contrario y el mayor ejemplo en los comicios subnacionales 2018 se dio con Fuerza Popular, que obtuvo 48 autoridades electas de 612 postulantes; el Apra, que ganó en 22 jurisdicciones y postuló a 303 candidatos; y Peruanos por el Kambio, que obtuvo cinco victorias electorales de 138 candidatos.

(Gráfico: El Comercio)
(Gráfico: El Comercio)