Hacia finales del 2005, el pastor evangélico Humberto Lay Sun fundó Restauración Nacional, partido con el que postularía a la presidencia en las elecciones generales del año siguiente. Quince años más tarde, la organización llevará a George Forsyth a tentar el sillón presidencial. El exarquero acaba de renunciar a la Alcaldía de La Victoria.
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Historia electoral
Hasta el momento, el partido al que se inscribió George Forsyth, el líder en intención de voto para las elecciones del 2021, no ha tenido la mejor de las suertes en el plano electoral nacional.
La primera vez que Restauración Nacional participó en las elecciones presidenciales fue en el 2006, cuando el pastor Lay fue candidato. Aquel fue el primer proceso electoral en el que se aplicó la valla electoral a partir de la ley 28643.
En ese entonces, esta era de 4%, un punto porcentual menos que la actual. Con 4,4% de los votos válidos, Restauración Nacional la pasó por poco y logró colocar a dos congresistas en el hemiciclo: Alda Lazo Ríos (Lima) y Juan David Perry Cruz (Madre de Dios).
El 2006 fue la primera y –hasta el momento- última vez que el partido compitió en un proceso electoral general sin formar parte de una alianza. En el 2011, participó en las elecciones generales como parte de la alianza electoral Alianza por el Gran Cambio, que tuvo a Pedro Pablo Kuczynski como candidato presidencial. La agrupación estuvo integrada también por el Partido Popular Cristiana (PPC), Alianza para el Progreso y el Partido Humanista Peruano.
En dichos comicios, el único candidato de Restauración Nacional que obtuvo un escaño en el Congreso fue Humberto Lay, por la representación de Lima.
Luego, en el 2016, el partido volvió a participar en las elecciones generales, una vez más en alianza electoral. Esta vez se unió con Alianza para el Progreso, que presentó la candidatura presidencial de César Acuña, una decisión que provocó la protesta de un grupo de militantes del partido.
Esta unión, sin embargo, no habría sido la primera opción del partido de la espiga. Después de las elecciones del 2011, la organización mantuvo conversaciones con Kuczynski con el objetivo de fusionar su equipo con el del partido del pastor Lay. “Hicimos una reunión del Comité Ejecutivo Nacional y le planteamos un compromiso de fusión”, cuenta John Fernández, actual presidente de Restauración Nacional. El ahora expresidente de la República, sin embargo, no aceptó la propuesta. “Con el tiempo, quedó en el aire y no pasó nada”.
En el libro de Rafaella León, “Vizcarra. Retrato de un poder en construcción”, Kuczynski le cuenta a la autora: “... Lay me dijo que vendía su partido por tres millones de dólares”. Fernández lo niega rotundamente. “Es totalmente falso”, sostiene.
Lay Sun tentó sin éxito la reelección al Parlamento en el 2016, y Restauración Nacional no obtuvo escaños para el periodo legislativo.
Años después, Lay Sun sostuvo que cometió un error al haberse aliado con César Acuña y Pedro Pablo Kuczynski.
Mejor le ha ido al partido fuera del plano nacional. Según el portal Infogob, entre el 2006 y el 2018, la organización política ha colocado un total de 933 autoridades en las elecciones regionales y municipales. El mismo presiente del Partido, el pastor Lay, intentó –sin éxito- alcanzar la alcaldía provincial de Lima en tres ocasiones: 2006, 2010 y 2018.
¿De qué está hecho Restauración Nacional?
En mayo del 2019, Humberto Lay renunció a la presidencia del partido que, con miras a las elecciones presidenciales, había fundado 14 años antes. En su reemplazo, John Fernández, hasta entonces secretario general, tomó las riendas de la organización.
Desde entonces, en Restauración Nacional se ha emprendido un proceso de reestructuración y renovación. El partido, que Fernández define como “de centro”, defiende la libertad de mercado, “pero sin que eso signifique abuso”. Entre las intervenciones justificadas del Estado en la economía, señala el presidente, está el fortalecimiento de los derechos laborales.
En cuanto a los temas sociales, el partido actual mantiene una postura mayoritariamente conservadora: no apoyan el matrimonio entre personas del mismo sexo, aunque sí la unión civil para temas patrimoniales. Están en contra del aborto, pero, para casos de embarazos producto de violaciones, proponen un acompañamiento del Estado a la víctima, durante y después de la gestación.
¿Responde este tradicionalismo a una influencia evangélica en el partido? Fernández lo niega. “Este tema de los evangélicos es, más que nada, una leyenda urbana”, sostiene.
“Si bien es cierto que nace en un movimiento de personas cristianas evangélicas, en un momento se convierte en un movimiento abierto. El 60% de candidatos al Congreso en el 2006 no eran evangélicos. En las elecciones regionales y provinciales de ese mismo año, más del 80% de candidatos no eran evangélicos”, señala el presidente.
En el artículo 7 del estatuto de la organización avala la apertura de la militancia más allá de las preferencias religiosas: “podrán ser miembros afiliados de Restauración Nacional” todos los ciudadanos mayores de dieciocho años, sin discriminación de raza, sexo, credo o condición social (…)".
En el ideario del partido, encontrado en distintos planes de gobierno de candidatos regionales y municipales, sin embargo, el tinte religioso es innegable. Según se cuenta en el texto, la organización fue formada con “valores y principios de nuestra fe cristiana”, con el propósito de ser “un espacio donde los ciudadanos, con vocación de servicio a Dios y a la nación, puedan ser convocados, capacitados y llamados a cumplir una labor que sea realmente de bendición para nuestra patria”.
“La profunda crisis por la que atraviesa nuestro país, pero muy particularmente la crisis de valores, con la consecuente y aguda falta de credibilidad de la clase política y de las instituciones tutelares de la nación, hace urgente que todos los peruanos de buena voluntad aportemos los mejores dones y talentos que Dios nos ha dado y hagamos el mayor esfuerzo posible para participar, pero firmemente fundamentados en los principios morales y éticos de la eterna Palabra de Dios”, se lee en el primer párrafo del texto.
Fernández, sin embargo, asegura que, como parte de un proceso de renovación partidaria, el ideario está actualmente en revisión.
“Hemos designado una comisión que está evaluando el ideario, para darle una forma más moderna, más ágil, más fresca”, comenta.
Según el presidente del partido, los valores fundamentales en el Restauración Nacional de hoy en día son el respeto y la tolerancia “a todas las ideas, aunque sean contrarias a nuestro pensamiento”.
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De la Restauración a la Victoria
Que Restauración Nacional viene cocinando una transformación dentro del partido no es ningún secreto. De hecho, desde el año 2010, asegura Fernández, se busca un cambio de nombre y de símbolo, básicamente por la dificultad que existe para dibujar la espiga y de replicar el tono de su amarillo. Otro problema práctico ha sido mantener la autonomía del partido respecto de la imagen de Humberto Lay, luego de su renuncia a la presidencia en el 2019.
“La marca Humberto Lay siempre era más potente que la marca Restauración Nacional, y eso ha continuado después de su renuncia”, explica Fernández.
El año pasado, luego de la alianza del excongresista fujimorista Daniel Salaverry con la organización con miras a postular a la presidencia de la República, se acordó iniciar un proceso de reestructuración y relanzamiento del partido, que incluía el cambio de nombre a “Perú Firme”.
“Ya hay un acuerdo del Comité Ejecutivo Nacional para el cambio de nombre, ahora es el partido político Perú Firme, y es a través de este partido que nosotros estamos construyendo esta propuesta política de ancha base”, dijo Salaverry en ese entonces a El Comercio.
El paso del expresidente del Congreso por el partido de la espiga fue, sin embargo, corto. Con su renuncia en octubre del 2019, se fue también la nueva denominación.
En este momento el partido se encuentra a la espera de que el Registro de Organizaciones Políticas (ROP) acepte la solicitud de cambio de nombre y símbolo que han presentado recientemente. El nombre elegido es Victoria Nacional, que recuerda al distrito que Forsyth dirige.
¿Tendrá George Forsyth injerencia en un cambio de ideología del partido? Todo indica que sí. Según Fernández, en la organización decidieron proponerle la presidencia de la comisión política “para que sea el vocero y marque la línea política del partido”.
En el último día del plazo para renunciar a la alcaldía de La Victoria el exarquero de Alianza Lima confirmó que postulará a la presidencia en las elecciones venideras. Lo hará con un partido cuyo nuevo nombre se le parece -bastante- al distrito que, tanto en el fútbol como en la política, lo llevó a la fama.
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