Estratega y comunicador político español, Antonio Sola Reche ha asesorado diversas campañas electorales. Varias de ellas han sido exitosas, como las de Felipe Calderón en México, de Mariano Rajoy en España y de Juan Manuel Santos en Colombia. Estuvo hace pocos días en el Perú con motivo de la VIII Cumbre Mundial de Comunicación Política.
— ¿Qué nota le pondría a la estrategia de comunicación política del actual gobierno?
Un dos sobre diez.
— ¿Por qué?
La nota que le doy a este gobierno es tan baja porque es un absurdo lo que el presidente y su esposa como primera dama están haciendo. No hay comprensión absoluta de lo que ellos como gobierno han querido hacer con los peruanos. Con tan bajo nivel de aprobación, o estas gobernando muy mal y además comunicando mal, o estas gobernando bien pero comunicando muy mal.
— Normalmente el partido de gobierno que deja el poder pierde casi todo su capital político. Sucedió con Toledo en el 2006, con Alan García en el 2011 y ahora con Humala.
Gobernar es muy difícil. Desde el día 1, las cosas cambian. Cambia la gente, porque de repente empieza a tener poder; cambian los equipos y los problemas que enfrentas. Para evitar esta situación se tiene que fijar cuáles son las prioridades de gobierno en un mapa de ruta para los siguientes cinco años y comunicarlo bien. Pero lo más importante es tener durante el gobierno coherencia con lo que se dijo y prometió en campaña. Por ejemplo, Mariano Rajoy prometió que no iba a subir los impuestos. Llegó al poder, encontró otra cosa y los subió. Ahora es probable que pierda la elección.
— En el Perú se cree que se debe postular con propuestas de izquierda pero gobernar con la derecha. ¿Eso no es traicionar al elector?
No es lo mismo ser de izquierda o de derecha. Es muy difícil ser candidato de izquierda y gobernar como de derecha, o al revés. En política uno tiene que ser fiel con la identidad que les has trasladado a los ciudadanos en campaña. Sin embargo, existe una doble moral a la hora de hablar. Los candidatos dicen una cosa pero hacen otra y eso es un claro problema de la comunicación. Los ciudadanos no son tontos y al final comprenden qué es lo que está pasando y terminas con un gobierno como este, con menos del 15% de aprobación.
— ¿Cómo se debe plantear una campaña de manera que no comprometa el futuro político del candidato que llegue a gobernar?
El problema de la mayoría de los gobiernos latinoamericanos es que quieren trasladar una imagen específica, pero en realidad tienen una identidad totalmente distinta. La imagen es lo que se ve, pero tu identidad es lo que representas. En una campaña electoral tienes que empatar lo que tú y tus valores como candidato representan con los valores de la ciudadanía.
— ¿Cómo se debe hacer para no mentirle al elector durante una campaña electoral?
A veces la verdad cruda no te va a ayudar a ganar una campaña electoral. Yo siempre digo que la verdad hay que decirla, pero no toda y de golpe. Se puede administrar la verdad. Y eso puede ayudar en una campaña electoral. Eso no es ocultar las cosas.
— ¿Qué debe hacer un candidato para que sean las propuestas serias y no el populismo lo que marque la pauta de su campaña electoral?
Si como candidato mi eje de campaña es proponer cosas sensatas y tengo en frente a un candidato populista lo tengo que atacar. Eso es legítimo, y soy partidario de eso. Es lo que le hizo Alan García a Ollanta Humala en el 2006. Las campañas de contraste ayudan a mejorar la democracia.
— Usted se caracteriza por asesorar campañas de candidatos de derecha. ¿A qué candidato actual le gustaría asesorar y a cuál descartaría?
Bueno, es una pregunta muy complicada porque estoy conversando con varios candidatos en este momento y lastimaría el proceso en el que me encuentro. Yo vengo de una familia socialista en España y me identifico con algunas cosas del socialismo moderno, no del socialismo chillón y mentiroso chavista, por ejemplo. Pero desde luego me identifico mucho con la lógica de la centroderecha. Me voy a sentar con las personas acá en el Perú y vamos a tomar una decisión.
— ¿Cómo elige a qué candidato asesorar en relación con su ideología?
Me siento muy cómodo en una campaña con un peronista disidente de centroizquierda, como en Argentina, o me puedo sentir muy cómodo con un candidato de centroderecha, como es [Mariano] Rajoy en España, o [Juan Manuel] Santos en Colombia. Pero más importante es la potencia del liderazgo de una persona que la propia ideología. Estoy convencido de que en los próximos años la potencia de las personas va a superar la potencia de las ideologías.
— ¿Keiko Fujimori debe desligarse del legado de su padre?
Los pecados de nuestros padres no son nuestros pecados. Creo que ella debe ser valiente y tomar una decisión muy clara de decir que ella no tuvo nada que ver. Ella tiene una amplia base del fujimorismo que la apoya, pero para ganar tiene que correr al centro y explicar que va a gobernar para todos los peruanos.
— Pero aún no se desvincula de la facción del fujimorismo cercana a su padre.
Pues lo va a tener que hacer. Si Keiko quiere ganar lo va a tener que hacer.
— ¿Considera que la edad le juega en contra a Pedro Pablo Kuczynski?
Salvo una enfermedad, creo que no hay límite [de edad] para gobernar. Si la cabeza la tiene bien y explica bien a la población lo que quiere hacer, no hay problema.
MÁS EN POLÍTICA...
"Enemigos íntimos", la columna de Diana Seminario (@Dianasemi) ► https://t.co/Q5ge9nk2vH pic.twitter.com/vMq6hID33N
— Política El Comercio (@Politica_ECpe) diciembre 7, 2015