La noche del miércoles, Raúl Diez Canseco publicó un video en el que desistía de ser precandidato a la presidencia por Acción Popular. “He tomado la decisión de no continuar en la carrera a la candidatura de la presidencia de la República de nuestro querido Perú. Ha sido una decisión muy difícil, pero muy meditada”, señaló en sus redes sociales.
El argumento que ha señalado en público es que en el partido no hay unidad. La decisión de retirarse sorprendió a la prensa y al público general, pues Diez Canseco había sido el único líder del partido que había mostrado una abierta intención de ser el candidato del viejo partido de la lampa a las elecciones del 2021. Pero al interior de la agrupación esta decisión ya se venía anunciando en los últimos días.
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Pero no es la única que estaba en duda. Fuentes de dicho partido habían señalado que Alfredo Barnechea también desistiría de participar, pero que tomaría su decisión hoy jueves por la tarde, antes del cierre de inscripciones en el partido que culmina a las 12 de la noche. Al final, al mediodía, fuentes de El Comercio indicaron que sí competirá en las internas.
#LoÚltimo Ya es confirmado que Alfredo Barnechea se va a inscribir como precandidato presidencial de Acción Popular. En las últimas horas hubo bastante tensión porque se dudaba de que se inscriba, y se voceó a otros competidores contra Lescano.@Politica_ECpe
— 📰 Jonathan Castro (@jsudaka) October 15, 2020
Si Barnechea hubiera dejado de participar, al igual que Diez Canseco no representaba un tema menor: hace meses las internas en Acción Popular se vienen organizando en función a una contienda entre ambos líderes –o una posible alianza entre ellos– y Yonhy Lescano.
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La semana pasada, luego de la celebración del nacimiento del expresidente Fernando Belaunde, se esperaba que Barnechea anuncie su lanzamiento. De cierta forma lo hizo: a través de un video en sus redes dijo que “en el 2021 el Perú necesita un gobierno de concentración nacional, de unidad nacional, y AP va a participar de esa contienda y AP contará, como en el 2016, con mi aporte y mi colaboración en esa pelea”.
El principal motivo por el cual dos de sus principales líderes tirarían la toalla es el plenario nacional del partido que se celebró el sábado.
Las dos decisiones más importantes que se tomaron quedaron ahogadas en medio del escándalo que se generó por un grupo de congresistas que intentan postular a la reelección pese a que la Constitución lo prohíbe. Estas fueron: que los candidatos a la presidencia y vicepresidencias tengan más de cinco años de antigüedad en el partido, y eliminar la posibilidad de llevar invitados en la lista al Congreso.
Si bien Barnechea y Diez Canseco superan largamente los cinco años de militancia exigidos, ambos pensaban sumar gente nueva en el partido a la plancha presidencial. La norma electoral aprobada en el Parlamento solo exigía seis meses de afiliación para poder postular, pero dejaba abierta la posibilidad a que cada partido establezca barreras más altas.
La propuesta inicial que se había planteado en el plenario era incluso más restrictiva: también iban a solicitar que los candidatos al Congreso tuvieran al menos cuatro años de militancia. Pero en el debate el requisito se redujo a un año.
¿Cuál es el origen de este primer problema? En el partido hay una preocupación seria por las “vacas descarriadas”, aquellos representantes que se afilian pero mantienen actitudes individuales o por fuera de su tradición. El ejemplo que ponen las fuentes es el mismo: el congresista Orlando Arapa.
Pero Acción Popular afronta un problema concreto por el que ese requisito hubiera complicado más su situación: el padrón de afiliados estuvo cerrado entre diciembre del 2015 y junio del 2019. Por ello, no se podía tomar una decisión intermedia de exigir entre dos y tres años de militancia, tal como se dejó sentado en el debate del sábado.
El problema mayor
El segundo tema ha generado mayor malestar aún. En el plenario que definió las reglas de los candidatos para el Congreso complementario del 2020 se decidió que no llevarían invitados en las listas, bajo el argumento de que los militantes habían sido relegados en los últimos años.
En ese momento, los dirigentes del partido se mostraron a favor de esta decisión. Pero el momento era diferente al actual: el partido había salido golpeado por el cierre del Parlamento y lo que venía era un periodo complementario de corta duración. Aún no habían saboreado el triunfo electoral de enero ni masticado las críticas contra la presidencia del Congreso y la actual bancada.
En cambio, la propuesta que se preparó para el plenario del sábado restituía la posibilidad de poder invitar –'designar' es el término usado legalmente– hasta al 20% de los candidatos al Congreso. Pero esta iniciativa fue rechazada por la mayoría de asistentes.
Lescano fue el primero en oponerse en el debate. “Al partido hay que fortalecerlo con sus propias fuerzas como ya lo hemos hecho con este Congreso, veinticinco parlamentarios que son todos afiliados”, dijo. Para él podían prescindir de los famosos que declaren ante los medios.
El vocero alterno de la bancada, Ricardo Burga, argumentó en la misma dirección. Recordó que ya tuvieron malas experiencias con los invitados, como la ministra Rosario Sasieta y el excandidato a la alcaldía de Lima Gonzalo Alegría, quienes se alejaron de la agrupación.
Poco importó los argumentos que, antes de su intervención, habían pronunciado el alcalde de Jesús María, Jorge Quintana, en favor de sumar gente de prestigio; Víctor Andrés García Belaunde, de dejarle cierto margen de elección al candidato presidencial; ni las que hicieran después Edmundo del Águila padre, a favor de incorporar profesionales destacados como algún economista, ni las que plantearon otros sobre problemas más concretos como las dificultades para alcanzar paridad en algunas regiones.
Los que bloquearon a los invitados fueron líderes del ala izquierdista, de algunas regiones y un sector de los actuales congresistas. Entre estos estuvieron Lescano, el presidente Mesías Guevara, la vicepresidenta Bertha Arroyo, y los legisladores Burga, Wilmer Bajonero, Rolando Campos, Yessy Fabián, Antony Novoa, Juan Oyola, Rosario Paredes, Luis Roel, Luis Simeón, Hans Troyes, Jorge Vásquez, entre otros dirigentes.
“La reacción de Alfredo y de Raúl fue decir: qué estamos haciendo, estamos locos, estamos cerrando el partido. Aquí tenemos que hacer una amplia convocatoria porque quienquiera que gane las próximas elecciones no lo va a poder resolver solo”, dice una fuente del partido.
Lescano está buscando a militantes del partido para armar su equipo. Pero Diez Canseco y Barnechea ya habían pensado en algunos nombres de invitados, entre ellos, el exarquero Francisco Bazán, quien es cercano al partido pero no figura como militante en el Registro de Organizaciones Políticas.
“La hora de Vitocho”
Un artículo compartido en las redes internas del partido con este titular, escrito por Edmundo del Águila padre, fue el disparador para que el bloque de centro derecha se anime a impulsar la candidatura de Víctor Andrés García Belaunde. El texto fue un desagravio frente a las acusaciones que se le han hecho al excongresista.
“Lo más fácil era tildarlo de ‘fujimorista’ porque muchas de sus denuncias contra el gobierno de PPK y de Vizcarra coincidían con las acusaciones que realizaban algunos miembros de la bancada fujimorista. Lo que en el fondo buscaban era obligarlo a mantener un silencio cómplice”, escribió Del Águila.
García Belaunde confirmó, en conversación con este Diario, que ha recibido la invitación para postular a la presidencia y que la ha aceptado. “He dicho mucho gusto, no rehuyo a la competición electoral partidaria”, dice. Pero aún dependerá de ver a quiénes pueda llevar en la plancha presidencial.
Entre las opciones están Edmundo del Águila hijo, Celia Quispe, Carmen Aguilar, Jorge Zapata, Armando Villanueva, Miguel Román, Maricarmen Alva, Cristina Tinoco, entre otros. El reto es incluir militantes que les permita jalar el voto regional y a la vez no fraccionar más el partido.
El problema para García Belaunde es Yonhy Lescano. Antes de la disolución del Parlamento la relación ya era tensa, y después Lescano lo ha tildado de fujimorista en varias ocasiones. Un enfrentamiento entre ambos volvería a poner el dedo en esa llaga. A eso apuntaba el artículo escrito por Del Águila padre.
La otra opción para encabezar la plancha presidencial es Edmundo del Águila hijo. En las redes del partido se han difundido varias imágenes en las que levantan su figura.
Pero el liderazgo de los Del Águila en el partido es cuestionado, pues tienen muchas rencillas. Una de las más graves es con Barnechea. Fuentes del partido han indicado que, dada su cercanía a Diez Canseco, estos influyeron para que no se produzca un diálogo con Barnechea.
Fuentes cercanas a Diez Canseco indican que los Del Águila no influyeron, pero es cierto que este no conversó con Barnechea. La distancia entre ambos –causada por la larga permanencia en el extranjero de Barnechea y la pandemia– no se pudo acortar.
La única vez en la que conversaron fue para firmar un pronunciamiento conjunto crítico contra las actitudes populistas de la bancada. Pero este contó con la férrea oposición de Del Águila padre.
Las horas que vienen serán decisivas para saber si Barnechea se anima a postular en esta situación adversa, o si García Belaunde o Del Águila recogen el respaldo suficiente para ser los adversarios de Lescano en las internas.
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