El ADN político: La educación del elector peruano

La educación es uno de los principales pilares del desarrollo económico de los países. Por ello, uno de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas es lograr la enseñanza primaria universal.

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Y si bien este es el primer paso, tanto la educación superior técnica como la universitaria son cruciales para que una economía sea impulsada por su eficiencia y no solo por su materia prima, como se explica en el Reporte de Competitividad Global 2015-2016 del Foro Económico Mundial.

Un mayor acceso a la educación no es solo sinónimo de mayores y mejores oportunidades laborales, sino también de decisiones más informadas y fundamentadas.

Para analizar cómo el nivel de educativo se relaciona con la intención de voto en las elecciones generales 2016, tomamos los datos de la última encuesta nacional urbano-rural de El Comercio-Ipsos, cuyo trabajo de campo se realizó entre el 12 y el 14 de enero último.

Los candidatos presidenciales Keiko Fujimori (Fuerza Popular) y César Acuña (Alianza para el Progreso del Perú) tienen electores con perfiles parecidos, al menos en cuanto al nivel de preparación académica se refiere.

Según la encuesta, el 72% de los electores de Keiko Fujimori no tiene educación universitaria ni educación técnica completa. La proporción de votantes de César Acuña que comparten esta característica es del 62%.

La cara opuesta de la moneda parece estar representada por los candidatos Pedro Pablo Kuczynski (Peruanos por Kambio) y Julio Guzmán (Todos por el Perú).

El 38% de los votantes del ex ministro de Economía y Finanzas ha tenido educación universitaria o de posgrado.

En el caso de Guzmán, el 58% de sus electores tiene educación universitaria (completa o incompleta) y un 1% ha tenido posgrado.

En medio de estos extremos, vemos que Alan García (Alianza Popular) tiene una distribución más homogénea en cuanto a nivel de preparación académica.

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