El pasado 8 de setiembre, la vicepresidenta de la República, Marisol Espinoza, renunció al Partido Nacionalista a través de una carta dirigida al vocero del oficialismo en el Congreso, Hugo Carrillo, que fue difundida a la prensa.
Sin embargo, la agrupación demandó el 23 de octubre a Espinoza ante el Poder Judicial porque esa carta, para el partido, sería falsa, según informó en la víspera “Perú 21”. De ser así, ella estaría impedida de postular por otra agrupación política.
Sin embargo, Natale Amprino, abogado de Espinoza, sostuvo ayer que la carta de renuncia y el cargo, que fue entregado en la sede de la agrupación, son auténticos e inclusive fueron legalizados en una notaría de Lima.
“Lo que está haciendo el partido no tiene sentido jurídico, se busca inclusive que Marisol Espinoza pague una indemnización. La carta de renuncia fue presentada al Jurado Nacional de Elecciones y le entregaron un certificado donde se le reconoce que ya no milita en el nacionalismo desde el 8 de setiembre”, precisó Amprimo.
En la agrupación, sin embargo, tienen otra versión de los hechos. Carlos Ramos, presidente del Comité Electoral del Partido Nacionalista, señaló ayer que el pasado 8 de setiembre el asesor de Espinoza, Luis Loja, presentó la carta de renuncia al partido y le dieron un cargo, pero media hora después regresó y dijo que la vicepresidenta se había arrepentido de renunciar.
“Como se arrepintió, tuvimos que romper la carta y también el cargo. Por lo tanto, ella no renunció nunca. Si ella ha mostrado otra carta a la prensa, tendrá que evaluarse su autenticidad”, acotó Ramos.
Desde Piura, la vicepresidenta, quien está a cargo del despacho presidencial, sostuvo a la prensa que en los próximos días se pronunciará oficialmente sobre el tema.