Elecciones 2021: Hernando de Soto se debate entre el apoyo de grupos etnocaceristas y la distancia con Antauro Humala

“[Son] muchas bases del llamado etnocacerismo. Nosotros, como recorremos el Perú, nos encontramos con sus dirigentes y ellos dicen que Hernando de Soto es la mejor alternativa para esta crisis que estamos pasando. No solo ellos. Hay otras organizaciones sociales y gremiales que últimamente se han adherido”, dijo a El Comercio.

Cenas aseguró que “ideológicamente” no tienen relación con los grupos etnocaceristas, “sino más bien pragmáticamente”.

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El presidente y fundador de Avanza País afirmó que no han dialogado con el líder del etnocacerismo, Antauro Humala, cuya agrupación, el Frente Patriótico Peruano, apoya formalmente al partido Unión por el Perú (UPP) en las elecciones generales.

“No ha habido ninguna conversación con él. Nosotros somos respetuosos de los planteamientos de Antauro; sin embargo, hay muchos actores sociales que al parecer coinciden con él y se han plegado a nuestra propuesta”, dijo.

El segundo postulante a la vicepresidencia por Avanza País, Jaime Salomón, añadió a este Diario que “lo que estamos viendo en todo el país, sin hablar de ideologías, es que mucha gente está apoyando la visión de Hernando de Soto para cambiar el país, sin pensar en colores políticos. No diría que son de un movimiento u otro. Creo que son individuos que quieren un cambio en el Perú”.

Agregó que “hay que ser conscientes que para gobernar necesitamos unir”.

En tanto, De Soto aseguró la semana pasada, durante el debate presidencial organizado por el Jurado Nacional de Elecciones, que Antauro Humala había declarado a su favor.

El candidato se dirigió a Ollanta Humala (Partido Nacionalista Peruano) y le dijo: “Lo único que me falta es ganar su corazón, porque su hermano Antauro ha declarado a favor de nosotros y su papá también, solamente falta usted”.

Vínculos

Avanza País postula al Congreso a la abogada Regina Vargas Arias, quien fue representante y personera legal del Movimiento Etnocacerista Regional del Cusco entre el 2010 y el 2011.

Vargas aseguró a El Comercio que “muchos etnocaceristas están apoyando a De Soto en todo el Perú”.

“Para el etnocacerismo, De Soto es un profesional brillante. Desde las canteras del etnocacerismo se le tiene gran admiración y respeto”, añadió.

La postulante al Congreso dijo que De Soto “cuenta con la admiración” de Antauro Humala, a quien considera un “preso de la corrupción”.

Antauro Humala cumple una condena de 19 años de prisión por el ‘Andahuaylazo’. Su abogada, Carmen Huidobro, negó a este Diario que él haya emitido un pronunciamiento a favor de De Soto, como circuló ayer en redes sociales.

“Ese pronunciamiento es falso. Él nunca escribiría sobre una servilleta para dirigirse a sus bases, al Frente Patriótico. Nosotros tenemos una alianza con Unión con el Perú”, dijo.

Mientras tanto, De Soto arrancó ayer con sus últimas actividades de campaña, con una caravana en Villa El Salvador.

Punto de vista

Antauro Humala y la casa de los espejos

Por Ricardo León, editor de la sección Nacional

Antauro Humala confiaba en que saldría de prisión a tiempo para postular, pero no sucedió –la condena de 19 años termina en el 2024– porque los recursos legales para obtener su libertad fueron rechazados. Allí comenzaron los problemas para él, figura visible pero ausente de las múltiples variantes del etnocacerismo.

Desde Piedras Gordas, se alió con José Vega (Unión por el Perú), y este hizo una jugada arriesgada: retiró a varios integrantes del círculo de confianza de Humala de las listas congresales, pero mantuvo a Ina Andrade, su esposa, como candidata a vicepresidenta. Los dividió. Ahora hay fieles seguidores del protagonista del violento ‘andahuaylazo’ que se identifican con él, pero reniegan de Vega y de UPP, lo que a su vez socava las posibilidades de ser una fuerza política respetable en el ciclo que viene.

En medio de este limbo, exreservistas dispersos en el país han desempolvado sus camisetas y sus carteles y, usando la imagen de su líder, han llevado su supuesto apoyo primero a Rafael López Aliaga y después a Hernando de Soto.

Así, en un curioso juego de ambigüedades, el llamado etnocacerismo parece ser omnipresente, pero no está en ninguna parte.

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