Mientras los candidatos presidenciales van agilizando el paso de sus campañas rumbo a las elecciones del 11 de abril, la más reciente encuesta de El Comercio-Ipsos permite conocer cómo se distribuyen las simpatías a nivel nacional, por ejemplo, entre los postulantes de partidos de izquierda. Solo dentro de este espectro político, la excongresista Verónika Mendoza (Juntos por el Perú) lidera las preferencias, pero la disputa de votos es principalmente con el exmandatario Ollanta Humala (Partido Nacionalista).
Parte del estudio, precisamente, da cuenta de que la mayoría de aspirantes presidenciales con mejor intención de voto son ubicados como de centroderecha por quienes conocen el uso de los términos ‘izquierda’ y ‘derecha’ en la política. Aunque estos son el 24% de los entrevistados, se trata de calificativos que se suelen escuchar a diario en los discursos y señalamientos de los políticos.
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Según el sondeo, Mendoza es percibida como la única candidata netamente de izquierda; mientras que Humala es ubicado como de centroizquierda. Los resultados no mencionan a otros candidatos de partidos vinculados a dicho sector, como Pedro Castillo (Perú Libre), Marco Arana (Frente Amplio) o Andrés Alcántara (Democracia Directa).
Además, mientras Mendoza empata en el tercer lugar de intención de voto con Julio Guzmán, con 7%, Humala comparte la octava casilla con 4% de respaldo, al igual que César Acuña (Alianza para el Progreso) y Daniel Salaverry (Somos Perú). Por su parte, Castillo y Vega —quien tiene presencia en el Congreso con su partido— no pasan del 1%; y, por otro lado, el exparlamentario Arana y Alcántara aparecen en el rubro ‘otros’.
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Si bien la encuesta da ese panorama, para el politólogo Fernando Tuesta, “un perfil un poco más claro es el de Verónika Mendoza”. En el caso de Humala, apunta que aunque llegó al poder en el 2016 con una alianza de organizaciones de izquierda —incluyendo al Partido Socialista y el Partido Comunista Peruano—, luego perdió el vínculo con aquellas.
“En el espectro, [Humala] podría ubicarse en la izquierda. Pero para empezar, tiene un gran rechazo. No creo que le dispute votos de izquierda a Verónika Mendoza, los que podrían competirle son Marco Arana, que está muy por debajo, o Pedro Castillo, que está más abajo todavía. Verónika Mendoza ha logrado ubicarse como la candidata de izquierda”, sentencia el exjefe de la ONPE en diálogo con El Comercio.
El analista político Gonzalo Banda sostiene que si bien Humala enarboló en su momento la bandera de la izquierda, hoy es “un candidato con algunas simpatías por la izquierda”. Ello porque considera que su gobierno fue uno “institucionalmente de centro o centroderecha con algunos matices en programas sociales”.
Respecto de Mendoza, cree que ella “se intenta ubicar un poco más al centro”. “En el 2016, Verónika Mendoza era una candidata que transmitía aplomo, seguridad. Ahora ves a una Mendoza que quiere conquistar el voto de Lima. Va a ser un poco difícil que pase a segunda vuelta si sigue en la agenda política limeña, donde los temas centrales son si se va a cambiar o no a la Constitución, si se va a proteger o no la estabilidad monetarias. Y los candidatos que aparecen en el sur liderando son aquellos que no le hacen caso a esa agenda y tienen sus propios discursos”, indica.
Autopercepciones
Anahí Durand, coordinadora del plan de gobierno de Juntos por el Perú y persona del entorno de confianza de Verónika Mendoza, afirma que hay “pros y contras” en la identificación de una candidatura como de izquierda.
“Te asegura un determinado voto, pero también te puede cerrar algunas puertas. Ahí también hay un juego de la derecha de arrinconar y de asociar a nuestra propuesta solo con la izquierda. Nosotros no somos una propuesta solo de izquierda, es mucho más amplio. Pero levantamos banderas que las reconocen regiones del sur contra el centralismo, contra el mal manejo de los recursos naturales. Va mucho más allá del target ideológico, va con demandas concretas de calidad de vida y bienestar de la gente”, asevera.
En todo caso, Durand calificó a Mendoza como “la candidata de los sectores populares, del cambio y del Perú del bicentenario”.
Alberto Otárola, candidato a la segunda vicepresidencia por el Partido Nacionalista, atribuye también a Humala Tasso ser el candidato de los sectores populares, aunque señala que el reto es crecer en las simpatías de otros frentes.
“Nuestro principal rival, en estos momentos, es el conglomerado de derechas. El 80% o 90% del espectro político está a la derecha. Nosotros estamos en el centroizquierda, esa es nuestra ubicación. Pero también tenemos cómo crecer hacia los sectores medios, porque hemos gobernado también para ellos. Hemos reducido la pobreza, hubo mucha inversión en educación”, dice el exministro y ratifica que Mendoza representa a una izquierda conservadora.
Antecedentes: el sur, un bastión clave
El voto del sur, precisamente, ha dejado huella en recientes campañas electorales de candidatos percibidos de izquierda.
En las elecciones presidenciales del 2016, Verónika Mendoza —quien entonces postuló con el Frente Amplio— quedó en tercer lugar con 18,74% (2′874.940 votos), para lo que tuvo un bastión clave: fue la candidata más votada en la mayoría de regiones del sur del país, como Cusco, Puno, Apurímac, Moquegua y Tacna. Ello no le bastó, sin embargo, para pasar a segunda vuelta. Además, hubo otro candidato de izquierda en competencia, Gregorio Santos (Democracia Directa), quien alcanzó 4%, fue el más votado en Cajamarca —donde fue gobernador regional— y se quedó a poco de pasar la valla para tener representantes en el Parlamento.
“Gregorio Santos, en el 2016, le restó votos a Verónika Mendoza”, acota Tuesta.
En Arequipa salió airoso Pedro Pablo Kuczynski (Peruanos por el Kambio); en Madre de Dios, Keiko Fujimori (Fuerza Popular). Esta será la segunda participación de Mendoza en comicios generales.
En cuanto a Ollanta Humala, obtuvo el primer lugar en la primera vuelta de las elecciones del 2011. Un boletín del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) destacó: “La organización política Gana Perú alcanzó la mayoría de votos en 16 de las 25 circunscripciones, así como en 120 de las 195 provincias del país, siendo el caso más representativo la Región Puno, circunscripción en donde no solo se registró el más alto porcentaje de votos válidos a favor de la candidatura presidencial (62,71%) sino que el triunfo de esta organización fue unánime en todos los distritos que conforman la mencionada localidad”. En la segunda vuelta, consolidó su aceptación en el sur y ganó en la mayoría de regiones obteniendo la victoria electoral.
Pero ya en el 2006, Humala Tasso había acumulado un capital político en el sur. En los comicios generales de aquel año, encabezó la primera vuelta obteniendo mayor votación en 18 distritos electorales, incluyendo en todas las regiones del sur: Arequipa, Cusco, Puno, Apurímac, Madre de Dios, Moquegua y Tacna.
“En el sur está el voto clave, es histórico. El problema de Verónika Mendoza es Lima”, opina Tuesta.
Gonzalo Banda arguye que más que con la izquierda, el votante del sur tiene una identidad regionalista y que busca un reconocimiento. Añade que dicha zona se caracteriza actualmente por un “ánimo antipolítico, ningún político de la clase política tradicional tiene el apoyo del votante del sur”.
“El sur no te da la cantidad de votos para pasar a segunda vuelta, pero tiende a ser la zona que identifica más rápidamente las principales demandas de la ciudadanía contra el sistema político […] No necesariamente tiene una importancia en cuanto a los votos, que los tiene, pero como ánimo político tiene una importancia más grande”, añade poniendo como ejemplo los recientes casos de Mendoza, Humala e incluso de Alejandro Toledo en el 2001.
Afirma también que, más que izquierdas o derechas, las aspiraciones ciudadanas buscan diferenciar hoy entre políticos tradicionales y nuevos políticos, o personas vinculadas a la corrupción frente a otras que la combaten.
La competencia y distribución de simpatías
El panorama hoy, sin embargo, no vislumbra preferencias hacia candidatos de izquierda en el sur del Perú, aunque bien podría concentrarse ahí la disputa entre Mendoza y Humala. Tampoco en el interior del país en el promedio general, ni en los niveles socioeconómicos más populares.
En las regiones sureñas, el liderazgo es encabezado por George Forsyth (Victoria Nacional) y luego por Yonhy Lescano (Acción Popular), candidatos identificados, respectivamente, como de centro derecha y de centro.
Sin embargo, a nivel rural, Mendoza se ubica en primer lugar y Humala, en segundo.
La candidata de Juntos por el Perú ha recorrido recientemente Cusco —su región natal— y Apurímac. Este último fin de semana estuvo en Huamanga y Huanta, en la región Ayacucho. “Estamos en constante monitoreo, depende mucho de la pandemia”, aclara Durand consultada sobre los próximos destinos.
Por su parte, el expresidente Humala alista una gira por Cusco, Arequipa, Moquegua y Tacna para las siguientes semanas, según ha adelantado Alberto Otárola, quien cree que el partido tiene un “sólido sur”.
¿Pero por qué si Mendoza y Humala son reconocidos, de algún modo, como los principales candidatos de izquierda no lideran actualmente las preferencias en el sur?
“No han conseguido desprenderse de sus sombras políticas. Humala tiene un altísimo antivoto. Y en el sur no se le perdonan promesas, fue elegido con un programa casi revolucionario y cuando fue gobierno lo puso en un mostrador y no lo implementó nunca. Y a eso se agregan los escándalos de corrupción”, señala Banda. Sobre Mendoza, percibe que “sus asesores le han dicho que si quiere ganar, tiene que moderarse un poco”.
Agrega que si Forsyth y Lescano lideran, por el momento, los votos en el sur es porque “no le hacen caso a esa agenda programática limeña”. En el caso de primero, encuentra un “discurso antipolítico”, pues “cada vez que puede le pega a los políticos”.
“Lescano mezcla populismo, promesas de intervenir en las grandes empresas, bancos, AFP. Al elector del sur le representa un combo seductor, ha calificado duramente al fujimorismo y al aprismo. Si escuchas un candidato antiaprista y antifujimorista con propuestas populistas o ciertas propuestas de modificar algunas cosas del sistema, el elector del sur entra en sintonía rápidamente”, explica también Banda.
A juicio de Tuesta, si por un lado Lescano es de una región sureña como Puno y ha logrado tener un “discurso de izquierda dentro de Acción Popular”, “Verónika Mendoza tiene en su contra estar en una agrupación casi desconocida”.
Pero advierte que no necesariamente las personas que simpatizan con la izquierda votan directamente por candidatos de este espectro. Por tanto, concluye: “Lo importante es tener una votación pareja, un mínimo parejo a nivel nacional. Lo que se necesita no es tener votos, sino escaños. No necesariamente uno lleva al otro. Lo importante es conseguir representación en todo lugar”.
‘VOTA POR MÍ’
Aunque cada agrupación busca diferenciarse de cara a la obtención del voto, lo cierto es que tienen algunas propuestas en común, como la conformación de una asamblea constituyente para la elaboración de una nueva Constitución. Comparten, además, junto a todos los partidos en contienda, el hecho de tener entre sus candidatos al Congreso a personas con sentencias por procesos penales y civiles.
En el caso del Partido Nacionalista, como reporta el especial publicado por este Diario, son 13 los candidatos con sentencias. Por Juntos por el Perú, 7. Uno de estos es Cesar Copa Tijutani, quien estuvo 15 años en el penal de Piedras Gordas por el delito de rebelión, a causa del asalto a la comisaría de Andahuaylas —conocido como ‘andahuaylazo’— en el 2005, motín que estuvo encabezado por el hoy encarcelado Antauro Humala, hermano del expresidente y líder del nacionalismo Ollanta Humala.
Ollanta Humala no fue incluido en el proceso penal y ha marcado distancia de su hermano, mientras que desde Juntos por el Perú, su presidente Roberto Sánchez Palomino señaló que Copa no participó directamente en los asesinatos de policías y no tiene vínculo con Antauro Humala.
El Comercio le consultó representantes de Juntos por el Perú y el Partido Nacionalista Peruano por qué un simpatizante de dicha tendencia tendría que votar por sus símbolos y no por otros el 11 de abril. También participa Marco Arana, candidato presidencial del Frente Amplio. Este último es también un partido de izquierda, por el que incluso Verónika Mendoza postuló en el 2016 y que logró escaños en el Congreso en los comicios de ese año y en los del 2020.
Anahí Durand: “Humala llegó con la gran transformación y terminó con la gran continuidad”
Coordinadora de plan de Gobierno de Verónika Mendoza (Juntos por el Perú)
Nosotros no estamos disputando solamente el voto de la izquierda, queremos el voto de todos los peruanos y peruanas. Para ganar necesitamos un proyecto para el país, no para un sector ideológico. Sí consideramos que hay espacio y es importante que este proyecto de país incluya a quienes se consideran de izquierda, progresistas.
Y qué nos define en torno a eso: la propuesta de una nueva Constitución; un Estado que redistribuya, regule, tenga un rol mucho más activo, que garantice derechos. Ahí es donde está la diferencia de Juntos por el Perú. Buscamos trabajar desde necesidades concretas y con propuestas concretas.
Eso nos diferencia de Ollanta Humala, que no gobernó para los sectores populares necesariamente, siguió la misma línea que Alan García, Alejandro Toledo, PPK. Por eso tiene tanto antivoto. La gente recuerda que su gobierno fue una estafa: llegó con la gran transformación y terminó con la gran continuidad. Hay otras opciones más pequeñas, como Perú Libre, que respetamos y consideramos deben sumar a la propuesta de Nuevo Perú.
Alberto Otárola: “No vemos diferencia entre Mendoza y las izquierdas de los ochenta”
Candidato a la segunda vicepresidencia en la plancha de Ollanta Humala (Partido Nacionalista)
La diferencia es clara y sencilla: el manejo responsable de la economía del país. Siempre hemos afirmado la opción preferencial por los más pobres a través de los programas sociales, pero nunca hemos dejado de tener una idea clara sobre las libertades económicas. Creemos en una economía social de mercado, definida por la equidad social. Creemos firmemente en la inversión de las empresas, las asociaciones público-privadas, concesiones donde se deban hacer. Se tiene que mejorar el capítulo económico de la Constitución. Debe establecer claramente el derecho del consumidor a tener acceso a un buen precio, producto y alta competitividad. El Partido Nacionalista está en contra de los monopolios.
Tenemos experiencia de gobierno, tenemos resultados concretos en el manejo de la macroeconomía. Yo no me imagino a la señora Verónika Mendoza manejando el marco macroeconómico multianual, priorizando los presupuestos o manejando la gran economía que es muy compleja.
No vemos ninguna diferencia entre la candidatura de la señora Mendoza y la de las izquierdas de los ochenta, y lo decimos con mucho respeto. No basta ser de izquierda, hay que tener un discurso para todo el país. Y eso es lo que ha hecho Ollanta Humala en el gobierno pasado y es lo que vamos a hacer en el futuro gobierno.
Marco Arana: “Frente a la corrupción no podemos tener doble rasero”
Candidato presidencial del Frente Amplio
Estamos afirmando lo que es nuestra identidad más profunda y que nos diferencia de otras propuestas de izquierda. Somos una izquierda ecologista, que afirma la necesidad de un cambio de política económica y de la Constitución para garantizar derechos de la tierra.
Afirmamos la necesidad de reconocimiento del estado plurinacional, para el reconocimiento de los pueblos originarios: quechuas, aymaras, amazónicos, ciudadanos afrodescendientes con su propia representación proporcional en el Congreso. En el sur se concentran la mayor parte de pueblos quechuas y aymaras.
Frente a la corrupción no podemos tener doble rasero. No haríamos alianzas con líderes de izquierda condenados por corrupción. Por ejemplo, Yehude Simon, vinculado al Caso Odebrecht y premier del gobierno de Alan García; Perú Libre y la sentencia que tiene Vladimir Cerrón; o los esfuerzos y cercanías que tenía Verónika Mendoza. ¿El antaurismo es de izquierda? El etnocacerismo antaurista es lo más desfasado en términos de tener una propuesta ultraconservadora, fascista, étnica, lo más desfasado que hay después de Sendero Luminoso como propuesta ideológica en el Perú.
Andrés Alcántara: “¿Cuál es la diferencia de Ollanta Humala y Verónika Mendoza?”
Candidato presidencial de Democracia Directa
Nosotros tenemos la propuesta de construir una nueva república de democracia total, la democracia directa como sistema de gobierno y el sistema representativo que tenemos que reformarlo. Ello implica una reforma total de la Constitución, para que el pueblo participe en la vida política del país decidiendo sobre políticas de Estado a través de leyes, ordenanzas regionales o municipales. Nuestra propuesta no tiene que ver con la de otros partidos.
La primera diferencia es quién va a redactar la nueva Constitución, nosotros creemos que el pueblo, no una asamblea constituyente, no los mismos de siempre. Con un procedimiento tan largo, no se cambiaría nada. Nosotros estamos consensuando un texto, se presenta al Jurado Nacional de Elecciones con dos millones de firmas y el jurado señala la fecha del referéndum. Y aprobamos el nuevo texto, es más corto. Nosotros promovemos el cambio en el país no porque seamos de izquierda o de derecha. El derecho de propiedad se tiene que respetar. Nosotros hemos peleado por el derecho de propiedad de los fonavistas.
¿Cuál es la diferencia entre [Ollanta] Humala y la señora Verónika Mendoza, si han trabajado juntos? Una parte vota por Humala y la otra por ella. Nosotros estábamos tratando de hacer la suma de fuerzas [con Perú Libre], pero no era por un solo proceso electoral, era avanzar al cambio de la Constitución. Tuvieron otra idea ellos y se retiraron. No es que nos juntemos por alguien por un proceso electoral, nuestras alianzas son en función de objetivos. Incluso con Gregorio Santos, el acuerdo fue que él hable sobre la nueva Constitución en el 2016.
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