La lluvia que arruinó la caravana de Julio Guzmán [CRÓNICA]

CUSCO. La última vez que Julio Guzmán llevó su campaña presidencial al Cusco, en octubre, las personas que acudieron a recibirlo al aeropuerto Velasco Astete podrían haber sido contadas con los dedos de las manos. Eran pocos. Muy pocos.

Pero ayer las camionetas y autos que trasladarían en caravana a Julio Guzmán y sus seguidores desde ahí a la Plaza de Armas del Cusco llenaban el estacionamiento del terminal aéreo.

Así que gente había. Pero faltaba el candidato. Julio Guzmán debía llegar ayer muy temprano a la ciudad del Cusco. Sin embargo, optó por cambiar sus planes y acompañar, en una audiencia del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), en Lima, al abogado César Landa, quien sustentó el pedido de reconsideración de Todos por el Perú contra la resolución del JNE.

El caso aún preocupa a la dirigencia de Todos por el Perú. El JNE declaró improcedente la inscripción del tribunal nacional electoral y del comité ejecutivo nacional del partido de Julio Guzmán, así como el cambio de símbolo partidario: De esta última modificación depende que la llamada ‘ola morada’ siga siendo, en efecto, morada, pues, hasta la fecha, Todos por el Perú no ha conseguido cambiar su emblema, el cual oficialmente es aún una antorcha blanca sobre fondo rojo. No morado. Rojo.

Esta decisión, hizo que Julio Guzmán retrasara varias horas su llegada al Cusco: Las 11 de la mañana, el mediodía, la una de la tarde, y nada. El sol castigaba a quienes lo habían estado esperando desde temprano.

Casi a las dos de la tarde, Julio Guzmán hizo su aparición en el Velasco Astete. Solo diremos que el alboroto que causó fue propio de un candidato que ya va segundo en las preferencias electorales. Entre forcejeos, logró encaramarse en la tolva de la camioneta pick up que lo conduciría, al frente de la caravana, al Qoricancha y luego a la Plaza de Armas.

Pero el cielo pareció no perdonarle haber hecho esperar al Cusco. Cuando Julio Guzmán se encontraba en la tolva de la camioneta, se desató una lluvia tan fuerte, que lo obligó a desistir del propósito de saludar a los transeúntes cusqueños y debió guarecerse en la cabina de la 4x4. Días de planificación, al agua. Los vecinos de la Ciudad Imperial coincidieron en comentar que fue una lluvia inusualmente intensa.

Cerca a las 5 de la tarde, Julio Guzmán dio una conferencia de prensa. Los periodistas de los medios locales abarrotaban el pequeño local elegido para la ocasión, ubicado en la avenida De la Cultura.

El encuentro con los hombres de prensa también fue inusual: Guzmán había llegado sonriente, a contarles que su padre y su abuela nacieron en el Cusco, que por eso eligió la Ciudad Imperial para iniciar esta gira por el sur peruano. "Estar en el Cusco es una maravilla, para mí", les dijo.

Sin embargo, salvo un caso, todos los periodistas cusqueños dejaron de lado en sus preguntas los asuntos regionales y fueron al grano: prácticamente, interpelaron a Julio Guzmán por sus presuntos vínculos con el nacionalismo. En cada pregunta estaba implícita una acusación: "A usted se le vincula con el nacionalismo", "¿Por qué eligió como su primera vicepresidenta a Juana Maura, sabiendo que esta persona tiene vínculos con el nacionalismo?".

No sorprende que el nacionalismo sea casi una palabra tabú en esta ciudad. En el 2011, el Cusco le dio masivamente el voto a Ollanta Humala: los cinco congresistas cusqueños fueron elegidos por Gana Perú. Pero los cusqueños parecen profundamente decepcionados del nacionalismo. Al punto de que los candidatos al Congreso más voceados en la actualidad están en las listas de Fuerza Popular y de Alianza Popular.

Julio Guzmán cerró su primer día en el Cusco con una charla en el Paraninfo Universitario, ubicado en la misma Plaza de Armas, el mismo local en el que hace unos días se presentó el candidato Alfredo Barnecechea.

Ayer la gente pugnaba, sin éxito, por ingresar. Dicen que estaba incluso más lleno. Pero no nos consta. No nos dejaron ingresar.

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