Lourdes Flores pasa la página de su acusación contra García

La flamante Alianza Popular viene con coreografía: Alan García camina del brazo con Lourdes Flores, le besa la mano, ambos se dejan apapachar por Luis Bedoya Reyes. Y hay romance doctrinario: la economía social de mercado, bandera pepecista y tema del último libro de Flores Nano, según su presentador García, equivale a la democracia social de Haya de la Torre. Tras la presentación del libro, primer acto público de la alianza, la autora nos recibe.

¿De dónde salió el nombre de Alianza Popular?
Le dimos varias vueltas. En algún momento planteamos ‘unidad nacional’, pero era muy dirigido [fue una alianza en la que participó el PPC]. Entonces, vino del lado del Apra, de la Alianza Popular Revolucionaria Americana. Lo que sí me permití sugerir es que estuvieran los dos logos en el mapa. [...] En algún momento, Juan Carlos Eguren planteó un símbolo nuevo, hacer el ‘like’ [muestra el pulgar levantado].

¿Cómo están las cosas por casa? La crisis continúa, ¿no?
Hace dos semanas hubo una decisión impulsada por el consejo consultivo. Se sugirió en esa conversación que priorizáramos la urgencia electoral, que se llevara en cuerdas separadas el proceso interno. Yo no estaba contenta con esa decisión porque hubiera querido que todo se resuelva, pero reconozco que tuvo un sentido práctico.

¿Don Luis jaló algunas orejas?
No, pero fue muy reflexivo y ayudó mucho a que se priorizara la alianza y el interés nacional. Hubo un congreso del partido al que no asistí porque quería que lo otro se resolviera. Pero estamos conversando.

Marisol Pérez Tello no está de acuerdo con la alianza, pero estuvo en su presentación.
La amistad se mantiene. Ganó nuestra tesis. Ella no la comparte pero la acepta. Tengo una conversación con ella en próximos días. [...] Puede tener una función importante en la conducción del partido, la veo como una lideresa de primer nivel.

Antes del acercamiento al Apra ,¿hubo de su parte un acercamiento a PPK?
La decisión del partido fue abrir una serie de opciones. Yo mantuve un poco de distancia porque había empezado en esto y me sentía incómoda de tocar otras puertas. Pero la comisión sí lo hizo y PPK dijo que prefería trabajar un proyecto sin una alianza institucional pero sí con invitaciones individuales. Pero en un momento, entiendo que planteó la posibilidad de que yo juegue un papel más activo.

¿En la plancha?
Sí. Me sentí muy honrada y se lo agradezco, pero ya había comprometido mi palabra a este proyecto. Y PPK volvió a su posición inicial [no hacer alianzas].

Ya hubo una alianza con PPK. Llegaron al Congreso y él se desentendió.
Nuestra relación con PPK fue excelente, por él tengo gratitud y respeto. […] Efectivamente, luego, porque no era un proyecto institucional, porque no se había construido una base sólida, no hubo relación duradera.

Si eso fue un sancochado, ¿esto qué es?
Una alianza institucionalizada electoral y de gobierno. Ni Alan García ni yo hemos estado en las negociaciones, todo ha sido muy institucional.

¿Cuál de las viejas rencillas [con García] le ha costado más reflexión para pasar la página?
Quizá la decisión más difícil es de madurez, constatar que el pasado no se puede borrar. Lo pasado ya pasó.

¿Prescribió en su conciencia la acusación del 91?
Lo que tenemos que hacer es que no vuelva a ocurrir nunca. [...] Hace más de 20 años yo formulé una denuncia, llevé al Senado una acusación. Aquí  me sale mi vena de abogada. El Poder Judicial dio un veredicto. Tengo que ser respetuosa del PJ. Entonces es parte de un pasado resuelto judicialmente. Toca ahora, si hacemos un gobierno eficiente, que nadie diga que hay visos de corrupción.

En la campaña van a ir a misa, comer, cargar niños juntos.
Es una vieja frase peruana, ir a misa. Como soy católica, pienso que debe haber confesión, reconocimiento de culpa, contrición.

¿La ha habido?
Creo que hay madurez y cuando hay madurez hay contrición. Eso vale para todos, ese es nuestro reencuentro con el pueblo.

¿Ha conversado con García sobre los narcoindultos?
Hemos conversado. Ya hay un planteamiento que es una buena corrección hacia el futuro. Ha dicho Alan García que una gracia presidencial debiera ser entregada a una comisión que no sea estatal.

¿No cree que un mea culpa sería bueno para su campaña?
Creo que decir “cometí un error, confié en una persona que defraudó mi confianza” es una buena rectificación. Ha existido un clarísimo acto de corrupción y nadie ha hecho espíritu de cuerpo. [...] Lo que tiene que haber es absoluta claridad de que en materia de narcotráfico se va a actuar con total dureza. Y pongo algo sobre la mesa, de mí también se ha dicho...

Su defensa de Cataño...
Vuelvo a decir por última vez, respetando las investigaciones que se hacen por 7 años y van a ayudar a demostrar que ese no es un caso de narcotráfico, que ha tenido un costo para mí. Por primera vez en mi vida se puso en cuestionamiento mi actuación como abogada. Mi conciencia está sumamente tranquila, después de 7 años no hay nada sólido que permita decir que fue narcotráfico. Pero, sí, como soy una política de muchos años, hay algunas cosas en las que hay que tener cuidado.

Lee la entrevista completa en la edición impresa de El Comercio.

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