Percy Medina, representante de Idea Internacional en el Perú, afirma que los partidos políticos en general están atravesando un período de crisis. (Foto archivo El Comercio)
Percy Medina, representante de Idea Internacional en el Perú, afirma que los partidos políticos en general están atravesando un período de crisis. (Foto archivo El Comercio)
/ ANTHONY NIÑO DE GUZMAN
Rocío La Rosa Vásquez

El representante peruano de Idea Internacional, Percy Medina, considera que los 130 parlamentarios que resulten deben abocarse a tareas específicas en una lógica de período de transición. También exhorta a electores a sacar lecciones de lo vivido.

— Hay voces como la del defensor del Pueblo que han expresado su preocupación porque consideran que no hay incentivo para que los mejores postulen en enero de 2020 porque el mandato solo será por un año y medio y sin opción a reelección. ¿Qué expectativa tiene sobre este nuevo Parlamento?

Yo creo que habría que ver el vaso medio lleno y no medio vacío, y pensar que también es una oportunidad para que en estos 16 meses de gestión este Parlamento se aboque a algunas tareas urgentes, más en una lógica de transición. Por ejemplo, terminar la reforma política, y diseñar un nuevo marco legislativo para el tema de integridad, tanto en el ámbito de la política como en el ejercicio de cargos de representación.

— ¿Es decir que el nuevo Parlamento tenga tareas específicas?

Sí. De hecho podría regularse de manera ambiciosa un conjunto de temas como los conflictos de interés, los lobbies, las puertas giratorias, el nepotismo, el uso del poder para fines privados, etc. Y todo eso podría regularse en un marco que este Congreso transitorio deje como legado para el funcionamiento del Parlamento que se instale el 2021. En realidad este es un Congreso relativamente breve, pero si se plantea algunas tareas específicas puede dejar un legado importante.

— ¿Esas tareas deberían ser entonces las motivaciones para participar en los comicios y trascender?

Efectivamente y en materia de culminar la reforma política hay que recordar que esta quedó trunca. Por ejemplo, se aprobó en primera votación la reforma constitucional de impedimento para postular para quienes tengan sentencia en primera instancia por delitos graves, y no hubo segunda votación de esa norma. Además, de todo el tema de financiamiento de la política, lo único que se desarrolló ha sido el delito de financiamiento, pero lo que tiene que ver con las atribuciones de la ONPE, la transparencia de la información, todo eso quedó sin ser abordado.

— La elección de los nuevos miembros del TC también será competencia del próximo Congreso. ¿Debería el nuevo Parlamento ver el proyecto del Ejecutivo y cambiar las reglas de juego antes del proceso de elección?

El planteamiento del Ejecutivo creo que ha sido saludado por todos los sectores porque introduce mayor transparencia y deliberación en la toma de decisiones, que pudiera establecerse un mecanismo de tachas, de observaciones, me parece que nadie estuvo en contra de eso.

— ¿Cómo ve la situación actual de los partidos políticos de cara a esta elección?

Los partidos políticos en general en el Perú están atravesando un periodo de crisis, eso no es ninguna novedad, justamente uno de los objetivos de la reforma política era generar mejores condiciones para la vida partidaria, fomentar que no sean cascarones sino que tengan afiliados registrados en un padrón público, que esos afiliados participen activamente de las principales decisiones del partido, en fin. No se avanzó en algunos otros temas de la vida partidaria como el mejor uso del financiamiento público directo o la reforma de la franja electoral, que quedó con el modelo bastante anticuado. Hay un conjunto de tareas que ayudarían a mejorar el sistema de partidos.

— Según la última encuesta de El Comercio-Ipsos, un 50% no responde por qué partido votaría en enero. ¿Cuál debería ser el mensaje para captar a ese importante porcentaje?

Todavía la elección esta muy fría y supongo que cuando se anuncien las candidaturas, la gente va a ir tomando posición. Ahora, es un periodo bien particular porque las candidaturas, una vez que ya estén inscritas, se dan a conocer a fines de noviembre, luego entramos al periodo cercano a la Navidad, entonces en la práctica la fase más fuerte de campaña se va a dar entre el Año Nuevo y el 26 de enero.

— ¿Y algún mensaje en particular podría calar en la población en esa recta final?

Creo que si sabemos sacar las lecciones de lo vivido, sería importante votar por personas que no tengan cuestionamientos, que no tengan conflicto de interés, que tengan una trayectoria que asegure y garantice que están en la función pública por vocación de servicio, y no para favorecer intereses personales o, peor aún, criminales, en actividades como minería ilegal, la tala ilegal, el tráfico de personas, el narcotráfico. Es importante mirar cómo se financian las campañas, qué antecedentes tienen los candidatos, si tienen ideas, propuestas, capacidad de representar, todo eso debería ser parte del trabajo del electorado.

— ¿Habrá que esperar a la recta final de las elecciones para saber con qué agrupación podrá tender puentes el presidente de la República en busca de respaldo político?

Claro, suponemos que en el camino los grupos políticos irán definiendo su relación con el gobierno, porque el próximo Congreso, si bien es cierto es de transición, debe tener algunos objetivos que trasciendan la coyuntura, eso sería ideal. También va a ser el órgano de control político y de contrapeso al Ejecutivo.