¿Cómo llega Dina Boluarte a su primer mensaje a la Nación por 28 de julio? [ANÁLISIS]

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Boluarte llegó al poder en medio de una profunda crisis política agudizada por el golpe de Estado de su excompañero de fórmula. Dicha situación desencadenó violentas protestas y actos de vandalismo en diversas regiones del país y dejó como saldo más de 60 muertos en los primeros meses del año.

Por este caso, la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, inició una investigación preliminar contra la mandataria. Esta indagación alcanza al primer ministro, Alberto Otárola; al titular de Defensa, Jorge Chávez; y al exministro del Interior Víctor Rojas.

En declaraciones a la prensa, la mandataria responsabilizó por esta difícil etapa a su antecesor, a la exprimera ministra Betssy Chávez y otros personajes del entorno castillista.

El primer Gabinete de la gestión de Boluarte duró menos de dos semanas y fue encabezado por el abogado Pedro Angulo. Este equipo había sufrido, previamente, dos bajas con las renuncias de los entonces titulares de Cultura, Jair Pérez Brañez; y Educación, Patricia Correa Arangoitia. Los ministros dimitieron de sus cargos debido a los primeros fallecidos en las manifestaciones.

Boluarte anunció la salida de Angulo en “Cuarto Poder” y dijo que nombraría a un premier que tenga “un perfil más político que técnico”.

Días después, tomó juramento a Alberto Otárola - ministro de Defensa en el Gabinete Angulo - como titular de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM).

A inicios del 2023, una vez reconformado el Gabinete Ministerial, el gobierno de Boluarte presentó ante el Congreso una iniciativa de adelanto de elecciones para el 2024. Y, luego, otra para octubre del 2023.

Sin embargo, la representación nacional le cerró las puertas a todas las iniciativas de adelanto de los comicios hasta el siguiente periodo anual de sesiones, que inicia este 27 de julio.

El 9 de junio, Boluarte presentó el balance de los seis primeros meses de su gestión. Analistas políticos consultados por El Comercio señalaron que su mensaje estuvo “estuvo lleno de generalidades y ausencia de mea culpa”. Ese día, por ejemplo, la mandataria salió en defensa de la entonces ministra de Salud Rosa Gutiérrez, quien era cuestionada por el mal manejo del dengue en su gestión.

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La presidenta de la República no ha sido ajena a las polémicas. En un reportaje de “Cuarto Poder”, su exasistente Maritza Sánchez declaró que el empresario Henry Shimabukuro, investigado por el caso ‘Gabinete en la sombra”, financió sus actividades de campaña.

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Aunque la jefa de Estado ha negado en reiteradas oportunidades haber recibido dicho apoyo, testimonios, chats de WhatsApp, una agenda y comprobantes de pago - a los que tuvo acceso este Diario- contradicen su versión.

Shimabukuro habría pagado, por ejemplo, los estrados para los mítines, que podían costar cerca de 80 mil soles. También los pasajes de avión y los carros en los que la actual presidenta se movilizaba. Incluso habría llegado a cubrir algunos gastos administrativos del Club Apurímac y la vestimenta de Boluarte.

El Comercio también tuvo acceso a la factura de un hotel en Arequipa, a donde viajó Boluarte para acompañar a Castillo en el debate final con Keiko Fujimori.

Por este caso, el tercer despacho de la Primera Fiscalía Supraprovincial Corporativa Especializada en Delitos de Lavado de Activos abrió investigación a la mandataria, al expresidente Pedro Castillo y al empresario Henry Shimabukuro por presunto financiamiento prohibido.

Según la disposición fiscal a la que accedió El Comercio, se imputa a la jefa de Estado el presunto delito de lavado de activos, a título de autora, por la comisión de “actos de conversión, transferencia, ocultamiento y/o tenencia” de dinero ilícito.

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En una entrevista con El Comercio, luego de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presentara un informe que señala abusos de autoridad y violaciones de derechos humanos durante las manifestaciones que marcaron el inicio de su gobierno, la presidenta marcó distancia respecto del rol de las fuerzas del orden. “Yo puedo ser la jefa suprema de las FF.AA., pero no tengo comando”, respondió a este Diario.

Incluso, remarcó que ni ella ni los ministros decidieron “los protocolos” aplicados por militares y policías para controlar las manifestaciones entre diciembre y marzo, que dejaron más de 50 civiles muertos en enfrentamientos.

Estas declaraciones fueron duramente criticadas por ex ministros y el ex comandante general del Ejército César Astudillo, quien afirmó que “es evidente” que la presidenta Boluarte están intentando “quitar el cuerpo en esta situación”.

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El 26 de noviembre del 2022, Boluarte, entonces vicepresidenta del gobierno de Pedro Castillo, apareció ante más de cien personas en un salón de eventos del centro de esparcimiento del Conafovicer (organización relacionada a los trabajadores de construcción civil) en Ate, como lo evidencian imágenes a las que tuvo acceso la Unidad de Investigación de El Comercio.

Estas personas habían llegado desde distintas regiones para participar en la “Primera plenaria nacional de comités ciudadanos. Por una nueva alternativa”, un movimiento promovido activamente por Nicanor Boluarte desde abril del 2021, cuando la plancha presidencial integrada por Castillo y su hermana Dina pasó a la segunda vuelta.

Un día antes del encuentro en Conafovicer, Dina Boluarte escribió en su Twitter que no continuaría como ministra de Desarrollo e Inclusión Social en el estrenado Gabinete de Betssy Chávez.

El Comercio constató que varios convocados el 26 de noviembre, así como a un evento de Ciudadanos por el Perú realizado en Barranco el 27 de mayo (al que Nicanor Boluarte asistió), lograron contratos en el Midis cuando Boluarte era ministra o fueron nombrados prefectos o subprefectos o asesores en el Ejecutivo.

El primer ministro Alberto Otárola dijo que pediría un informe luego de que este Diario revelara la presencia de prefectos y subprefectos en las coordinaciones de Ciudadanos por el Perú.

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El nombramiento de Ninoska Chandia como presidenta del Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú (IRTP) despertó la preocupación de diversas organizaciones que defienden la libertad de prensa. Ello debido a su cercanía con la mandataria Dina Boluarte.

Antes de su salto al IRTP, Chandia se desempeñó como directora de Comunicación Estratégica e Imagen Institucional del despacho de Boluarte. Previamente, laboró en el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social en 2021 y 2022, durante la gestión de la hoy jefa de Estado.

Chandia fue designada en la entidad adscrita al Ministerio de Cultura en reemplazo de Jesús Solari Díaz, quien el pasado 29 de mayo renunció al cargo. Según fuentes de El Comercio, su salida se dio tras constantes presiones desde Palacio de Gobierno para que TV Perú brinde más contenido a favor de la gestión de Boluarte.

En diálogo con este Diario, Rodrigo Salazar, director del Consejo de la Prensa Peruana; Zuliana Lainez, presidenta Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP); y Jorge Baca, exdirector de la Sociedad Nacional de Radio y Televisión (SNRTV), expresaron su preocupación.

Tras la llegada de Chandia, se produjo una ola de despidos en el canal estatal. Por ejemplo, Jorge Ballón Artaza, quien conducía el noticiero matinal, indicó que se enteró de su salida de TV Perú de manera extraoficial debido a que venció su orden de servicio.

Otra de las despedidas es la reportera Ximena Carrasco. Según contó en su cuenta en Twitter, el pedido para la renovación de servicio “rebotó” desde la presidencia del Instituto de Radio y Televisión del Perú (IRTP).

El Tribunal de Ética del Consejo de la Prensa Peruana calificó los despidos como una “amenaza flagrante” a la libertad de expresión y al trabajo de los hombres de prensa.

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De acuerdo con investigaciones de “Punto Final” y “Al Estilo Juliana”, dos libros de los que la presidenta es coautora tendrían contenido plagiado.

El primer caso fue presentado por el dominical de “Latina”. Según el reportaje, “El Reconocimiento de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario” publicado en el 2004 por Dina Boluarte y otras siete personas tiene el 55% de su material plagiado, de acuerdo con la herramienta Turnitin.

Boluarte aseguró que su única participación en el libro que tiene más de la mitad de su texto plagiado fue “compilar normas legales” y que lo hizo respetando las leyes vigentes de la fecha de publicación.

Debido a esta denuncia, el Ministerio Público inició diligencias preliminares y acudió a las instalaciones de la Biblioteca Nacional para recabar información.

El otro caso lo dio a conocer “Al estilo Juliana” de ATV, el libro en cuestión se llama ‘Aspectos legales en la responsabilidad médica en el Perú’, que data del año 2004. Fue publicado y depositado en la Biblioteca Nacional aquel año. Boluarte Zegarra figura como autora con Efraín Anaya, Marcial Quinto, Luis Gavancho, María Chávez, Hugo Villar y Raúl Humala.

En la página 106, se da un vistazo histórico de la eutanasia. Ahí se observa el mismo texto que ‘La eutanasia, una mirada desde el derecho’ de Brenner Díaz publicado en 2019. Se trata del mismo texto copiado.

Sobre la segunda obra, la Presidencia envió un comunicado a “Al estilo Juliana”, con el que la mandataria insiste en eludir responsabilidades.

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Los analistas políticos Omar Awapara, José Carlos Requena y Pedro Tenorio consideraron que la gestión de Boluarte llega desgastada, pero con una mejor relación con el Poder Legislativo que Pedro Castillo.

Para Requena, Boluarte llega “mucho más desgastada”, en términos de aprobación, que Castillo el año pasado. No obstante, según el especialista, la presidenta brindará el mensaje por Fiestas Patricias ante un Parlamento “menos hostil”.

“En términos globales, creo que es una presidencia bastante desgastada en un plazo muy breve [...] Entre que [Boluarte] asumió el cargo y tomó sus primeras decisiones es ahí donde experimentó el principal desgaste y ahora básicamente se ha continuado cuando uno revisa por ejemplo las cifras de aprobación”, expresó el especialista.

El analista político consideró que los principales pasivos que arrastra la presidenta son haber jurado hasta el 2026, reconformado su gabinete en menos de quince días y designado a Otárola, quien era ministro de Defensa cuando se iniciaron las protestas, y también no haber insistido con el adelanto de elecciones.

Requena señaló que, pese a algunos escándalos que han envuelto a la gestión de Boluarte, “no arrastra” serias acusaciones de corrupción, como ocurrió con su antecesor Pedro Castillo.

El especialista subrayó que, por ejemplo, en julio del 2022, ya había estallado el escándalo de la casa de Sarratea y el exministro de Transportes Juan Silva ya estaba prófugo de la justicia. Recordó que, en aquel entonces, el Gobierno había intentado descabezar el equipo de la policía designado para apoyar al Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción en el Poder y que se forzó la renuncia del exministro del Interior Mariano González.

Sin embargo, apuntó que “han empezado a surgir indicios”. “Lo que está pasando en EsSalud es escandaloso, pero no hay todavía una cosa así de contundente como la que arrastra a Castillo [...] Lo que arrastra a Boluarte, efectivamente, es la poca sensibilidad para leer el momento político”, añadió.

Requena agregó también que “los ministros, salvo casos puntuales, han significado en balance una mejora significativa”. En esa línea, opinó, que “cualquier posibilidad de relanzamiento [de un Gabinete Ministerial] es muy limitada”.

El analista político también consideró como un desacierto la respuesta que Boluarte dio a El Comercio respecto al rol de las Fuerzas Armadas en las protestas. “Yo creo que fue una reacción quizás pensando más en el ámbito penal [...] Lo concreto es que hay decenas de fallecidos en protestas. Nunca en la historia de la República había habido ese tipo de casos”.

Al ser consultado respecto a la relación de Boluarte con el Congreso, Requena respondió: “Lamentablemente lo que ha pasado es que se le ha quitado filo al equilibrio de poderes [...] Tienes un Congreso que ha aprobado leyes tan controversiales como la del despacho remoto y tienes un Ejecutivo que propone precisamente cosas de esta naturaleza o un Ejecutivo que pierde la oportunidad de observar cosas [....] Termina más en una dinámica de convivencia. El mutuo beneficio que es durar hasta el 2026″.

Sobre los escándalos protagonizados por la presidenta, Requena indicó que las respuestas de Boluarte “ha sido siempre general y también ha guardado silencio en muchas oportunidades o ha dejado que Otárola la defienda”.

“Yo creo que la presidenta, con matices, ha mantenido la dinámica o el recurso de de Pedro Castillo de victimizarse”.

José Carlos Requena, analista político.

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En tanto, Omar Awapara opinó que, en el corto plazo, Boluarte “llega aliviada luego de haber sorteado la ‘Tercera toma de Lima’”, pero, al mismo tiempo, “desgastada” por lo que han sido estos 8 meses “bastante turbulentos con mucha violencia y represión y con pocos resultados”.

Para Awapara “el gobierno de Boluarte ha tenido muchas cosas en común”, por ejemplo, “la inexperiencia en la gestión pública”.

“Es cierto que ha intentado rodearse de un círculo un poco más profesional, pero de todas maneras seguimos viendo los mismos errores. Seguimos viendo nombramientos totalmente injustificados que no responden a un criterio meritocrático, que no responden a una lógica”, dijo.

Awapara coincidió con Requena respecto a las decisiones tomadas por Boluarte en los primeros meses de su gobierno.

“[Las decisiones] marcaron los meses iniciales y van a quedar como un pecado original, como una especie de marca de nacimiento de este gobierno”, apuntaló.

El analista político criticó que nadie del Gobierno “haya respondido por los fallecidos en las protestas”. “Es uno de los hitos de este Gobierno que no haya habido un saldo o una rendición de cuentas al respecto”, acotó.

Según el especialista, “hay una confluencia entre el Gobierno y el Congreso”.

“Ambos se dieron cuenta rápidamente que estaban en un escenario de muerte cruzada. Hay un entendimiento en torno a que la supervivencia es más importante”

Omar Awapara, analista político.

Awapara también advirtió que, ante los escándalos, Boluarte “generalmente ha mantenido silencio o encargado su defensa a Alberto Otárola” como “hemos visto en el caso del IRTP”.

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A su turno, Pedro Tenorio también consideró que Boluarte “llega muy desgastada”, pero por razones distintas a la gestión de Castillo.

“Las acusaciones, las sospechas y la incompetencia de Castillo no permitían esperar algo mejor. Y en el caso de Dina Boluarte, la incompetencia que estamos viendo ahora, esa falta de reflejos políticos, ese Gabinete Ministerial, que parece que está sobrepasado por temas burocráticos y con muy pocas iniciativas. Ello nos habla es de un gobierno que, en este momento, está en una situación de incertidumbre política muy grande”, señaló.

Tenorio tuvo una postura similar a la de sus colegas respecto a las primeras decisiones adoptadas por Boluarte. Lo mismo en el caso de la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo. “Ha llegado a una suerte de entendimiento con el Congreso para prolongar toda esta situación durante varios años, hasta 2026″, afirmó.

El analista político señaló que Boluarte llega al 28 de julio “con ministros que nadie sabe qué hacen en sectores muy importantes” y ello “golpea a la población, que no ven un gobierno que se esté haciendo cargo de los problemas nacionales, como la inseguridad ciudadana y el mal manejo del dengue”.

“Su gabinete juró hace 8 o 7 meses y hoy en día está totalmente agotado, totalmente sobrepasado por la situación y que incluso con una enorme desaprobación, como la que tiene Boluarte [...] Lo que requiere la presidencia con urgencia es un cambio de gabinete, pero la gran pregunta es si está o no en condiciones de hacerlo”, enfatizó.

Tenorio también cuestionó la respuesta que dio Boluarte sobre las protestas y las Fuerzas Armadas. “Ella con sus respuestas, sus actitudes, ha empeorado [la situación] porque el Estado peruano tiene el compromiso o debería asumir el compromiso de investigar, de agotar esfuerzos, de brindar toda la colaboración a los fiscales para que se establezca quiénes son responsables directos de esta situación de derechos humanos que hemos vivido”.

"No identifico a Dina Boluarte como un personaje político que pueda tener estos gestos audaces o de dar un salto hacia adelante. Yo la veo muy complacida, muy cómoda, con esta situación que actualmente tiene"

Pedro Tenorio, analista político.

Tenorio también coincidió con Requena y Awapara respecto a la actitud de Boluarte frente a los escándalos que la envuelven. “Hubo silencios pero también respuestas generales. En realidad nunca responde a fondo, siempre se escuda en situaciones en las cuales ella dice que tiene su verdad”, concluyó.