Rocío Gala, es desde este miércoles, la nueva jefa de la Unidad de Cooperación Judicial Internacional y Extradiciones del Ministerio Público, por disposición de la fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos.
Horas antes de asumir el cargo, Gala Gálvez conversó con El Comercio y anunció que buscará mecanismos que reactiven las diligencias fiscales que requieran de la cooperación internacional; entre ellas las que tiene en curso el Equipo Especial Lava Jato.
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Usted asume un despacho muy importante para el Ministerio Público, como lo es la Unidad de Cooperación Internacional, ¿cuál será la línea de trabajo que tendrá?
En efecto, por resolución de la fiscalía de la Nación he sido designada y estoy a la espera de la entrega de cargo, para efectos de estar informada del análisis situacional de la oficina y de la documentación. Luego, de manera inmediata, retomaremos el impulso en la dirección de dicha oficina; máxime, si contamos con las dificultades propias de los tiempos de pandemia. Tengo que ver la forma de reactivar todos los casos que ahorita se encuentran afectados por esta situación.
Para las personas que no conocen el trabajo de la Unidad de Cooperación Internacional, ¿De qué se encarga esta oficina?
Es una oficina delicada en la que se trabaja con envío de documentos oficiales (a otros países), medios postales y en la que también se viabilizan los viajes de fiscales peruanos para realizar sus diligencias a nivel internacional.
Usted ha mencionado que se reactivará el trabajo de la Unidad de Cooperación Internacional; y hace unos días, el procurador federal brasileño Orlando Martello, dijo a El Comercio que han tenido dificultades para seguir cooperando con el Perú en el caso Lava Jato, por la pandemia ¿Cómo se va a trabajar en este caso teniendo en cuenta que hay varias investigaciones en curso?
También he tomado conocimiento por los medios periodísticos sobre esta preocupación del procurador Martello, pero, como le digo, tengo que analizar el estado de los envíos o pedidos que están pendientes. Tengo que ver el trabajo remoto y semi-presencial que hacemos en el Ministerio Público. Una vez que revise todo, obviamente, vamos a recoger las preocupaciones del procurador Orlando Martello, que definitivamente, en este tema del Caso Lava Jato, aparentemente ha habido retraso, pero es por la pandemia.
Se recurrirá a nuevos mecanismos para la recepción de información que no pueda ser recabada de manera presencial por los fiscales...
Definitivamente, acá hay que aplicar la creatividad, respetando el debido proceso y conductos legales. Tenemos que buscar la forma para viabilizar y reactivar de alguna manera lo que ha quedado paralizado o suspendido.
Pero cooperación internacional no solo se dedica al Caso Lava Jato, hay cientos de casos que requieren intercambio y solicitud de información a otros países ¿Qué otros aspectos van a tener impulso?
Mire, la que le habla proviene de una fiscalía de crimen organizado y trabajamos mucho delitos transnacionales. Es decir, investigamos a organizaciones criminales que trascienden las fronteras peruanas, que participan tanto extranjeros como peruanos. En esa dinámica he tenido la oportunidad de conocer el trabajo de la Unidad de Cooperación y entonces, crimen organizado, tiene ahora varios casos que requiere el apoyo de la oficina de cooperación y será otra de las prioridades de mi trabajo. También he trabajado temas de pornografía infantil y hemos realizado pedidos a las autoridades extranjeras. Entonces, todo eso, si bien es cierto se está enviando conductos virtuales, merecerán atención prioritaria de mi parte. Sobre todo, trata de personas, explotación sexual de menores, pornografía infantil, tráfico ilícito de migrantes, delitos que necesitan del apoyo de esta oficina. Y otros temas de crimen organizado a nivel nacional que requieren urgente atención.
Usted, como fiscal que ha usado este mecanismo de cooperación internacional ¿Ha detectado algunas fallas o aspectos qué mejorar?
Sin duda alguna, siempre cuando uno utiliza estos canales de cooperación internacional, el problema principal que se ha presentado, es la demora. Muchas veces los canales que se utilizan, que deberían ser rápidos, toman mucho tiempo. Y eso ha sido una preocupación constante de los fiscales y del mío propio, por ejemplo. Muchas veces tenía diligencias viajando a otros países, regresaba a mi país, pero la documentación que yo requería se demoraba. Ahora, se tiene que analizar qué obstaculiza eso. Yo creo que, básicamente, es el factor tiempo del que adolecen estos temas de cooperación.
Tras su designación por parte de la fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, se cuestionó su cercanía con el suspendido fiscal supremo Tomás Gálvez, implicado en el caso Los Cuellos Blancos del Puerto ¿Cuál es su grado de amistad?
Yo en el año 2009, trabajé como fiscal adjunta titular adscrita a la fiscalía suprema que dirigía el doctor José Peláez. En ese entonces, sus adjuntos supremos eran el doctor Tomás Gálvez, por un lado, y por otro, el doctor Avelino Guillén. Fue el fiscal Avelino Guillén quien me convocó a mí para ser parte del equipo de fiscales adjuntos, donde también estaba el fiscal Walter Delgado, para llevar el proceso judicial seguido contra el expresidente Alberto Fujimori, por el pago de las CTS a Vladimiro Montesinos.
¿Pero usted trabajó con Tomás Gálvez?
El fiscal Tomás Gálvez trabajaba en otra oficina y no era un fiscal supremo, era un adjunto. Es conocido que el doctor era un académico y nos invitó a dictar clases y charlas (…) entonces, cuando uno comparte estos vínculos profesionales y académicos, se forman vínculos. A veces, celebrábamos el cumpleaños de una persona y usted debe saber (…) se toman fotos, tanto así que estas fotos son en lugares públicos y son de hace diez años.
Me dice que usted participó en el equipo que asistió al entonces fiscal Avelino Guillén…
Con el doctor Avelino Guillén hemos trabajado duro y parejo, en las fotos de ese momento, atrás de él se ve al grupo de fiscales que íbamos con él al juicio del expresidente Fujimori; y allí estoy yo. Es más, cuando el doctor Guillén fue nombrado como jefe de la Fiscalía Suprema de Control Interno, nos convocó y con él se logran sacar casos. También he formado parte del grupo que elaboró el Código de Ética del Ministerio Público; y a la fecha, la que habla también forma parte, junto a fiscales supremos y superiores, del equipo a cargo de la revisión de la Ley Orgánica del Ministerio Público.
¿Cuál será su posición frente a la gestión que se hará próximamente para la extradición del exjuez supremo César Hinostroza, implicado en el caso Los Cuellos Blancos del Puerto?
Yo actuaré con el máximo profesionalismo, sea quien sea. Sea Tomás Gálvez, sea Walter Delgado, sea cualquier persona; yo estoy para facilitar el trabajo de la justicia y seguiré los conductos regulares. Ese es mi trabajo.
Le hago la consulta pues su gestión podría ser cuestionada más adelante por cualquier decisión que usted pueda tomar y la vinculen a los personajes antes mencionados…
Creo se están haciendo prejuzgamientos y mi trabajo va a responder por mí. Vamos a darle el trámite inmediato que deben seguirse a todos los casos, los Cuellos Blancos, para el Equipo Lava Jato, deben saber que las oficinas mías están abiertas para coordinar, para conversar. Vamos a trabajar para agilizar el trabajo del Equipo Lava Jato, porque yo estoy para coadyuvar en sus investigaciones.
¿Usted se siente capacitada para gestionar y dirigir esta oficina de Cooperación Internacional?
Claro que sí, justamente los 15 años de servicios a la institución, empezando por ser fiscal adjunta, trabajando en el pool de fiscales, trabajando y gerenciando un despacho, me ha permitido tener experiencia porque conozco los requerimientos propios de los fiscales. He trabajado mucho con la oficina de cooperación internacional, por eso siento que estoy capacitada y tengo toda la voluntad de llevar adelante a esta oficina.