El presidente de la República, Martín Vizcarra, llegó minutos después de las 9:30 de la mañana al estrado principal, ubicado en la avenida Brasil, para observar la Gran Parada Cívico-Militar, que se realiza con motivo del 198° aniversario de la independencia del Perú.
Vizcarra, como es habitual, saludó a las autoridades presentes en el palco, entre ellas el titular del Congreso, Pedro Olaechea, y el presidente del Poder Judicial, José Luis Lecaros. A este último le dio unas palmadas en la espalda.
Sin embargo, al momento de llegar al lugar de la vicepresidenta Mercedes Araoz el saludo se tornó, por parte de la también congresista, serio.
Incluso, Vizcarra intercambió sonrisas con la parlamentaria Karina Beteta (Fuerza Popular), quien ha sido dura crítica de su gobierno. La primera vicepresidenta del Congreso estaba al costado de Araoz.
Hasta la noche del domingo, tras el mensaje a la nación del presidente Martín Vizcarra, Araoz Fernández había evaluado no asistir al desfile, indicaron fuentes de El Comercio.
En la víspera, visiblemente incómoda, la también congresista no aplaudió el discurso que ofreció Vizcarra en el pleno del Parlamento.
Ella no conocía que el presidente de la República iba a anunciar la presentación de un proyecto de reforma constitucional para recortar su mandato y adelantar un año las elecciones generales.
Respecto a por qué no se le comunicó sobre esta propuesta, el ministro de Justicia, Vicente Zeballos, se limitó a decir anoche en “Cuarto poder” que ella no participa en los consejos de ministros.
Otras fuentes de este Diario han indicado que Mercedes Araoz buscará reunirse en las próximas horas con el mandatario.
El saludo de Vizcarra a Araoz de este 29 de julio difiere del protagonizado el año pasado, donde se pudo apreciar un mayor cercanía entre ambos.
Al momento de despedirse, Vizcarra tuvo un gesto aún más frío, y no le extendió la mano. El mandatario solo movió la cabeza, y Araoz respondió de manera similar.