Bruno Pacheco, el exsecretario de la Presidencia investigado por presuntos actos de corrupción, retornó a Palacio de Gobierno este viernes. Su visita se dio exactamente una semana después de la diligencia en la que la Fiscalía halló 20 mil dólares en el baño de su antiguo despacho.
Según consta en el registro de visitas del lugar, Pacheco ingresó a las 9:29 a.m. para una “reunión de trabajo” con Beder Ramón Camacho Gadea.
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Camacho Gadea fue nombrado como subsecretario general del Despacho Presidencial mediante una resolución oficial publicada este mismo viernes. En septiembre, Pacheco lo había designado como director de la Oficina de Atención al Ciudadano y Gestión Documentaria del Despacho Presidencial. Ya trabajaba en Palacio desde el gobierno anterior.
La visita de Bruno Pacheco culminó oficialmente a las 10:59 de la mañana. No dio declaraciones a los reporteros que permanecen afuera de Palacio de Gobierno, ni a su salida ni a su ingreso al lugar.
Consultados por El Comercio, desde la Oficina de Prensa de Presidencia dijeron desconocer el motivo de la reunión y se limitaron a referirse a la información en el registro de visitas. Por su parte, la defensa legal del exfuncionario no contestó las llamadas de este Diario.
Pacheco volvió a Palacio luego de que el pasado 23 de noviembre se publicó una resolución en la que se aceptó su renuncia al cargo de secretario general del Despacho Presidencial. Al día siguiente, se designó a Carlos Jaico, excandidato al Congreso de APP, como su reemplazo.
La aceptación de su renuncia, que había sido anunciada el viernes 19, se dio el mismo día en que se conoció que la Fiscalía Anticorrupción que lo investiga por presunto tráfico de influencias halló los 20 mil dólares durante una diligencia de exhibición de documentos.
Dicha diligencia ocurrió el mismo 19 de noviembre, por casi 12 horas, como parte de la investigación preliminar que realiza investigación a Pacheco por presuntas presiones al jefe de la Sunat, Luis Vera, para favorecer a ciertas personas y empresas.
El propio Vera también estuvo este viernes en Palacio para una reunión con Pedro Castillo entre las 11:40 de la mañana y 12:30 de la tarde. Para entonces, Pacheco ya no estaba en la sede del Gobierno.
Esta indagación a Pacheco se abrió tras la difusión de chats enviados por el exfuncionario de Palacio. Es por la presunta comisión del delito de tráfico de influencias.
Ni Pacheco ni el presidente Pedro Castillo se han pronunciado públicamente sobre el hallazgo de dinero en Palacio, a pesar que desde el Congreso se han exigido respuestas y a pesar al impacto que esto podría tener en el caso, según penalistas.
Sin embargo, el acta fiscal de la diligencia consigna que el exsecretario dijo que el dinero fruto de sus ahorros y de su sueldo como secretario (S/25,000)
Sospecha de obstaculización
Bruno Pacheco no tiene ningún impedimento legal para asistir a Palacio. Sin embargo, el abogado penalista Andy Carrión dijo a El Comercio que esta visita podría servir para que la Fiscalía postule más adelante que existe el peligro de que el exfuncionario obstaculice la investigación en su contra.
Carrión cree que esta visita por sí sola no alcanza para afirmar que existe ese riesgo, pero que sí podría sumarse a otros elementos a lo largo de la investigación preliminar. “Lo ideal hubiera sido de que la Fiscalía trate de cautelar ese despacho a fin de que no puede desaparecer un tipo de prueba o evidencia”, comentó.
“Que no esté prohibido el hecho de que asista a Palacio y se pueda reunir incluso con el presidente, no significa que eso no pueda ser tomado como un indicio de perturbación probatoria, en el sentido de que la visita pueda corresponda a una coordinación ulterior que pueda hacer con unos testigos”, explica Carrión.
Para el penalista, un elemento importante a tomar en cuenta es que, si bien Bruno Pacheco ya no trabaja en Palacio, hay otros trabajadores o funcionarios de Palacio podría convertirse en testigos del caso. “Un contacto directo con ellos podría ser otro elemento que serviría para esta construcción del peligro (procesal)”, expresó.
El exprocurador Antonio Maldonado coincidió en que la visita de Carrión representa un posible riesgo a la investigación y la calificó como un hecho “indebido” e “irregular”. Además, comentó que el hecho de la reunión haya sido con un funcionario al que el propio Pacheco había nombrado previamente en otro puesto, representa “una cercanía sospechosa”.
“Lo que se puede asumir razonablemente es que esa persona [Pacheco] pudo haber ido a alterar ciertos medios probatorios, inclusive coordinar con personas que pudieran haberlo estado apoyando en los hechos que hoy son materia de investigación. Puede haber muchas explicaciones, pero el hecho es que una persona que vuelve a la escena de crimen, por así decirlo, puede afectarla”, declaró.
En caso su asistencia haya sido para hacer “una suerte de entrega del cargo” a su sucesor, Maldonado cree que se trataría de “un manejo desprolijo” por parte de la Presidencia. “Este ingreso, aun cuando haya sido de buena fe, sin un propósito delictivo, genera críticas que solo le hacen daño a la imagen presidencial. Desde todo punto de vista, no debió ocurrir”, dijo Maldonado.
Maldonado consideró que la Fiscalía debería acudir a Palacio nuevamente para determinar las circunstancias de la reunión de Pacheco y buscar alguna forma de cautelar que no vuelva a acudir al lugar. “Es totalmente legítimos que el fiscal solicite ciertas medidas de cuidado o de restricción al ámbito en el cual se produjo, metafóricamente hablando, esta escena del crimen”, comentó.
La abogada penalista Romy Chang advierte que esta visita y otras conductas previas de Pacheco, como no haber entregado su celular durante la diligencia en Palacio, dan elementos suficientes a la Fiscalía para pedir una detención preliminar o, más adelante, una prisión preventiva.
“La Fiscalía no hizo una diligencia de allanamiento e incautación, hizo una exhibición de documentos. Eso significa que podría haber otros ambientes donde existan pruebas u otros elementos que no se han encontrado. ¿Y lo dejan seguir yendo? La Fiscalía hace rato debió haber pedido algún tipo de medida de restricción en su contra y no lo ha hecho. Esta es una raya más”.
Chang considera que hay elementos de obstrucción en este caso desde que Bruno Pacheco renunció y el presidente tardó varios días en aceptar su renuncia. Agregó que, si el fiscal no puede “controlar” al investigado, “la única manera para poder proteger todos los elementos probatorios y evitar que pueda obstaculizar, es pedir una detención preliminar y luego, si considera que hay elementos, una prisión preventiva”.
Las personas con las que Pacheco pudo haber hablado durante su visita a Palacio, considera Chang, podrían declarar en la investigación. “El solo hecho de que él vaya ya implica que él pueda realizar coordinaciones con ellos y también, ocultamiento de otra documentación que de repente la Fiscalía no encontró (…) Está como dejando las instrucciones de lo que deben hacer, pero ya habiendo salido del puesto, se supone que él ya no debería entrar”, dijo.
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