Ha pasado más de una semana desde que comenzó el nuevo año y los generales de la Policía Nacional –incluidos los que ascendieron en noviembre– todavía no saben dónde trabajarán este 2022. Se trata de un hecho inédito en la institución en las últimas décadas y que tiene como principal causa las diferencias entre el ministro del Interior, Avelino Guillén, y el comandante general de la PNP, Javier Gallardo, según fuentes de este Diario en el sector.
El martes último, desde el Ministerio del Interior (Mininter) se le reiteró a Gallardo que envíe la lista con las nuevas designaciones (el primer pedido fue el 29 de diciembre) con un requisito adicional: que sea consensuada con los números 2 y 3 de la PNP, los generales Martín Parra y Víctor Patiño, respectivamente. Sin embargo, al cierre de esta nota, Gallardo no había enviado la nómina.
De acuerdo con las fuentes, con este requisito el Mininter buscaba que no se repitiera lo ocurrido con las invitaciones de pases al retiro de diciembre. Gallardo había armado una lista preliminar en la que incluía a generales PNP como Vicente Tiburcio (Dirincri), Óscar Arriola (Dircote) y Jorge Angulo (Región Lima), pero el ministro Guillén no compartía que debían de ir a la baja.
No solo eso. Dicha nómina no habría sido coordinada ni con Parra ni con Patiño. Según las fuentes, la elaboró Gallardo solo. Esa primera diferencia generó el retraso en la publicación de los pases al retiro (que salieron recién el 29 de diciembre) y, por ende, también el de los nuevos puestos de los generales en actividad. Las bajas deben publicarse primero para que después salgan las nuevas designaciones.
Hoy en la PNP se vive un clima de incertidumbre. De acuerdo con las fuentes, Gallardo nuevamente estaría manejando solo los cambios y habría puesto en la mira a direcciones como Dirandro, Dirin, Dircote y Región Lima para colocar a sus allegados.
El Comercio intentó comunicarse con el comandante general de la PNP, pero no contestó las llamadas.
—Factor Hidalgo—
Los 25 nuevos generales que ascendieron en noviembre aún no saben dónde van a trabajar este año, pero el martes de esta semana recibieron una charla en la Escuela de Posgrado de la PNP de parte de Miguel Hidalgo, exdirector de la institución y exministro del Interior.
De acuerdo con fuentes en el sector, existe una relación muy estrecha entre Hidalgo y Gallardo. Ambos se conocieron en la escuela de oficiales y son exmiembros de la Guardia Republicana.
Las fuentes indican que Hidalgo estaría tratando de influenciar en los cambios en la policía y que Gallardo lo estaría tratando de promover como reemplazo de Guillén.
El pasado 18 de diciembre, Hidalgo se reunió por más de una hora con el presidente Pedro Castillo en Palacio de Gobierno. Consultado al respecto, el exministro indicó que acudió por invitación de un amigo en común, cuyo nombre no quiso revelar, y que se trató de una reunión privada en la que conversaron de diversos temas, entre ellos, sobre políticas de seguridad pública y narcotráfico.
Hidalgo negó que Castillo le haya ofrecido un cargo ministerial y afirmó que “no le quitaba el sueño” regresar al Mininter. Además, descartó haber interferido en los pases al retiro en la PNP y en los cambios de colocación.
Sí mencionó que tiene una relación de amistad con Gallardo, a quien conoce debido a que fue el capitán que lo recibió a él y a los integrantes de su promoción cuando ingresaron a la escuela de oficiales de la PNP.
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—Confianza rota—
Fuentes en el sector aseguran que la confianza entre el ministro Guillén y el comandante general está rota. Al cierre de esta nota, se evaluaba un relevo en la comandancia general. Sin embargo, tendría que contarse con el respaldo del presidente Castillo.
Se espera que este lunes Gallardo envíe la lista con las nuevas designaciones.
“Creo que hay un gravísimo problema de insubordinación, por decirlo de manera elegante, por parte del comandante general”, refirió el exministro de Defensa Mariano González.
El exteniente general de la PNP Edgardo Garrido señaló que esta crisis repercute en el alza de la inseguridad ciudadana. Garrido hizo hincapié en que a la fecha no se ha presentado ningún plan estratégico sobre cómo el sector va a enfrentar la criminalidad.
“Existe una improvisación en cómo se está manejando el sector Interior. Esta es la primera vez que veo que está sucediendo esta demora [en las designaciones de los nuevos generales]”, comentó Garrido a este Diario.
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—Vulneración a la línea de mando—
Para nadie es un secreto en el sector Interior la cercana relación entre el presidente Castillo y el comandante general de la PNP. El mandatario lo nombró jefe de la PNP el 2 de setiembre pasado, cuando Juan Carrasco dirigía el Mininter.
Para Garrido, el mandatario se estaría saltando la línea de mando institucional, pues en diversas ocasiones despacha directamente con Gallardo sin coordinación previa con quien esté en el Mininter.
“Gallardo está haciendo lo que quiere y el ministro [Avelino Guillén] está pintado”, dijo. Añadió que el mensaje que se da es que la policía está siendo sometida al poder político de turno.
En estos últimos meses, Gallardo registra al menos 15 visitas oficiales al mandatario en Palacio. El último miércoles, realizó una ceremonia de condecoración a Castillo en la sede de la Comandancia General (un evento que estaba previsto).
Para el exministro Mariano González, el presidente tiene la oportunidad de dar una muestra de respeto a la institucionalidad y no saltar la línea de mando. “Estamos en una situación alarmante [por la demora en los cambios en la PNP] y esta incertidumbre debe acabar”, dijo.
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