Dina Boluarte recibió un trato amargo del papa Francisco pero el Congreso fue más amable. Se cayó una primera moción de vacancia y el debate congresal se concentró en la JNJ.
1. Si Roma falla, Tel Aviv responde
Francisco se preparó para ‘arrochar’ a Dina. Lo entendieron propios y extraños. Dina fue recibida y atendida con amabilidad (la canciller Ana Cecilia Gervasi le contó cada paso a la agencia estatal Andina), pero no hubo prenda para el recuerdo. Palacio no tuvo más remedio que lanzar, el sábado pasado en la mañana, la horrenda foto de Dina con mantilla, Francisco con cara larga y comitiva impávida, a sabiendas de que se viralizaría en su contra. No había nada bueno que traer de Roma pero, sí, de Tel Aviv.
LEE TAMBIÉN | Así operaba el clan familiar que adoctrinaba a menores con ideología senderista
Llevar a Israel el viejo avión presidencial, símbolo tan desgastado como Dina, permitió al menos, que la vuelta no fuese tan lúgubre. Los agradecidos peregrinos consolaron a la presidenta y mostraron su agradecimiento una vez aterrizados. Aunque tras escuchar a Dina decir que el episodio israelí ha mostrado la necesidad de comprar dos aviones de pasajeros para la FAP como lo tienen otros países que mandaron naves a recoger a sus compatriotas, queda claro que, más que consuelo, le hace falta ‘ubicaína’. He aquí, además, una imprecisión de cúpula: el ministro de Defensa, Jorge Chávez Cresta, me dijo en RPP que la decisión de comprar esos aviones data de 3 meses atrás, y lo que ha hecho la presidenta es recordarla a propósito del episodio israelí.
Entre el saldo negativo del viaje está la puesta en riesgo de un próxima salida, que sí es importante: en noviembre Dina debiera ir a la cumbre de APEC en Estados Unidos a recibir la presidencia de la cumbre 2024, que será en Perú. Qué poco poder y respeto tiene la cancillería ante la presidenta, que no le pudo marcar sus prioridades viajeras.
2. Ódiame pero no me vaques
Desde que se archivó la propuesta del Ejecutivo de adelanto de elecciones en febrero del 2023 (coincidiendo con la merma de las protestas); quedó claro en todas las bancadas, que hay un pacto tácito para mantenerse hasta el 2026: la derecha con pose oficialista, la izquierda con pose opositora. Una, sin flamear la franela; la otra, sin llevar la sangre al río. El llamado ‘Bloque Democrático’, permitió que Dina viajara con una polémica ley que la faculta al ejercicio remoto de la presidencia.
Esa misma ley ha sido el equívoco pretexto legal para una primera moción de vacancia que ya se archivó de la manera más simplona: dos ‘Niños’ de Acción Popular, Elvis Vergara y Raúl Doroteo, se apresuraron a quitar su firma. Álex Flores, el no agrupado ex Perú Libre, la había presentado con el mínimo necesario de 26 firmas. Al perder una sola, ya hacía agua. Adagio congresal: quien negocia con ‘Niños’ acaba orinado. ¿Por el contrario, negociaron Vergara y Doroteo con el gobierno el retiro de su firma? ¿Realmente se trataba de una moción vacadora o de un amago opositor para la platea? Ambas preguntas se estrellan contra el secretismo y la negativa de sus actores; pero vuestras sospechas e impresiones son libres.
Con este episodio vacador, más desarmado aún que el primero que se llevó a cabo contra Pedro Castillo a fines del 2021, Boluarte tiene la cancha libre para muchas iniciativas que borren la percepción de frivolidad tras sus últimos viajes. Si no las toma es por debilidad propia y no por traba opositora. El Congreso no tiene 87 votos ni ganas de estorbarla. A propósito de esa cifra que es el umbral de la devastación o de la armonía plena, ¿tiene el Congreso los votos para defenestrar a la Junta Nacional de Justicia, siguiendo la recomendación del informe final de la Comisión de Justicia? Cierro este párrafo sin saberlo.
3. Heridas abiertas
Por si a alguien se le olvida que tenemos 50 muertos en presuntas manos de las Fuerzas del Orden excedidas en su misión, y sin sentencias que señalen responsabilidades; hay instancias internacionales que nos lo hacen recordar. A inicios de mayo lo hizo la CIDH, el jueves lo ha hecho la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), que, grosso modo, concluye que se investigan 50 muertes que podrían deberse a acciones indebidas del Estado. El informe no condena ni sanciona, no puede hacerlo, pero apunta cosas graves. La primera versión, presentada en agosto, era bastante más dura según mis fuentes, pero las observaciones del gobierno la atenuaron. Sin embargo, el ala más severa de la oficina del comisionado Volker Turk, logró que la nota de prensa que acompaña al informe, fuese más severa que el texto completo.
La Oacnudh reconoce que no todas las manifestaciones fueron pacíficas y hubo hechos violentos contra la policía y edificios públicos; pero también cita casos de víctimas, como Marco Samillán en Juliaca, que estaban en actitud pacífica y desarmada cuando recibieron disparos mortales. “Las fuerzas de seguridad hicieron un uso desproporcionado de la fuerza, incluida da la fuerza letal”, afirma la nota que acompaña el informe. Se critica la existencia de una ley que impide retener a los policías acusados de violar derechos y se saluda algunos gestos del Ejecutivo como el pedido de perdón en nombre del Estado que Boluarte hizo en su mensaje de Fiestas Patrias. Volker Turk, el alto comisionado, nos recomienda ‘un diálogo nacional inclusivo’. Oh, Mr. Turk, quizá sus relatores no sepan cuán polarizados estamos.