— Se acaba de iniciar un fuego abierto entre Irán e Israel. ¿Cuál es su lectura de lo ocurrido?
Es de la mayor gravedad, en el contexto de un conflicto que había escalado ya en demasía y que había desoído muchos llamados internacionales, entre ellos los del Perú, desde el primer día, que le reconoce a los dos Estados -al Palestino y al de Israel- el derecho a obtener Estados. El conflicto ha ido escalando y ahora observo un nivel de ataques y de violencia que pone al mundo en alerta máxima.
— Hay quienes creen que estamos en la antesala de una tercera guerra mundial. ¿Exageran?
No lo descarto por la dimensión de los ataques, por las fuentes de dinero involucradas y porque los actores internacionales, que tienen intereses en la zona, no han demostrado voluntad para resolver pacíficamente los conflictos. Finalmente, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha demostrado una vez más su profunda crisis. Irán no es un amigo de la paz, en términos generales; no practica los principios de la Carta de San Francisco. En la práctica, tampoco la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Por otro lado, la respuesta de Israel parece no tener límites.
— ¿Y con quién está el Gobierno de Perú? ¿Con Israel o Palestina?
Con la Carta de San Francisco y los principios del derecho internacional público y del derecho internacional humanitario.
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— El aniquilamiento de Hamas está implicando la violación de derechos humanos de civiles palestinos inocentes. ¿Cómo se sale de eso?
Hamas jamás le pedirá perdón a Israel. Es necesario que el Perú y el mundo siempre condenen los actos terroristas, pero a veces observamos declaraciones que mediatizan la responsabilidad de Hamas. Es una suerte de doble estándar. El mundo de hoy ya no aguanta más la escopeta de dos cañones ni el lenguaje ambiguo. Bajo mi conducción la cancillería siempre actuará con los principios de la verdad y sin ocultar los hechos.
— ¿Cree que el primer ministro de Israel pida perdón al pueblo palestino?
Conociendo la historia de Netanyahu, lo veo con mucha dificultad.
— Antes de su gestión, el gobierno de Boluarte era considerado casi paria en América Latina. Hoy tiene dos enemigos principales: Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Gustavo Petro. ¿Qué piensa hoy de la posición internacional del Gobierno?
Se puede medir de distintas formas. En los últimos meses, en la totalidad de los foros en los que he participado, más del 70% u 80% de los encuentros bilaterales le han sido solicitados al Perú con anterioridad por países importantes. En el congreso social de Múnich, prácticamente la agenda se llenó por las demandas. Se han recibido siete invitaciones de países importantes para que la presidenta visite. Yo he solicitado que se presenten agendas sustantivas con acuerdos, con carne. No queremos hacer viajes exploratorios.
— Como el viaje a Alemania…
Esos viajes exploratorios le corresponden al canciller.
— Su misil es para Ana Gervasi, la excanciller permitió que Boluarte tuviera viajes exploratorios…
Yo no me refiero a gestiones anteriores, yo hablo de mi responsabilidad. Después de 50 años viene, en la segunda semana de julio, el canciller de Suiza, nada menos. Es una potencia, desde el punto de vista de la civilización, con un componente muy fuerte en cooperación técnica y personal. En el sector privado próximamente vendrán los directivos principales de Google, porque nos interesa mucho la transformación digital que estamos impulsando y los efectos de poder de mayor cobertura a las poblaciones más alejadas.
— En noviembre es APEC.
APEC es un gran reto. Nosotros habíamos estimado unos 10.000 participantes. Puedo afirmar que la tendencia en las últimas reuniones nos hace pensar que vamos a tener 13.000.
— ¿Nuestros amigos latinoamericanos cómo van?
Nuestros amigos latinoamericanos, respecto a APEC, tendrán sorpresas.
— ¿Qué sorpresas?
El país anfitrión puede invitar hasta cuatro países ‘no APEC’. Estamos en pleno proceso de selección, pensando qué países nos interesa que estén presentes en calidad de invitados, porque tienen unas buenas relaciones con el Perú históricamente y, quizá, uno extracontinental. Esa decisión se tomará en un mes.
— Petro no está en su lista...
Colombia ha solicitado durante 10 o 15 años su ingreso a la APEC.
— ¿Usted qué piensa?
Para ingresar a APEC hoy se debe tener el consenso de las 21 economías miembros.
— Ya, pero usted dice: “estoy pensando invitar a algunos amigos de América Latina”.
El señor presidente Petro no está en la lista preferencial.
— Después de haber insultado tanto a un presidente peruano yo tampoco lo invitaría. ¿Javier Milei sí está invitado?
Milei es una posibilidad.
— ¿Lula?
Puede ser.
— Digamos: ¿los que no han insultado a Dina Boluarte quizá estén en la lista de invitados?
Los países que no practican un lenguaje diplomático correcto no son apreciados en Torre Tagle. Por más que se discrepe, uno no puede ir insultando. Ahora, en América Latina cualquiera dice “ladrón”, “corrupto”, “narco”. La presidenta Boluarte no contestó. La cancillería peruana jamás va a expresarse en esos términos. Si desde la cancillería de cualquier país se siguen tolerando los insultos y las bajezas, ¿a dónde vamos a ir a llegar?
— El líder máximo, AMLO, acaba de mandar un misil vergonzoso y que tiene que ver con las relaciones bilaterales entre Perú y México. Hablo de las visas. El gobierno mexicano acaba de suspender la exigencia hasta el 6 de mayo. ¿No actuó usted también con la cabeza caliente al pedir lo mismo a los mexicanos?
El canciller del Perú no actúa con la cabeza caliente. La primera respuesta siempre tiene que ser aplicada bajo el principio de reciprocidad. También hay un frente interno donde te pueden decir que no se tiene carácter. Lo primero fue responder con el principio de reciprocidad y después analizar cuál era el interés del Perú: obviamente seguir fomentando el turismo, no perjudicar a nuestros productores y hoteleros.
— ¿Cree que el gobierno mexicano va a retroceder?
No lo sé. En todo caso, sería sano rectificar. Sería mirar las relaciones peruanas y mexicanas con una perspectiva histórica.
— ¿Qué le diría usted a AMLO si pudiera hablar con él?
Señor presidente, le doy la bienvenida al Perú nos pida o no la visa. Yo pienso en términos de interacción latinoamericana.
— AMLO ha dicho que Boluarte es la usurpadora; que Castillo es un perseguido político y le ha dado asilo a su esposa. ¿Es posible un acercamiento con el presidente que cree que este gobierno es usurpador?
No lo creo.
— ¿Usted es consciente de que la presidenta Boluarte cometió errores internacionales?
Ella es consciente.
— ¿Ya entendió que no tiene que viajar todo el tiempo?
La realidad lo demuestra. Hemos tomado la decisión con la presidenta de que solamente se harán viajes sustantivos, no exploratorios.
— ¿Nunca más estampitas con el Papa?
Sustantivos.
— Un tema internacional es la impunidad con las muertes; las asonadas espantosas que existieron en los primeros días de su ascenso al poder.
Habría que tener una mente insana para pensar que en el caso de la presidenta Boluarte se dispuso matanzas. Sí, conforme, hay responsabilidades, pero son individuales. Como demócrata te puedo decir que la ley debe distinguir con toda claridad la responsabilidad y las penas; pero tiene que haber un equilibrio. La justicia no puede ser de un lado desproporcionado. Se lo dije a Almagro en Washington hace cuatro semanas.
— ¿Qué le dijo?
Le dije: ¿escuchaste alguna vez, cuando arrestaron en flagrancia a Pedro Castillo, que alguien lo agrediera? Nada. Pasó por el médico legista incluso y fue tratado como manda la democracia. A los tres o cuatro o cinco días llegaron tres visitantes del sistema interamericano para verificar el estado de salud. Eso me pareció un insulto. Y, sin embargo, cuando la turba corrió a siete uniformados y para evitar ser torturados terminaron ahogados, nadie vino. No les importó.
— ¿Y qué le dijo Almagro?
Que entendía, que en el fondo entendía.
— Entonces ¿usted no está de acuerdo con la denuncia constitucional que planteó la fiscal suspendida Patricia Benavides, acusando a Boluarte y Otárola de homicidio por omisión?
Catorce horas antes, no recuerdo bien, la fiscal había pedido una ampliación de plazo de ocho meses para seguir investigando ¿Cuándo intervinieron la casa de su asistente Villanueva cambió de idea?
— ¿Se excedió?
Los hechos lo demuestran. Yo no soy un hombre de izquierda, soy un liberal; pero jamás trabajaría en cancillería si tuviera un atisbo de duda de que el gobernante ha ordenado violaciones a los derechos humanos.
— No solo no es un hombre de izquierda, tampoco la respeta.
Eso lo dices tú.
— A Pedro Castillo no lo respetaba...
Pedro Castillo no era una persona de izquierda. Era un personaje emergente de sectores populares que no tenía una concepción de Estado, no estaba capacitado para gobernar. Entendía que el gobierno era una esfera privada para hacer negocios con la familia y con los amigos.
— Por si acaso, Dina venía en ese combo.
Venía en ese combo, es verdad; pero yo que trabajo directamente con ella te puedo decir que es una mujer trabajadora, que se está esforzando.
— ¿El Rolex y las cuentas que no cuadran de Dina Boluarte lo han convencido?
Está en el marco de la investigación fiscal. Lo que ha dicho la presidenta y su abogado es que es un proceso reservado y yo tengo que respetar.
— ¿En el Consejo de Ministros pidieron explicaciones a la Presidenta?
Ella las dio, nadie se las pidió. Dijo que tenía las manos limpias y que se sometía a las investigaciones que eran reservadas.
— Pero es un bochorno internacional, canciller. Hemos sido primeras planas de todos los portales con la historia del ‘wayki’, de los relojes y las pulseras con diamantes. ¡Por los clavos de Cristo un poco más de respeto con la institución presidencial!
Está en materia de investigación. La presidenta de la República está en el marco de la administración fiscal.
— Le pregunto, como peruano, si merecemos todo esto.
No me puedo pronunciar como peruano. Yo soy canciller de la República.
— Le pregunto como canciller.
Correcto. Yo observo las declaraciones con atención y tengo la esperanza, como hombre que respeta las leyes, que la claridad y la verdad siempre se saben al final. La verdad siempre te alcanza.
— Si Dina mintió y nos ha tomado el pelo, ella y Oscorima serán alcanzados...
Todos los creyentes vamos a ser alcanzados por la verdad divina.
—Tiene una respuesta diplomática o más bien directa a Alberto Otárola, que le dijo impertinente y que se fue bastante molesto del Ejecutivo. ¿Usted quería ser primer ministro?
No he querido, no me lo han ofrecido, no lo deseo, no lo pido. Estoy contento con el papel que desempeño. Lo aprecia mucho la presidenta de la República; me lo hace sentir. En el exterior soy consultado de vez en cuando por otras cancillerías. Eso a mí me reconforta. Para mí es un honor servir al Perú a través de un gobierno constitucional.
— ¿Con quién se siente más cómodo? ¿Con Otárola o con Adrianzén?
Yo me siento cómodo con la presidenta de la República y con todos los ministros.
—¿Otárola le tenía celos? ¿Es verdad que tuvieron enfrentamientos serios?
Son leyendas de set de televisión peruana.
— ¿Cree usted, como la presidenta, que Otárola se vengó de ella y se despachó con una historia de los Rolex?
La presidenta no lo ha dicho.
— Tiene razón, lo ha insinuado. ¿Es Otárola el traidor?
A mí no me han contado nada.
—¿Otárola ha pedido una embajada?
A mí no.
— ¿A la Presidenta?
No lo creo.
— ¿Le daría una embajada a Otárola?
La decisión en política exterior es potestad de la Presidenta de República.
—Sí, pero le consulta al Canciller…
Claro, tiene que consultar.
— ¿Si hoy la Presidenta le dijera qué quiere darle una embajada a Otárola, qué le contestaría?
Que lo reflexione, que lo piense más.
— Es bien fácil embriagarse con el poder, ¿no?
Yo soy abstemio.
—¿El poder no lo ha mareado?
No solamente no me ha mareado, no me ha cambiado. El segundo día que yo me senté en este despacho, sentí el peso histórico de inmensos cancilleres y me sentí un liliputiense. Una responsabilidad que me correspondía hacia mis ancestros y hacia mis descendientes. No puedo cometer ninguna indignidad. Puedo equivocarme, tengo defectos como todos, pero sé que el poder es efímero. Cualquiera con sentido y pertenencia de la historia siente la dignidad del cargo.
— ¿Sinceramente cree que Dina Boluarte llegará al 2026?
Estoy convencido y es lo mejor para el país.
— ¿Por qué?
Porque el Perú se tiene que acostumbrar a que las reglas democráticas se respeten. Los gobiernos se equivocan, los ministros nos equivocamos. Pero una de las formas adicionales, convergentes para fortalecer nuestra democracia es que la institucionalidad se fortalezca. Y también que los electores sepan votar.
— ¿Salas Arenas debe permanecer en el JNE?
Yo creo que debe dar explicaciones sobre la última elección. Él tiene toda la posibilidad de presentar, por ejemplo, el acta, la custodia del acta electrónica digital de manera de poder confrontar los votos, a veces mal contabilizados en las actas. La custodia de los votos mismos de manera electrónica.
— ¿Qué piensa de la suspensión temporal de la jefatura de la Diviac del coronel Harvey Colchado? ¿Es la venganza de Dina como algunos aseguran por el allanamiento a su casa con combazo incluido.
El allanamiento con combazo me pareció absolutamente injustificado, abusivo.
— ¿Y la torta de cumpleaños con él mismo dando el combazo?
Eso tendría que explicarlo un psicólogo, pero exterioriza su sentimiento de detentar un inmenso poder.