Para un ministro, a veces, tener cuestionamientos no necesariamente es un mal augurio. Si bien presidir una cartera se ha convertido en una tarea agitada y breve (que en el caso de este gobierno, promedia alrededor de 8 meses), puede abrir la puerta a una actividad mucho más tranquila y duradera: la diplomacia. El último caso es el de Francisco Petrozzi, pero se trata de una costumbre antigua. Este es un recuento de casos que abarca solo este milenio.
1. Fernando Olivera en España
En octubre del 2001, el entonces ministro de Justicia del gobierno de Alejandro Toledo habría llevado al Vaticano tres cartas falsas con la intención de desprestigiar al ex Cardenal Juan Luis Cipriani. En una de esas misivas, Cipriani supuestamente pedía que se destruyeran ‘vladivideos’ que lo vinculaban al régimen fujimorista.
Tras el escándalo, Olivera dejó el Gabinete en julio del 2002. Pero fue nombrado embajador en España cuatro meses después. Allí se quedó tres largos años, hasta agosto del 2005. Entonces, Toledo quiso repatriarlo para que presida la cartera de Relaciones Exteriores. Esta designación, sin embargo, sería breve y terminaría con la caída de todo el Gabinete.
Fernando Olivera, sin embargo, negó a El Comercio haber obtenido la embajada como un favor, y dijo que su salida del gobierno se debió a discrepancias con la privatización de la generadora de electricidad Egasa, en Arequipa, y no debido al escándalo de las cartas al Vaticano.
"Yo no tuve cuestionamientos y no ‘obtuve’ una embajada. Además, mi gestión [en España] fue especialmente reconocida, con logros vinculados a acuerdos de seguridad social, licencias de conducir, homologación de títulos, cooperación internacional, etc”, aseguró.
Además, Olivera ha alegado previamente que solo llevó las cartas al Vaticano para comprobar su veracidad, y que estas le habían sido entregadas por el entonces obispo de Puno, Jorge Carrión.
2. ‘Mocha’ García-Naranjo en Uruguay
En septiembre del 2011, durante el gobierno de Ollanta Humala, tres niños murieron en Cajamarca por intoxicación luego de ingerir alimentos del Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (PRONAA), adscrito al Ministerio de la Mujer.
La entonces titular de esa cartera, Aída García-Narajo, ‘Mocha’, responsabilizó primero a las madres que habían cocinado en recipientes con rastros de insecticidas. Y a los pocos días de la tragedia, apareció bailando en un evento oficial con el exfutbolista José Luis Carranza.
Aunque García-Naranjo sobrevivió a la moción de censura convocada en su contra, su presencia quedó debilitada y tuvo que renunciar en diciembre. Pero en enero del 2012 fue nombrada embajadora en Uruguay puesto que ocupó por más de dos años.
3. Martín Vizcarra en Canadá
El actual presidente también fue pasó por esto. En mayo del 2017, renunció al Ministerio de Transportes y Comunicaciones ante la inminencia de una censura por parte del Congreso, tras la firma de la adenda del aeropuerto de Chinchero. Lo hizo, además, con el anuncio de que la cuestionada adenda quedaba sin efecto, pese a que antes la había defendido públicamente.
Cinco meses después, en octubre, el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) lo nombró embajador en Canadá. Allí estuvo cinco meses hasta que, en marzo del 2018, PPK fue vacado y Vizcarra -que además era primer vicepresidente- tuvo que regresar para tomar la posta.
4. Francisco Petrozzi en Alemania
El caso más reciente es el del exministro de Cultura, que tuvo que renunciar luego de destituir a Hugo Coya de la presidencia del Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú (IRTP).
No obstante, Petrozzi no dejó el cargo sin antes firmar un decreto de urgencia que agiliza la obtención de certificados de restos arqueológicos para proyectos prioizados de infraestructura.
El viernes pasado, Petrozzi fue designado como agregado cultural del Perú en Alemania. Tendrá un pasaporte diplomático.
Otros casos: también personajes incómodos
El pase a puestos diplomáticos no es una práctica usada solo para exministros, sino también para otros personajes que podrían resultar incómodos para el gobierno de turno. Un ejemplo es Susana de la Puente, vinculada a presuntos aportes de Odebrecht a la campaña de Peruanos por el Kambio. Kuczynski la nombró embajadora en el Reino Unido en julio del 2017. El gobierno de Vizcarra la retiró en junio del 2018, cuando fue incluida en la investigación fiscal del caso.
Today at Buckingham Palace, The Queen held an audience with Her Excellency Ms. Susana de la Puente-Wiese, on her appointment as Ambassador from the Republic of Peru. pic.twitter.com/DdMSf0xHBu
— The Royal Family (@RoyalFamily) February 14, 2018