El fuego alcanzó a Dina y le impidió viajar, por Fernando Vivas

1. Fuego sin discreción

Varios incendios forestales en por lo menos media docena de regiones, crecieron hasta que el humo tóxico llegó a algunas ciudades. La temperatura se alzó a tal punto que se han reportado alrededor de 15 muertes y algunas decenas de miles de hectáreas devastadas, además del desastre ambiental que involucra hasta a áreas protegidas. El gobierno comunicó tardíamente su preocupación (aunque el sistema de alertas del INDECI ya estaba en marcha) y eso le ha valido críticas a las que ha replicado con arrogancia: ‘no es necesario declarar estado de emergencia’, ‘podemos sofocar solos los incendios sin ayuda internacional’, ‘ya está todo casi controlado’.

El rechazo al gobierno se ha incrementado tanto (tan solo 6% de aprobación según última encuesta de Datum para El Comercio) que cualquier exceso u omisión en los hechos de gobierno o en la comunicación de estos hechos, genera críticas intensas que, para remate, son alimentadas con las respuestas presidenciales. “Poco floro y más acción” dijo el martes en un evento. Un periodista le preguntó por las lágrimas de quienes claman ayuda y ella respondió con acritud –no se oyó bien el registro- una frase en el sentido de que no era necesario que nadie llorase para que el gobierno haga su trabajo, pero fue traducida por críticos y opositores como un desdeñoso ‘no me importan tus lágrimas’. La narrativa ‘antidinista’ de la frivolidad y el desdén se fortalece con cada una de sus réplicas.

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2. No vas y no se diga más

Mientras Dina combatía el fuego con gasolina, el Congreso se preparaba para un pleno extraordinario el martes para votar, nada más y nada menos, su permiso de viaje al período anual de sesiones de las Naciones Unidas. En verdad, era muy difícil sustentar su viaje para un evento anual con invitación abierta a todos los jefes de estado y a ninguno en especial (ya estuvo el año pasado allí) y que resultaba inoportuno en la coyuntura incendiaria. El presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, al empezar el Pleno, pidió un minuto de silencio para el fallecido congresista somista Hitler Saavedra. Quiso pasar directamente a votar el permiso de viaje sin sustento del canciller ni debate previo, pero la oposición lo obligó a otro debate, aquel sobre las acciones de gobierno ante el fuego. Allí se marcó claramente la tendencia al rechazo de Dina y de sus viajes que incluyó a congresistas amigos del ‘Bloque’ (Podemos, Somos, AP, algunos no agrupados) y, en especial, a la mayoría de miembros de la bancada de Renovación Popular que busca perfilarse como la oposición de derecha. Avanza País también votó dividido.

Ningún congresista se atrevió a plantear una reconsideración de inmediato, lo que delata que el gobierno no tiene operadores incondicionales, solo aliados condicionados. Y apareció uno de ellos, Álex Paredes, del Bloque Magisterial, pidiendo reconsiderar la votación. A pesar de que arriesgaba una segura segunda derrota y lo prudente hubiera sido allanarse dignamente al ‘no vas’; Dina decidió ‘quemar’ a lo más cercano que tiene a una bancada propia que no responda a ningún partido sino a la armonía del momento en la que vive con el gobierno. El mismo papel que el Bloque Magisterial cumplió para Pedro Castillo, matices más cuotas menos, lo pretende cumplir para Boluarte. El jueves Dina por fin vio la realidad y pidió a Paredes retirar la reconsideración, y así evitar una doble derrota. Dejó una sospecha ardiendo: que las dudas y demoras para asumir la magnitud de los incendios y declarar estados de emergencia, estaban en función de facilitar el viaje. Fue otro episodio de negacionismo de la realidad con fuga de frivolidad.

3. Petro-Perú también arde

Pasado el incidente del permiso negado, el gobierno ya no tuvo razones para ocultar la dimensión de los incendios, declarando estado de emergencia en algunas regiones. Hay otros fuegos, perennes, que arden en Petro-Perú. Tras la renuncia irrevocable del directorio (la gota que derramó el vaso del grupo presidido por Oliver Stark según se las conté la semana pasada fue que el gobierno no aprobara un decreto de urgencia que incluía la contratación de una firma extranjera para reestructurar las finanzas de la empresa y, al final, quiso aceptar pero pidiendo que se nombre a Óscar Vera al mando de la refinería de Talara), el gobierno, ya sin directorio, hizo lo siguiente: aprobar el decreto, incluyendo la contratación de una firma, aunque de un modo genérico que podría implicar contratar a un grupo de nacionales que vuelvan al status quo del barril sin fondo. En el mismo decreto se autoriza un nuevo rescate financiero que, según estimaciones de una alarmada Sociedad de Minería y Petróleo, podría superar los $2,692 millones. La detención preliminar de Andrés Hurtado ‘Chibolín’, personaje que condensa corrupción política y judicial, farándula, deporte, minería ilegal, remató la semana.